La denominada 'operación Erial' se saldó ayer con siete detenidos. El más notorio y notable es sin duda el expresident de la Generalitat y exministro de Trabajo con Aznar, Eduardo Zaplana, acusado de diversos delitos como cohecho y blanqueo de capitales. Aunque se esperan una decena de detenciones en total, hasta el momento sólo se conocen seis más además de la de Zaplana.
Una es la secretaria particular del cartagenero, Mitsuko Henríquez, quien es una de las personas de su confianza. De hecho, cuando Zaplana se dejó la política, Henríquez continuó codo a codo con él.
Otro detenido es Juan Francisco García, abogado, exjefe del gabinete de Zaplana y expresidente del club de baloncesto Estudiantes. Fue detenido ayer en Barcelona cuando acudía a la asamblea de la ACB, donde era uno de los tres aspirantes a presidirla. Ha quedado, de esta manera, absolutamente descargado para ese puesto. La relación con el popular era tan estrecha que incluso este intentó colocarlo como presidente de una de las mayores empresas privadas de gestión de aguas en la Comunitat, Aguas de Valencia.
El empresario Vicente Cotino y su hermano José, como no podría ser de otra forma por su implicación en las adjudicaciones del Plan Eólico Valenciano, también están arrestados. Precisamente Vicente Cotino fue uno de los nueve empresarios que confesaron en el juicio de la Gürtel haber financiado ilegalmente al PP valenciano las campañas en 2007 y el general en 2008. Vicente y José Cotino son sobrinos del exconseller de Camps y expresident de les Corts Valencianes, Juan Cotino.
Joaquín Barceló, exdirector del Centro de Desarrollo Turístico de Benidorm, y su esposa, Felisa López, también han sido detenidos, además del que fuera secretario del consejo de administración de la ahora quebrada Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Francisco Grau.
Además de todos, el juez que ha ordenado la detención de Zaplana citará a declarar en calidad de investigados a Juan Cotino y a la mujer de Zaplana, Rosa Barceló.