Una empresa de energía pública y renovable para la Comunitat Valenciana

Tant l’Ajuntament de València com la Generalitat coincideixen en el pla per a portar avant una energètica pública i “100% renovable”

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Lo planteó el entonces candidato a la alcaldía de València por Compromís, Joan Ribó, y un mes después se ha visto reflejado en el acuerdo del Botànic II. El modelo ya existe y, hasta el momento, funciona: Barcelona creó su empresa pública 'Barcelona Energia' en 2017 para suministrar energía renovable a dependencias municipales. Unos meses después, también a 20.000 familias de la capital catalana.

La iniciativa se apunta en la primera página de acuerdo que permitió la investidura y nuevo gobierno del socialista Ximo Puig, aunque sin demasiados detalles. A través de una Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, plantean desarrollar como ente independiente la Agencia Valenciana de Energía "como herramienta de impulso para la producción y distribución de energía renovable para las administraciones, hogares y tejido empresarial". Añaden: "Como paso previo a la creación de un organismo con capacidad para la generación energética".

En mayo, tres semanas antes de las elecciones municipales que revalidaron el gobierno progresista de València, Ribó apuntó a una "ciudad digna y sostenible", para la que la formación propone una "comercializadora de energía eléctrica cien por cien renovable" y pública. En un modelo parecido al de Barcelona antes comentado, se comenzaría por suministrar corriente 'verde' a las dependencias municipales.

Ribó apuntó, como paralelo a ese plan, el "sueño" de ver "placas solares" en los tejados de todas las casas, que permitan el "abastecimiento de la escalera, bajar el precio y facilitar el acceso a esa energía a las personas con menos recursos".

Según ha detallado Ferran Martínez, diputado en las Corts por Unides Podem, el plan es, "efectivamente", crear una "comercializadora de energía con certificación 100% renovable" a través de la Agencia Valenciana de la Energía. "La idea es cubrir el suministro de la Administración Autonómica y las corporaciones locales que quieran sumarse", detalla. Con el tiempo, se avanzará para "competir en el mercado, ampliar la oferta" y, así, poder ofertar sus tarifas a empresas y familias.

Pèrgola fotovoltaica de Barcelona / EP

Dos empresas o "clientes"

En Barcelona el proyecto significó el ahorro de unos 710.000 euros anuales. Para funcionar, se abastece de la energía producida por placas solares en dos centros y de pérgolas: una solución que aporta cobijo del sol o la lluvia a los ciudadanos, a la vez que proporciona energía limpia.

Desde que en 1998 el expresidente del gobierno popular, José María Aznar, iniciara la privatización de Endesa, en España no ha habido empresas públicas de energía de gran tamaño. La pérdida de un sector estratégico para la Administración, supuso poner en manos de intereses privados elementos de primera necesidad. Aznar fue, en 2014, contratado como asesor de la cúpula directiva de Endesa por 200.000 euros anuales. Barcelona Energía es, de momento, la empresa de energía pública más grande del Estado.

El gobierno de la Generalitat se acaba de formar, y en el Ayuntamiento aún no están constituidas las concejalías, por lo que el tema aún no se ha abordado de forma conjunta. "Habrá que coordinarse y ver si les interesa más impulsar una empresa municipal o sumarse a ser clientes de la autonómica", señala Martínez.

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