Voluntarios de la Asociación Amigos De La Calle se encontraban durante la tarde del pasado miércoles realizando uno de sus habituales repartos de comida destinado a familias vulnerables, cuando dos policias paralizaron la entrega y les obligaron a recoger sus cosas. Desde la asociación denuncian que, al paralizar esta entrega, 30 familias se quedaron sin poder recibir la comida, la cual se entrega para dar alimento a estas personas durante todas las semanas. Además, la presidenta de la asociación, Carmen Allendes, afirma que la aparición policial asustó a estas familias debido a que muchas provienen de países extranjeros y “desconocen” las leyes locales, y creó preocupación entre el personal voluntario, quienes quieren llevar a cabo la ayuda sin problemas con la policía.
Al parecer, los agentes actuaron debido a una reclamación de un vecino y, al llegar al lugar de los hechos, detuvieron la entrega y solicitaron a los voluntarios “un permiso para repartir en ese sitio”. La presidenta de la asociación afirmó que es legal repartir en la calle mientras no alteres el orden público y ellos tenían el vehículo correctamente aparcado y estaban llevando a cabo “una entrega escalonada y ordenada”. “Era una entrega de comida que hay que cocinar, las familias las recogían y se marchaban sin dejar basura, además nosotros les citamos para que vengan a recogerla de forma escalonada”, explica Allendes con incredulidad tras lo sucedido.
“Nadie quiere la pobreza en su puerta, pero es una realidad”
La Asociación Amigos De La Calle se creó en 2007 para ayudar a personas sin hogar y este mes fue nombrada como un servicio de utilidad pública por la Generalitat Valenciana. Lleva desde sus inicios realizando entregas de comida y, según afirmaba su presidenta, en estos 25 años nunca han tenido un problema con la policía. Allendes señala que lo ocurrido parece ser un caso de aporofobia y apunta que “nadie quiere la pobreza en su puerta, pero es una realidad”. Además, también ha contado que cada vez hay más familias en situación de vulnerabilidad y que todas las semanas aparece alguna familia nueva, normalmente española, latinoamericana o ucraniana.