La Fundació Horta Sud ha facilitado un encuentro significativo entre jóvenes de Rio Grande do Sul (Brasil) y de l'Horta Sud (España) para intercambiar aprendizajes y vivencias tras las graves inundaciones que han afectado a ambos territorios. Aunque la magnitud de la catástrofe de Brasil (con cerca de 200 fallecidos y más de 500.000 desplazados entre abril y mayo de 2024) difiere de la DANA que sufrió l’Horta Sud el pasado octubre, existe un paralelismo notable en la solidaridad y la implicación de la juventud durante ambas tragedias.
Participantes e intereses comunes
La delegación brasileña, proveniente de Porto Alegre y Canoas, forma parte del programa Demà, una iniciativa que ofrece capacitación y experiencia profesional a jóvenes en situación de vulnerabilidad social, especialmente a aquellos afectados por las inundaciones. Estuvieron acompañados por Marcelo Braga, director adjunto de Demà Rio Grande do Sul; Ana Carolina Silva, directora de Demà Barcelona; y Vinicius Ribeiro, director de Demà.
Por parte de l’Horta Sud, asistieron jóvenes de Paiporta y Torrent que participaron como voluntarios en las labores de limpieza post-DANA, Jannis Piñana (impulsora del estudio «Joves i valors» de la Fundació) y miembros del equipo técnico.
El programa Demà de Brasil mostró un gran interés en conocer la labor de la Fundació Horta Sud en participación juvenil y resiliencia comunitaria, con especial foco en la respuesta de la juventud local durante la catástrofe.
Intercambio de proyectos y reflexiones
Durante su visita, el grupo conoció el proyecto local «Salvem les fotos», una iniciativa clave para la recuperación y conservación de imágenes familiares afectadas por la DANA. Además, se presentaron aspectos destacados del estudio «Joves i valors», que analiza la participación y motivación de los jóvenes en el voluntariado tras la catástrofe, buscando definir el perfil de la juventud solidaria y reflexionar sobre la evolución de la solidaridad.
El punto central de la jornada fue una conversación abierta donde jóvenes de ambos territorios compartieron sus experiencias, emociones y aprendizajes sobre cómo afrontaron las inundaciones y cómo la solidaridad ciudadana resultó fundamental para la recuperación. Una reflexión clave fue la conciencia de que todos los participantes han sido afectados por la catástrofe, cuyos efectos trascienden las pérdidas materiales. El diálogo también se centró en la importancia de la implicación comunitaria activa, no solo en emergencias, sino también en la vida cotidiana y frente a desafíos globales como la crisis climática.
Valor y conclusión de la jornada
La jornada, que culminó con una visita a Paiporta, se consideró muy enriquecedora. Los jóvenes, visiblemente emocionados, compartieron sus vivencias y reflexionaron sobre la vital importancia de la solidaridad y la cooperación para manejar situaciones excepcionales. Este encuentro internacional puso en valor el rol crucial de la juventud ante crisis y emergencias, y sirvió para fortalecer lazos de solidaridad internacional que promueven el aprendizaje mutuo y contribuyen a la construcción de comunidades más fuertes, conscientes y mejor preparadas ante los retos climáticos.