“La atención primaria está colapsada. En el mes de noviembre ya avisábamos que los centros de salud estaban saturados, pero ahora estamos viviendo una situación insostenible”. Con estas palabras, Eva Suárez, portavoz del Foro de Médicos de Atención Primaria de la Comunitat Valenciana (FOMAP-CV), describe, a este diario, cómo se encuentra en estos momentos la atención primaria y cómo el personal sanitario predice un futuro próximo “muy negro”.
“Ahora mismo, estamos pagando la celebración de Nochevieja con un aumento tan significativo de los contagios que está desbordando a los centros de salud. Pero lo peor es que ahora vendrán los contagios que se hayan producido en las comidas de Reyes, más lo que supone la vuelta al cole y, por supuesto, la gripe”. Una situación que, aunque no se está traduciendo en un colapso del sistema sanitario, ya que el número de hospitalizaciones sigue controlado, sí que lo es para la atención primaria.
FOMAP-CV se reunió la pasada semana con la consellera de Sanidad, Ana Barceló, para exponerle “la extrema situación que estamos viviendo en los centros de salud, donde, a los problemas crónicos largamente denunciados y sin respuestas efectivas, se une el elevado agotamiento físico y psicológico de los médicos de familia y pediatras, especialmente agudizado por la actual situación pandémica”.
Una reunión en la que se pusieron encima de la mesa algunas de las medidas necesarias para revertir esta situación aunque, en palabras de Suárez, “no sacamos nada en claro”. “Es verdad que se han producido algunos avances en la previsión de dotación estructural, pero la respuesta a día de hoy de la Conselleria se dirige al Plan de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, del que desconocemos con exactitud su contenido y en el que, hasta el momento, no hemos participado activamente en su elaboración ni sabemos nuestra capacidad de interacción o de modificación. Lo único que sabemos es que nos ha citado para otra reunión donde conoceremos más detalles”.
La prevención comienza a flaquear
Tal y como señala la portavoz de FOMAP-CV, “los y las profesionales de los centros de salud nos estamos dedicando, casi al 100%, al control y seguimiento de la COVID-19, dejando de lado lo realmente importante, la atención de las personas”. En este punto, reclaman una mejor gestión y más recursos para hacer frente a esta sexta ola.
“La primera ola nos pilló a todos desprevenidos, pero estamos en la sexta. No puede ser que el colapso en la atención primaria se siga dando ola tras ola”. Por eso, instan a la Conselleria de Sanidad a “sacar de la atención primaria el control de la COVID-19, de la misma manera que se hizo con la vacunación. Somos personas, y si dedicamos gran parte de nuestro tiempo en el control de los positivos, la realización de PCR, etc. dejamos de atender otras enfermedades que también están ahí”.
De esta manera, la pediatra Eva Suárez no solo hace un llamamiento a la ciudadanía para que “eviten las interacciones sociales”, sino que advierte a la Conselleria que “en caso de no actuar con urgencia, pagaremos caro esta situación”. Así, afirma que “no podemos hacer seguimiento de enfermos crónicos porque nos es imposible; estamos ya dando citas para finales de mes, cuando acabamos de empezar enero; y todo lo que habíamos ganado en prevención durante 30 años, lo vamos a perder”.
¿Las consecuencias? Suárez lo tiene claro: “vamos a tener que enfrentarnos, por ejemplo, a cánceres en estado avanzado porque no hemos podido centrarnos en la prevención, y eso no puede ser”. Asimismo, lanza una pregunta: “¿Qué pasa si empieza a contagiarse el personal de los centros de salud? No tenemos sustitutos...”.
Preguntada por la iniciativa de que las farmacias puedan notificar los positivos por COVID-19, que comienza a funcionar esta semana, Suárez lo valora “positivamente, porque es una ayuda para la atención primaria”.