Las autoridades alertan de la “nueva moda” de los pinchazos de droga como método para abusar en fiestas

Ya se han denunciado más de cuatro casos por haber sufrido pinchazos durante los sanfermines

Guardar

Fiesta en una discoteca
Fiesta en una discoteca

Se le llama sumisión química y es la “nueva moda” que está circulando por varios países. Este fenómeno ha llegado a Pamplona tras notificar cuatro denuncias de mujeres por haber “sufrido pinchazos en el brazo” durante las fiestas de San Fermín.

Los sucesos tuvieron lugar en tres lugares diferentes de la ciudad el sábado por la noche: dos de ellos ocurrieron en el Paseo Sarasate, otro en la calle Arrieta y el último en la zona de El Redín.

Las víctimas, en su mayoría mujeres, suelen mostrar visibles moratones en la zona del pinchazo y muchas aseguran sentirse aturdidas, pierden la memoria, sufren vómitos y sudores fríos o pierden el control de su cuerpo y no se dan cuenta de las heridas hasta horas o días después. El contenido de la sustancia, a pesar de ser todavía un misterio, parece ser éxtasis líquido.

Hasta el momento, los investigadores alejan el abuso sexual como motivo de las punciones ya que los sucesos ocurrieron en lugares céntricos y llenos de gente.

Las fuentes policiales han llamado a la calma para evitar desatar una situación de “alarma social”. “no hay nada concreto y nada claro por el momento, necesitamos más tiempo y seguir avanzando en las investigaciones” han asegurado.

La primera denuncia por sumisión química de este tipo que se produjo en España fue el pasado 22 de junio en una discoteca de Ibiza.

Alerta en otros países

Durante el segundo semestre de 2021, la Policía Metropolitana de Londres informó de que ya había recibido más de 1.300 denuncias de personas que afirmaban haber sigo agredidas con jeringuillas. Poco después, en enero de 2022, el testimonio de la estudiante Zara Owen se escuchó en el Parlamento Británico: la joven había sido agredida con una jeringuilla en una discoteca de Nottingham y a los pocos segundos era incapaz de moverse o hablar. Estos casos se han trasladado también a algunas zonas de Francia, pero ninguna ha derivado en agresión sexual según Le Monde.

Este extraño fenómeno, que parece haberse extendido por las discotecas y bares nocturnos de otros países, ya está siendo investigado por las fuerzas policiales de varios países, entre los que se incluye Reino Unido y Francia, para evitar que esta “nueva moda” se extienda.

Archivado en:

Destacados