La Diputació de València ha dado un paso decisivo hacia la construcción de municipios más igualitarios y habitables con la presentación de la guía “Urbanismo con Perspectiva de Género”. El documento, presentado este lunes por la vicepresidenta de la institución, Natàlia Enguix, recoge un conjunto de buenas prácticas, ejemplos y recomendaciones que demuestran cómo la planificación urbana puede mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía cuando se aborda desde una mirada feminista e inclusiva.
La guía, elaborada por la arquitecta urbanista de la Universitat Politècnica de València Inés Novella y por la directora de la Cátedra UNESCO de Género de la Universidad Politécnica de Madrid, Inés Sánchez de Madariaga, pretende convertirse en una herramienta práctica para los ayuntamientos de la provincia. El documento ya se encuentra disponible en la web oficial de la Diputació y forma parte de las actuaciones asociadas al Pla Obert d’Inversions 2024-27.
El documento incluye ejemplos concretos que reflejan cómo el urbanismo con perspectiva de género cambia el día a día de los municipios. Una plaza inclusiva y pensada para la infancia, un parque inundable diseñado para personas de diferentes edades y capacidades, un sistema de transporte rural que responde a las necesidades de movilidad de las mujeres, o el refuerzo de la seguridad en un túnel de acceso ferroviario con cámaras y mejor iluminación son algunas de las prácticas destacadas.
Mirada interseccional
La publicación no se limita a una recopilación de proyectos, sino que ofrece un marco teórico con un lenguaje claro y accesible, un bloque de recomendaciones y un apartado final con buenas prácticas que ilustran cómo aplicar los principios de igualdad en la planificación urbana.
La arquitecta Inés Novella explicó durante la presentación que el urbanismo con perspectiva de género tiene en cuenta la diversidad de la vida cotidiana, poniendo especial atención en colectivos con menos autonomía y recursos, como niños, adolescentes, personas mayores y dependientes. “En la mayoría de los casos, las tareas de cuidado recaen en las mujeres, por lo que es imprescindible diseñar pueblos y ciudades que lo tengan en cuenta”, indicó.
Novella añadió que la guía incorpora la mirada interseccional, es decir, aquella que analiza cómo diferentes factores —edad, género, recursos económicos o capacidad física— se combinan para generar desigualdades en la forma en la que la población usa y percibe el espacio urbano. De este modo, se promueve la creación de espacios compactos, caminables, con mezcla de usos y diseñados a partir de procesos de participación ciudadana.

Beneficios y ventajas para municipios comprometidos
El Pla Obert d’Inversions 2024-27 de la Diputació ya recoge la perspectiva de género en sus bases. Una de las medidas más significativas es que los municipios deberán destinar al menos un 10% de las ayudas preasignadas a actuaciones en parques y jardines que tengan en cuenta la igualdad, salvo aquellos afectados por la riada del 29 de octubre.
Además, se otorga un 5% de financiación adicional a los ayuntamientos adheridos a la Red de Municipios contra la Violencia de Género. Asimismo, se ha anunciado la creación de un Premio para el Mejor Proyecto de Urbanismo y/o Arquitectura Feminista, que servirá de estímulo para visibilizar las iniciativas más innovadoras.
Entre los beneficios que aporta este enfoque destacan apoyar los cuidados y la empleabilidad de las mujeres, lograr entornos más seguros y amables, reducir riesgos de exclusión social y contribuir al desarrollo sostenible. De hecho, la guía incide en cómo el cambio climático afecta de forma desigual a mujeres y hombres, y en la necesidad de incorporar un enfoque de género en la gestión de desastres naturales, como quedó patente en la DANA que afectó a la provincia de Valencia.
En este último punto, se recuerda que diversos organismos internacionales (OMS, ONU-Mujeres o el Banco Mundial) han demostrado que las mujeres son más vulnerables a desastres naturales como inundaciones u olas de calor, tanto por factores socioeconómicos como por los roles de género. Por ello, la guía insiste en la importancia de diseñar planes de emergencia y reconstrucción inclusivos, que tengan en cuenta la brecha digital y las necesidades específicas de mujeres mayores o que viven solas.
Además, la guía detalla los principales beneficios del urbanismo feminista, que son:
-
Favorecer los cuidados, apoyando la empleabilidad de las mujeres y la autonomía de las personas dependientes.
-
Generar entornos más amables y seguros, lo que aumenta las oportunidades de acceso a servicios y recursos del territorio.
-
Combatir el riesgo de exclusión social, al dar respuesta a problemas estructurales como la feminización de la pobreza o la pobreza infantil.
-
Contribuir al desarrollo sostenible, integrando la lucha contra el cambio climático desde una óptica inclusiva.
En definitiva, la guía presentada por la Diputació plantea un modelo que pone en el centro la vida cotidiana de la población y sus necesidades reales: desplazarse, cuidar, trabajar, relacionarse y disfrutar del espacio público con seguridad y autonomía. En palabras de Enguix, la guía representa “una oportunidad para que los municipios transformen sus entornos urbanos y avancen hacia un modelo más igualitario”.