Igualdad trabaja ya en frenar la feminización de la pobreza

”El 80% dels salaris bruts anuals per davall dels 12.000 euros són de dones”

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Manifestación en València por el 8M
Manifestación en València por el 8M

Desde la entrada del Botànic al gobierno de la Comunitat Valenciana, la lucha por una igualdad real y efectiva ha sido uno de los grandes objetivos. Y es que no solo se han aprobado leyes que han marcado un antes y un después en el reconocimiento y equiparación de derechos, sino que la inversión económica que se ha destinado a este fin se ha ido incrementando año tras año.

Por poner un ejemplo, la Red Valenciana de Igualdad recibirá, este año, 5,6 millones de euros y con la previsión de pasar de 35 profesionales, que había en 2015, a 101 agentes y 92 promotores y promotoras de igualdad que ofrecerán su atención a entidades locales de la Comunitat Valenciana. Los recursos económicos que se han destinado al fomento de las políticas de igualdad se ha multiplicado por cinco. Aun así, el Botànic va mucho más allá en la lucha por la igualdad.

Tal y como ha explicado la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, durante la presentación de la campaña institucional del 8 de marzo, “estamos siendo testigos de la creciente feminización de la pobreza. De hecho, el 80% de los salarios brutos anuales por debajo de los 12.000 euros son de mujeres”. Una situación insostenible que se pretende revertir con la nueva Ley de Igualdad.

Sin duda, se trata de uno de los retos del Consell para esta legislatura, que ya se ha comenzado a abordar. Una ley “muy participada” que se convierte en un instrumento clave para trabajar en la erradicación de esa pobreza que “terminará con gran parte de las desigualdades”. De esta manera, se ha comenzado a trabajar en los mecanismos de participación, que se articularán a través de lo que pasará a llamarse el Consell Valencià de les Dones.

Asimismo, la ley autonómica contra la Violencia sobre la Mujer se ha adherido al Convenio de Estambul que permite considerar la violencia contra las mujeres, en cualquiera de sus manifestaciones, como una violación de los derechos humanos. Gracias a esta ampliación de la norma, que responde a demandas del movimiento feminista, se amplía el foco de la violencia, y se incluyen los matrimonios forzosos, los abortos o esterilizaciones forzosas, así como cualquier tipo de abuso más allá de si la víctima tiene o no relación con el agresor.

En su momento, Oltra calificaba de “gran avance” esta adaptación al Convenio de Estambul porque “implica reconocer la violencia contra las mujeres como un problema social”. Por este motivo, en relación al anteproyecto de ley de Libertad Sexual del Gobierno central, la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, ha celebrado que se dé este paso, pero ha señalado que “necesitamos una legislación española que se adhiera también al Convenio de Estambul para que contemple las diferentes violencias que sufren las mujeres”.

En la Comunitat Valenciana, a partir del 6 de abril, y en el marco del Pacto Valenciano contra la Violencia de Género y Machista, se empezarán los trabajos para contar con una estrategia valenciana contra las agresiones sexuales.

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