Hace una semana, el Ayuntamiento de Valencia presentaba el plan Valencia + Segura, un proyecto pionero orientado a formar a la población en autoprotección y prevención ante catástrofes climáticas. Así, debido a que la ciudad es una zona expuesta a fenómenos adversos, el consorcio ha elaborado, además de las jornadas educativas en pedanías y barrios, una serie de recomendaciones para que la población pueda reconocer cuándo y cómo actuar ante una emergencia meteorológica.
En primera instancia, cabe distinguir entre preemergencia y emergencia. Esta primera se trata de un aviso oficial previo a un fenómeno peligroso, mientras que la emergencia indica un riesgo inminente donde ya se están produciendo daños. Así, durante la fase de preemergencia, lo más importante es mantenerse informado, proteger la vivienda, preparar un kit de supervivencia y evitar las salidas del domicilio.
Pasos a seguir durante el nivel de preemergencia
Para asegurarse de permanecer actualizado, es necesario consultar con regularidad los canales oficiales para evitar posibles bulos. La información puede consultarse en las redes sociales y páginas web del número 112 de emergencias de la Generalitat Valenciana, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), los ayuntamientos locales y los medios de comunicación.
Por otro lado, es crucial, si se vive con menores, establecer un plan familiar de emergencia. En primer lugar, es esencial definir los roles y las responsabilidades de cada miembro del núcleo. Asimismo, resulta efectivo mantener a la vista los números de contacto importantes y establecer puntos de encuentro seguros en caso de evacuación.
También, el Ayuntamiento de Valencia ha reiterado la importancia de elaborar un kit de emergencia. Este debe contener documentación – como DNI o SIP –, llaves de casa, linterna, radio portátil, pilas, agua potable, alimentos no perecederos, mediación y un botiquín básico, manta térmica, ropa de abrigo, teléfono móvil con cargador y batería portátil, silbato y dinero en efectivo.
Las 7 emergencias climáticas que pueden producirse en Valencia y cómo actuar ante ellas
El calendario valenciano de catástrofes meteorológicas muestra los meses en los que mayor riesgo hay de que se produzca un fenómeno adverso. Así, de junio a octubre, hay grandes probabilidades de que se produzca un incendio forestal debido a las altas temperaturas mientras que, de octubre a marzo, hay que estar prevenidos contra los temporales de viento.
Entre mayo y agosto, aumentan las posibilidades de que se produzca una ola de calor, mientras que entre diciembre y febrero, cabe atender a las olas de frío, que en ocasiones también conllevan temporales de nieve. Por otro lado, septiembre y octubre son los meses con mayor riesgo de inundaciones debido a la llegada del fenómeno conocido como “gota fría”. Además, otros fenómenos que pueden producirse, aunque no hay fechas concretas, son las tormentas eléctricas y los temporales marítimos.
Ante un temporal de viento, lo primero es conocer cuál es el riesgo. Entre 40 y 60 kilómetros por hora (km/h), el aviso es bajo, mientras que entre 61 y 80 km/h, es medio y, si se superan los 80 km/h, el riesgo pasa a ser alto. Entre las recomendaciones para garantizar la seguridad durante este episodio, destacan asegurar toldos, persianas y objetos sueltos en balcones y terrazas, evitar las zonas arboladas y/o con obras, no refugiarse bajo muros o vallas inestables y, al conducir, reducir la velocidad.
Por su parte, delante de una tormenta eléctrica, los consejos varían en función de dónde se encuentre el usuario. Si este está en el exterior, lo mejor que puede hacer es buscar refugio en un edificio cerrado o dentro de un vehículo, alejarse de árboles, postes y estructuras metálicas y no permanecer en campo abierto o zonas elevadas. En cambio, si está en el interior, es recomendable desconectar los aparatos eléctricos sensibles y mantenerse alejado tanto de ventanas como de elementos metálicos.
Una ola de calor se da cuando, durante al menos 3 días consecutivos, aparecen temperaturas mayores al 95% de las máximas habituales en verano. Las recomendaciones durante este episodio pasan por beber agua con frecuencia – aunque no se tenga sed –, limitar la exposición directa al sol y evitar los esfuerzos físicos en las horas centrales del día, usar ropa ligera y permanecer en lugares frescos.
Al contrario, una ola de frío se produce cuando las temperaturas son excepcionalmente bajas respecto a lo habitual en invierno durante 3 días o más. Los consejos para protegerse frente a una son tener reservas de agua y alimentos, ventilar la vivienda después de usar brasero o estufa de gas, llevar varias capas de ropa y evitar salir a la calle.
En el caso de los temporales marítimos, que crean oleaje intenso y daños en paseos y playas, lo más recomendable es mantenerse alejado de la costa y no estacionar vehículos o embarcaciones en lugares susceptibles de inundación.
Por su parte, para prevenir un incendio forestal cuando el riesgo es extremo – es decir, que las temperaturas son altas, la humedad baja y el viento fuerte – son no encender fuego o barbacoas, no arrojar colillas ni basura y avisar al 112 de forma inmediata al detectar fuego, humo o comportamientos peligrosos. En caso de que se produzca uno y te encuentres cerca, es recomendable cerrar puertas y ventanas y tapar las rendijas con paños húmedos.
Con respecto a los episodios de lluvia intensa, cabe conocer primeramente el riesgo. Con una precipitación acumulada de 20 litros por metro cuadrado (l/m²) en una hora o 60 l/m² en 12 horas, el aviso es amarillo, lo que se traduce en la probabilidad de que se produzcan anegamientos puntuales. Cuando se esté en este punto, es aconsejable planificar los desplazamientos con antelación y utilizar preferentemente las vías principales y no cruzar barrancos ni pasos inferiores.
En cambio, AEMET activa la alerta naranja cuando la precipitación acumulada supera los 40 l/m² en una hora o los 120 l/m² en 12. En este punto, hay un riesgo alto de inundaciones y de cortes en las vías principales. Por este motivo, es recomendable evitar la conducción y los viajes no esenciales, así como alejarse de zonas inundables - como ríos, barrancos o cauces - y no acceder a bajos y/o garajes.
Por último, cuando la lluvia se acumula en más de 90 l/m² en una hora o 180 l/m² en 12, la alerta pasa a ser roja, pues se eleva el riesgo a que se den inundaciones de carácter generalizado y la vida de las personas está en peligro. Ante esta situación, se aconseja no salir en coche para dejar libres las vías para los servicios de emergencia, cortar luz y agua si entra agua en casa y refugiarse en puntos elevados con el kit de emergencia.
Con esta lista de recomendaciones, el Ayuntamiento de Valencia busca dotar a la población valenciana de criterios claros y oficiales de autoprotección para que sepan actuar correctamente ante cualquier aviso climático. Según indica el consorcio, estos consejos no solo persiguen el objetivo de reducir los daños materiales, sino de algo mucho más importante: salvar vidas.