La política invisible: las guerras y los liderazgos de las cúpulas políticas valencianas

Des d’Unides Podem fins al Partit Popular passant per Compromís, el PSPV i Ciutadans, totes les cúpules polítiques passen per moments complicats

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La parte visible de la política la conocen todos, o al menos, la gran mayoría de la ciudadanía. No obstante, detrás de grandes liderazgos como los de Mónica Oltra, Isabel Bonig, Ximo Puig, Toni Cantó y Naiara Davó, hay grandes equipos estructurados que forman las cúpulas políticas y los equipos de organización de cada formación política. Y de ellos salen gran parte de las políticas que salen a la luz. Desde políticas públicas, leyes y posicionamientos políticos concretos ante temas de plena actualidad hasta iniciativas parlamentarias, acciones legales y judiciales y hasta incluso el apoyo a movimientos asociativos del momento. No obstante, aún son la parte más invisible de la política. Pero, ¿cómo se encuentran estos órganos políticos y estructurales en cuanto a la política valenciana? ¿Les ha azotado la pandemia del coronavirus del mismo modo?

La formación morada de Unides Podem, pasa actualmente por tiempos convulsos, y hoy más, puesto que ante tres liderazgos bien claros, con nombres y apellidos, hace apenas semana y media, la coordinadora autonómica de la formación, Pilar Lima, quien ganó en la III Asamblea Ciudadano del pasado junio por 38 votos a la otra candidata, Naiara Davó, presentó la propuesta de cambio de la figura de sindica en les Corts. Un cargo que ahora recae en la figura de la alcoyana Davó y a quien Lima le quiere arrebatar. De este modo, los morados de Podem se reúnen hoy martes para aclarar la posición al respecto así si al final se efectúa este cambio. No obstante, las guerras internas en Podem son ya como el pan de cada día y todo apunta a que esta crisis no será la última: ciertamente ahí está la gracia de la política, en sus movimientos volátiles y en su juego orgánico.

Unides Podem-EUPV

Del mismo modo, la situación de Ciudadanos parece que pasa por el mismo juego orgánico, y es que si la posición de Cantó como síndic y como coordinador autonómico no hay  quien se la arrebata, parece que le haya salido un rival, en esta caso una rival. En la formación naranja de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, apunta alto y queriendo llegar a la cúpula directiva de la formación. De momento, con un gran trabajo en el seno del Ayuntamiento de Alicante, Mari Carmen, va ganando terreno político con unas políticas llamativas, muy criticadas por la oposición, por el colectivo LGTB, así como por algunos de sus socios de gobierno. Sin duda, la cúpula de Ciudadanos apoya a Cantó, pero el liderazgo de Mari Carmen empieza a ganar terreno, al menos en tierras alicantinas.

Lo mismo pasa en el Partido Popular, y es que si ante la potente figura de Bonig como presidenta de la formación azul, desde Alicante se le disputa su cargo como principal figura en la formación. Carlos Mazón es el nombre que suena entre las filas y quien algunos sectores del PPCV quieren poner como próximo presidente. El modus operandi se repite, y es que si en su día el murciano Zaplana dio lo mejor por su partido, en este caso un alicantino aspira a liderar el Partido Popular. No obstante, tampoco le hacen sombra dos mujeres potentes de la misma formación que con las últimas batallas en política se van posicionando en lo más alto de la cúpula del partido, y aun más en cuanto a la visibilidad política. Los dos nombres que más resuenan son los de Eva Ortiz, actual secretaria de organización, al mando de todos los 'pitufeos', como dice ella del hermano de Puig y los contratos con Á Punt, así como el que quien fue la joven promesa del PP en la época de Camps y Fabra, que con una amplia experiencia en política, la torrentina, Maria José Catalá, ya ha pasado por una alcaldía, por la conselleria de Eduación así como diputada autonómica y actualmente como líder de la oposición en el consistorio del Cap i Casal, donde también ha aspirado a ser alcaldesa. No obstante, Isabel Bonig ya ha anunciado que se presentará a la reelección como presidenta del PPCV.

Por otra parte, dos de las formaciones más relajadas en cuanto a su estructura orgánica son Compromís y el PSPV, ambas fuerzas conservan liderajes potentes, fuertes, sólidos y a los que de momento, no hay nadie a quien se le vea peligrar. No obstante, en cuanto a la formación valencianista de Compromís, la coalición presenta diferentes liderazgos, por una parte, Mónica Oltra por parte de Iniciativa, a quien se le ha visto en los últimos meses como una gran líder de su formación con las restricciones por la pandemia, Juan Ponce, en relación con la parte ecologista de Compomís, así como Àgueda Micó por la parte que le corresponde con el BLOC, la parte más numerosa de la coalición. En relación con esta parte de la militancia valencianista, la del BLOC, esta a la espera de celebrar su Congreso y con este la renovación de su estructura orgánica, para la que no se conoce otro liderazgo del de Micó y a lo que la pandemia del coronavirus ha obligado a retrasar esta votación por parte de la militancia, que a día de hoy no tiene nueva fecha. No obstante, Compromís tiene un problema, y es que ante el liderazgo de Baldoví en Madrid y su posible perdida del escaño por falta de votos, se disputaría en el espacio político valenciano una reestructuración de liderazgos en cuanto a esta formación política. ¿Se presentará Oltra por tercera vez como candidata a la presidencia de la Generalitat? ¿Le disputará la presidencia Joan Baldoví? ¿O será Oltra quien abandone les Corts como candidata y le dispute la alcaldía de la capital valenciana a la líder popular, Maria José Catalá ante una no-presentación de Ribó a la reedición del gobierno del Rialto? En el seno de Compromís no dejan de sonar nombres y es que mientras unos miran hacia Marzà como candidato a la presidencia de les Corts, otros reeditan la candidatura de Oltra y otras voces piden la bajada de Baldoví al espectro autonómico.

En cuanto al escenario estructural del PSPV-PSOE, no hay voces de un posible relevo de Puig como secretario general de los socialistas valencianos y es que si hace apenas tres años se veía una clara visibilidad y una apuesta por quien fue portavoz de la organización y president de la Diputació de València, Jorge Rodríguez, quien por el caso Alquería abandonó las filas socialistas, ahora Toni Gaspar como president de la misma Diputación no aspira, por el momento a posicionarse como máximo representante de la cúpula socialista. Por lo que incumbe a las filas socialistas, el liderazgo de Puig se vio al alza durante las dos primer olas de la pandemia, cuando la Comunitat Valenciana lideraba la gestión y no era noticia por casos macabros de coronavirus, pero ahora la realidad ha cambiado y aunque muchos ciudadanos no se toman en serio las palabras del president y la oposición le reprocha "ir por detrás del virus" y el "obviar a Oltra". No obstante, ni Mata, quien podría ser fácilmente un líder de la cúpula socialista, ni Gaspar, ni otras figuras socialistas aspiran al relevo de Puig como secretario general, pero empiezan a sonar nombres como Jordi Mayor, alcalde de Cullera y diputado de Turismo, o el del alcalde de Mislata, Carlos F. Bielsa. Pero, si esto no es el problema principal de los socialistas, los problemas llegan solos y es que quienes se enfrentan a un problema orgánico en el PSPV son sus juventudes y es que ante la suspensión temporal de militancia y la posición de Puig con las dimisiones por los vacunados indebidamente saltándose la lista de grupos prioritarios, la posición de secretario general de las juventudes socialistas peligra en manos de Fran López, puesto que este, como alcalde de Rafelbunyol, fue uno de los vacunados indebidamente, y si al final se hiciera realidad esta dimisión y la suspensión de militancia se endureciera, por la falta de "ética", según Puig, las juventudes socialistas se verían abocados en una falta de liderazgo y se pasaría a su reposición.

candidaturas_municipales_pspv

Con este análisis de las estructuras orgánicas de los principales partidos autonómicos valencianos, y a la espera de la celebración de los diferentes congresos constituyentes de los relevos de las cúpulas políticas del momento, e incluso de algunos cambios de nombre -como en el caso del BLOC-, esta es la radiografía de la política invisible, peor importante que nos deja la pandemia y en la que denotan liderazgos y sin duda, guerras internas.

 

 

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