El número de llamadas recibidas y atendidas en el 112 de Emergencias de la Generalitat Valenciana el pasado 29 de octubre fue similar al de otros episodios de gota fría y de alerta roja vividos anteriormente en la Comunitat Valenciana. Entre las 00:00 y las 19:00 horas de esa jornada, el servicio de emergencias gestionó 15.188 llamadas, una cifra que supera las 14.374 recibidas en la DANA de Orihuela del 13 de septiembre de 2019 en el mismo intervalo de tiempo.
Desde la Generalitat Valenciana han destacado que el 112 atendió todas las incidencias reportadas, derivándolas a los servicios de intervención correspondientes. Sin embargo, han señalado la falta de información en tiempo real por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sobre los desbordamientos de ríos y barrancos, lo que dificultó la coordinación de las emergencias.
Los servicios técnicos de Emergencias actuaron en tiempo real siguiendo protocolos establecidos y con mediciones hidrológicas y avisos formales proporcionados por agencias estatales. En este sentido, desde la Generalitat han subrayado la importancia de las llamadas ciudadanas, que fueron clave para activar el operativo de respuesta ante la falta de información de la CHJ. Fue precisamente a partir de las 16:00 horas cuando se registró un incremento en los avisos de particulares, lo que puso de manifiesto la gravedad de la situación. En localidades como Chiva, donde se superaron los 400 litros por metro cuadrado frente a la previsión máxima de 180 litros de la AEMET, los incidentes fueron derivados a los consorcios de bomberos y otros servicios de intervención.
Desde la Generalitat han recordado que la disponibilidad de sistemas de alerta temprana habría permitido detectar con antelación la crecida de barrancos y minimizar los riesgos de inundaciones. No obstante, la CHJ, organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, aún no ha instalado este sistema en las cuencas fluviales de la provincia de Valencia. El propio Gobierno central reconoció la importancia de este sistema en noviembre de 2023, cuando la ministra Teresa Ribera afirmó en el Congreso que la alerta temprana "salva vidas". Sin embargo, los trámites administrativos para su contratación no se iniciaron hasta tres semanas después de la riada del 29 de octubre.
Durante la emergencia, los servicios de la Generalitat, junto a otros cuerpos de acción, llevaron a cabo más de 36.000 rescates, pese a la falta de información reconocida por la CHJ. Además, el Gobierno central no adoptó medidas preventivas como el corte de la alta velocidad con Madrid o de carreteras clave como la A-3, el by-pass y la pista de Silla.
En cuanto al barranco del Poyo, la CHJ ha admitido que a las 17:40 horas se produjo un incremento súbito del caudal. Los datos de este aumento estuvieron disponibles en el Centro de Proceso de Datos de la Cuenca entre las 18:00 y las 18:10, pero la notificación oficial no se envió a Emergencias hasta las 18:43 horas, cuando el caudal ya alcanzaba los 1.686 metros cúbicos por segundo. Esta falta de comunicación provocó que el desbordamiento de la rambla, que ya había afectado a localidades como Paiporta, no fuera tratado en la reunión del CECOPI, a pesar de la presencia del presidente de la CHJ, Miguel Polo, y otros técnicos del organismo.
Asimismo, la Generalitat ha aclarado que el aviso ES-Alert enviado a las 20:11 horas no fue por el desbordamiento del barranco del Poyo, sino por el riesgo de rotura de la presa de Forata. El mensaje se lanzó tras la llamada del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien desde Colombia informó a la consellera de Emergencias, Salomé Pradas, sobre el posible colapso de la presa. La decisión de emitir el aviso fue tomada por el CECOPI tras el acuerdo de todos sus miembros y el comité de dirección, formado por la consellera y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.
Desde la Generalitat insisten en que el CECOPI solo puede tomar decisiones en base a la información oficial que recibe. En este sentido, cuestionan la falta de alertas por parte de la CHJ, responsable de la vigilancia y gestión de los cauces. "Si hubo desbordamientos perceptibles a partir de las 17:30 horas, ¿por qué la CHJ no activó los mecanismos de alerta antes de que se produjeran estos desbordamientos?", han señalado fuentes del Ejecutivo valenciano.