Tanto el último macrobarómetro preelectoral lanzado por el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), como los últimos sondeos realizados por Invest Group y 40dB vaticinan una clara victoria del bloque de izquierdas en las próximas elecciones municipales de 2019, frente a una derecha que se debilitaría por la caída en picado del PP, que pasaría de los 10 concejales a 6.
Sobre si es Compromís o el PSPV la fuerza más votada, no hay consenso, ya que si unas encuestas pronostican un refuerzo de la candidatura de Joan Ribó (Compromís) que le aseguraría la alcaldía de València, en otros sondeos aparece la candidata socialista, Sandra Gómez, como la más votada.
Una disconformidad de resultados que también se trasladan al partido de ultraderecha Vox, pues hay quien augura que no superará la barrera electoral del 5%, mientras hay otros sondeos que pronostican su entrada con un máximo de dos concejales. Sin embargo, en lo que sí que parecen coincidir es en el repunte de Ciudadanos que, incluso podría llegar a empatar con los populares en número de ediles en el hemiciclo.
A pesar de las encuestas, y de los datos favorables para el bloque de izquierdas, que tendría más fácil la reedición del Govern de la Nau, lo cierto es que no hay que confiarse. Y es que ha quedado demostrado que la movilización es clave a la hora de declinar la balanza hacia un lado u otro. ¿Son los votantes de la derecha más fieles? ¿La abstención de la izquierda es más recurrente?
Puede que se trate de simples tópicos electorales, pero, de acuerdo con los últimos datos, en los comicios de los años 2000, 2011, 2015, cuando la participación nunca superó el 70%, el Partido Popular ganó las elecciones generales. Sin embargo, en 2004 y 2008, momento en el que se registraron datos de participación superiores al 70%, fue el partido socialista quien consiguió llegar al gobierno de España. Asimismo, hay estudios que apuntan al hecho de que los votantes menos acomodados, que podrían estar más dispuestos a votar a la izquierda, tienen una mayor tendencia a la abstención que el sector de la población con una mayor solvencia económica.
De hecho, la escasa participación en las pasadas elecciones autonómicas de Andalucía, en el que alrededor de tres millones de ciudadanos no acudieron a ejercer su derecho a voto, la derecha conseguía ocupar la Presidencia de la Junta de Andalucía después de 36 años de gobierno socialista.
En clave local, en las elecciones municipales de 2015, el voto se dividió entre las dos fuerzas más votadas: PP y Compromís. Así, se observa que mientras el Partido Popular fue el partido más votado en los barrios más céntricos de la ciudad de València, a excepción del Carmen y El Pilar, como Pla del Real en el que sus habitantes cuentan con una de las rentas media por hogar más elevadas de la ciudad, Compromís se erigía como la fuerza preferida en los barrios más periféricos y de voto joven, como el Cabanyal, Campanar, San Marcelino o Patraix.
En cuanto al resto de formaciones, en 2015, Ciudadanos consiguió el apoyo tanto de Nou Campanar, como de la zona de la Ciutat de les Arts i les Ciències, y el partido socialista encabezó el número de votos en Ciutat Fallera, Fuensanta y Orriols.
Suposiciones a parte, el próximo 26 de mayo, la ciudadanía valenciana está llamada a las urnas para decidir qué modelo de gobierno quiere: si la reedición del Govern de la Nau o la vuelta de la derecha al Consistorio.