Glòria Tello: "Nosotros somos tierra de música. Está en nuestro ADN"

”Els Refugis són un exemple de tota la tasca que hem fet de recuperació de la memòria històrica de la ciutat”

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Glòria Tello: "Nosotros somos tierra de música. Está en nuestro ADN"

En el epicentro cultural como es el Palau de la Música, hoy hacemos balance de estos cuatro años de cambio, con la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Glòria Tello. Nuevas propuestas que han abierto las puertas del Palau a todas las edades y a todos los estilos musicales, pero también las líneas de futuro son tan solo algunas de las novedades que nos cuenta Tello.

Hablamos primero del Palau de la Música que ha dado un giro de 180º ¿De qué te sientes más orgullosa?

Pues precisamente de lo que tú dices, de ese giro de 180° que nos ha permitido de alguna manera abrir las puertas de este edificio emblemático. Nosotros queríamos mantener toda la programación que el Palau tenía, una programación de gran excelencia y nos parecía muy importante mantenerla. Pero queríamos sumar con otras propuestas que permitieran, de alguna manera, que otras personas pudieron aproximarse en esta casa y entender que aquí siempre hay mucho que ofrecer, que siempre habría algo que les pudiera interesar. Llevamos toda la legislatura haciendo ese trabajo, el trabajo de abrir el Palau a todas y a todos y esto ha comportado muchas iniciativas, muchos ciclos nuevos, muchos conciertos nuevos para otros públicos, incluso para niños y gente de todas las edades. Y la gente está respondiendo, estamos viendo como funciona y se nos acerca gente que no se había acercado nunca. De hecho, nos lo dicen: es la primera vez igual en 50 años que entro al Palau de la Música. Esto nos gusta porque lo que queremos es que esta casa sea el epicentro cultural de la ciudad y esté a disposición de todo el mundo.

En ese intento de abrir las puertas del Palau hay un programa que es 'Menut Palau'.

'Menut Palau' es una de las propuestas que creamos para el público más pequeño, como dice su propio nombre. Para los niños y las niñas. Era importante para nosotros fomentar que vinieron los niños y las niñas porque entendemos que las nuevas generaciones de alguna manera tienen que habituarse a disfrutar de la música, ¿no? Aquí también hicimos una apuesta muy importante, empezamos a programar cosas que no se habían programado, casi todas de programación propia; también hemos llevado a artistas de fuera y hemos hecho festivales como por ejemplo 'Feretes i Cançonetes', que ha tenido muchísimo éxito. Lo hemos hecho varios años seguidos en la época de Navidad, y ha tenido una acogida grandísima. Festivales que no solo han llevado música, sino talleres, juegos, muixerangas, es decir, una serie de actividades que han complementado la oferta musical y que han hecho que las familias se acerquen. Los niños y las niñas se acercan con sus familias y nos gusta, porque aunque el día que se acerquen, de repente, te ves 200 mil niños por aquí pegando vueltas, es una escena poco habitual. Pero nosotros queremos esto, que puedan entender que es un lugar divertido, para disfrutar de la cultura

"La cultura es un derecho, pero hay que dignificar la profesión"

Otra iniciativa es 'Emergentes al Palau', ¿Se están abriendo las puertas del Palau a estilos musicales que antes no tenían cabida?

Exacto, 'Emergentes al Palau' es un proyecto, que siendo uno de los más asequibles, yo creo que es uno de los más importantes, al menos para mí es muy importante. Porque no solo abre la puerta a otros estilos sino que da la mano a aquellos músicos o grupos que, como dice el nombre, están emergiendo, no tienen una carrera sólida, no tienen muchos discos grabados y que necesitan de alguna manera esa mano que les ayude y que les lleve, y que, evidentemente, nunca hubieron pensado poder actuar aquí en el Palau de la Música.

Este proyecto es muy necesario y, además, creo que se ha hecho muy bien, con mucho sentido porque ha tenido en cuenta cosas que nos parecen muy básicas, pero que no siempre en el mundo de la cultura están muy tenidas en cuenta, como es por ejemplo dar de alta a los músicos en la Seguridad Social, pagarles. ¿Cuántos músicos hay que actúan por salas por prácticamente nada o por algunas entradas? Nosotros entendemos que no, que hay que dignificar la profesión de la persona que se dedica a hacer cultura, sea músico o lo que sea, y por eso tenemos que dar ejemplo como administración pública que somos. Y en este proyecto, yo creo que ha sido muy bien recibido, con un precio bastante asequible y para nosotros es de nuestros estándares, porque representa también la línea política que queremos marcar en esta casa.

Muchas veces el Palau no ha sido noticia por las mejoras que se han llevado a cabo, pero han sido muchas...

En el Palau se han hecho mejoras de muchos tipos. Desde hacer nuevas ofertas hasta hacer una nueva página web, que parece una cosa sencilla, pero en una casa como esta es complejo, y también creo que es una manera de dar difusión a lo que está pasando aquí. La nueva página web del Palau de la Música está muy bien pensada para, no solo enseñar a la ciudadanía lo que tenemos aquí, sino también para enseñar quién somos. En la nueva página, tenemos un apartado donde habla de los músicos, se les presenta, sus fotografías, quién son, cómo se llaman, qué instrumento tocan... habla de la historia de la construcción de este edificio, es decir, es una página web pensada no solo para mostrar qué actividades tenemos, sino también para mostrar quién somos, qué estamos haciendo y que de alguna manera la gente nos conozca un poquito más.

Pero al margen de esto, muchísimas más, sobre todo mejoras como, por ejemplo, hemos comprado un piano, que el Palau de la Música no tenía un piano en condiciones. Teníamos pianos alquilados, pero no teníamos uno propio que estuviera a la altura. Es una inversión grande que hemos hecho realmente en esta legislatura porque entendemos que nuestro Palau tiene que tener un piano en condiciones.

Después también muchas cosas que tienen que ver con el mismo edificio. El Palau de la Música tiene 32 años, y es un edificio que empieza a tener teclas. Evidentemente, cuando un edificio es nuevo está bien, pero cuando pasan unos años, es como las casas, ¿no? Hay que hacer reformas, y hemos tenido que hacer muchas reformas, por ejemplo, asumir no solo la limpieza de las cristaleras, sino la reparación de algunas juntas que estaban mal, e incluso otras reparaciones de cosas que iban rompiéndose con el paso del tiempo, también por la carencia de mantenimiento anterior. Es un poco de todo. Hemos realizado esa inversión tanto en compra de materiales, como reparación de edificios, como creación de herramientas que permiten llegar a la gente como la web, o incluso la creación de los ciclos, que también son inversiones.

Además, el Palau de la Música ha sacado a licitación el contrato de obras de reforma en el sistema de climatización con un presupuesto base de 1.412.454 euros, IVA incluido. Una obra muy necesaria porque el sistema está muy deteriorado y, en algunas zonas, hasta roto.

Y, ¿Qué nos puedes contar del programa 'Jazz en Viu'?

'Jazz a poqueta nit' fue uno de los primeros ciclos que creamos. Ahora no sé decirte si fue el primero. 'Jazz a poqueta nit' fue una idea de Vicent Ros, que como sabéis es el director del Palau, pero sobretodo es músico, ha sido músico toda su vida. Vicent tenía mucho interés en crear este ciclo porque de alguna manera veía que los músicos de jazz valencianos tienen muchísima calidad pero muchas veces aquí no tenían espacio. Los vemos actuar en otras ciudades de España o de Europa, pero aquí no había tanta posibilidad. Y Vicent tuvo mucho interés en que crearemos este ciclo. 'Jazz a poqueta nit' es un ciclo de música jazz, pero la hacen músicos valencianos. Está funcionando muy bien, es un ciclo necesario porque de alguna manera, como hablábamos del de 'Emergents', da oportunidades a gente que merece la pena, que son grandes profesionales y que queremos que sean profetas también en su tierra, tan complicado a veces. Nosotros queríamos que fuera posible. Y creo que fue el primer ciclo que hicimos en esta línea.

Hablando del Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia, ¿Qué supone para la ciudad acoger este tipo de eventos?

Nosotros somos tierra de música, está en nuestro ADN. Entendemos que la música de banda tiene una singularidad especial dentro de lo que es la cultura valenciana. La música de banda está muy arraigada, no solo en la ciudad sino en todo el territorio valenciano y este certamen es centenario, muy importante. De alguna manera es el máximo exponente de esta realidad nuestra, de esta realidad que tenemos como pueblo, de ser un pueblo musical y con una peculiaridad singular en cuanto a la música de banda. Pues, el certamen funciona muy bien, lo estamos llevando a cabo en la línea que nos interesa, que es no olvidar a las bandas de aquí pero que también tuviera un aspecto internacional, que para nosotros era importante. Y una novedad que hemos incluido en este Certamen es que el Precertamen, los tres primeros días antes de que empiece el certamen, lo hemos querido hacer haciendo partícipe a toda la ciudad en él, y esto lo hemos conseguido llevando esos conciertos a los barrios, en las plazas, en la línea que seguimos con 'Cultura als barris', y 'Cultura als pobles' también. En el Certamen Internacional de Bandas de Música sí que hemos querido que hubiera esa parte de ir a plazas y barrios de la ciudad a mostrar a todos los valencianos y valencianas que el Certamen está a punto de empezar. También es una manera de aproximarnos a la gente y que se den cuenta que estamos viviendo ese momento, y que recuerden la importancia que tiene la música de banda para nosotros.

En otra entrevista nos contaste que estabais iniciando los trámites para hacer el Museo de la Música de Valencia, ¿Qué nos puedes avanzar?

Es un museo que nosotros consideramos que es necesario, por lo que hablábamos. Es muy importante en nuestra ciudad, en nuestra tierra, y entendemos que hace falta un espacio que muestre esa realidad. Nuestra idea es llevarla a cabo dentro del Palau de la Música. Aquí tenemos una sala de exposiciones que habitualmente se utilizaba para exposiciones de arte contemporáneo. A nosotros nos parece que es mucho más apropiado poder utilizarla para un museo que ponga sobre la mesa la realidad musical nuestra. Estamos haciendo todos los preparativos para poder hacer esa inversión, porqué, realmente, lo que hemos encontrado, por lo que hablábamos antes de que el edificio ya tiene 30 años y van saliendo cosas, justo en esa sala hemos encontrado algunos problemas de filtración de agua, de juntas que no casan bien, sobretodo de agua cuando llueve. Y nosotros tenemos que arreglar primero esto para poder dotar después el espacio de toda la maquinaria y todo lo que necesita un museo. Y estamos en ese punto de arreglar toda la parte externa, pero que afecta a la sala, para después hacer la inversión y que no tengamos ningún problema de filtración de agua ni de nada.

Uno de tus retos ha sido acercar la cultura a la gente y hacerla más accesible como por ejemplo con 'Cultura als Barris' o 'Cultura als Pobles'.

Esa era una de mis máximas intenciones. Yo soy del Cabañal, ahora el Cabañal tiene más oferta, pero cuando era joven tenía siempre que coger un medio de transporte para ir a disfrutar de la cultura al centro de la ciudad porque en mi barrio no había prácticamente nada. Para mí es importante entender que la cultura es un derecho, todas y todos tenemos derecho a disfrutar de ella, independientemente de la zona en la que vivimos o de los recursos que tengamos. También nosotros somos administración pública, y esto no nos tiene que hacer perder de vista que tenemos que hacer un trabajo pensando en las personas. En esta línea nació 'Cultura als Barris' y 'Cultura als Pobles', un proyecto grandísimo, muy complejo y con una logística muy complicada. Estamos yendo a 24 barrios de la ciudad a llevar espectáculos de todo tipo, desde circo, teatro, música, talleres... de todo. La gente lo está recibiendo muy bien, los vecinos y las vecinas participan mucho de este proyecto. Siempre cuento, en plan gracioso, que los únicos que se enfadan son los de los barrios donde no vamos. Es que es imposible ir a todos. Pero sí, es un proyecto que tiene muy buena acogida, y yo creo que es muy necesario.

Después tiene una parte que me parece muy importante remarcar, que es que este proyecto es gratuito para las personas, pero los profesionales de la cultura que trabajan, evidentemente, tienen su remuneración, esto es muy importante. Y de alguna manera también pretendemos que los vecinos y las vecinas, gracias a nuestro proyecto, se aproximen a estas actividades porque también adquieren un hábito de consumo de cultura, o sea que también queremos que no se quede aquí solo. La cultura yo creo que no tiene que ser gratuita, la cultura se tiene que pagar, pero sí que tenemos que fomentar el hábito de consumo de esa cultura. Y si nosotros aproximamos un espectáculo de títeres a una plaza y una familia disfruta de ese espectáculo y le gusta, es más fácil que al mes siguiente acudan al teatro donde se hacen títeres para consumir otro espectáculo, ¿no? Un poco es la complejidad del proyecto, pero creo que era muy necesario.

 

"En esta legislatura hemos puesto los pilares de la casa, pero hay que acabarla"

Como concejala de Cultura, ¿Piensas que ha evolucionado en estos cuatro años la manera de entender la cultura?

Yo creo que sí, que uno de los cambios más visibles en la ciudad, al margen de la movilidad y todas estas cosas que siempre tenemos presente, yo creo que es la cultura. Me siento muy satisfecha del trabajo hecho, que ha sido un trabajo muy duro, que no se piense nadie que ha sido una cosa que nos ha venido fácil. Hemos dedicado muchas horas, hemos hecho un esfuerzo, y yo creo que la gente lo valora. Las encuestas que hemos ido haciendo a lo largo de la legislatura nos han demostrado que se ha valorado mucho el trabajo que se ha hecho en la cultura, tanto en actividades culturales, como programaciones, así como el cambio de sacar la cultura a todos los rincones de la ciudad. La gente lo ha acogido muy bien. Creo que el cambio sí que lo hemos percibido.

Recientemente presentasteis la web Cultural Valencia para que la cultura formara parte del día a día de la gente, ¿Tenéis datos para hacer un balance de cómo ha sido la acogida?

Esa web es muy compleja porque nosotros lo que queríamos era que hubiera un espacio, una fiesta única, como nosotros decimos, donde mostrar todo lo que se hace en la ciudad, toda la potencialidad cultural que tiene València, que tiene muchísima, pero no había un lugar donde poder informarse de lo que había. Nosotros lo que queríamos era que existiera una ventana única que no solo contara lo que hacíamos nosotros desde nuestra concejalía, sino lo que se hace desde todo el Ayuntamiento y no solo el Ayuntamiento, sino otras administraciones, incluso de actividades privadas. Esto era muy complejo, de hecho hemos estado más de dos años preparando esta web porque el reto era complicado. Cómo tú dices, la sacamos a la luz hace un par de meses, está funcionando muy bien. Cultural Valencia tiene unos ítems que permiten de alguna manera facilitar a todo el mundo ver  lo que quieran, tiene unos filtros que permitan filtrar por días, por tipos de espectáculo o por tipo de público, y la gente nos lo está agradeciendo. Creemos que es muy importante, incluso para los turistas. Es interesante poder saber que hay un sábado en la ciudad y a esta gente le da igual si lo hace el Ayuntamiento, la Diputación o una empresa privada, lo que quieren es saber qué hay. Bajo ese prisma, esa filosofía, hemos puesto en marcha la maquinaria y, de momento, no tenemos muchos datos porque acabamos de nacer prácticamente, pero sí que está teniendo un uso. La gente se está habituando a utilizar Cultural Valencia.

Otra parte de la historia y la cultura de Valencia estaba escondida en el Refugio de Serranos, ¿Qué ha supuesto para ti poder reabrir este espacio?

Los Refugios son un ejemplo de toda el trabajo que hemos hecho de recuperación de la memoria histórica de la ciudad. Cómo sabes, hay leyes aprobadas, la Ley de la Memoria Democrática es del año 2007 y no se estaba cumpliendo en nuestra ciudad, era una cosa que nosotros no entendíamos, y queríamos hacer esa tarea: cambiar nombres de calles, recuperar espacios que estaban invisibilizados... Uno de ellos son estos Refugios. Los Refugios son bienes de relevancia local, son espacios protegidos, tienen una protección patrimonial. A pesar de esto estaban prácticamente abandonados, muchos tenían usos que no tenían nada que ver y habían sido en parte modificados, cosa que no es tolerable si hablamos de edificios que tienen una singularidad y una historia que tenemos que proteger.

Nosotros iniciamos esa tarea. Empezaremos por la recuperación del refugio de la Casa Consistorial, del Ayuntamiento. Ese refugio, cuando llegamos, era un almacén de trastos viejos, de papeles de hacía 30 años. Así, empezamos por él, por la facilidad de tenerlo en el Ayuntamiento, y después continuamos con el de la calle Serranos, que también ha tenido una visibilidad importante porque, además era un refugio muy visto. Había estado antes utilizado por una falla, anteriormente creo que era una tienda de plátanos... había pasado por muchas fases. Bien, lo hemos podido recuperar y la gente está disfrutando de ellos.

Ahora, tenemos en marcha la recuperación del Refugio de Massarrojos, que es un refugio diferente, se excavó en la tierra, bajo el municipio, pero no se acabó. Se acabó la guerra antes de acabar el refugio, pero es grandísimo y nos parecía muy importante recuperar también un refugio en un pueblo para generar también ese flujo de gente que se acerca a nuestros pueblos y conozca su riqueza. Estamos iniciando ese y, por otro lado, tenemos la recuperación del Refugio del Saler, el búnker del Saler. Este espacio no es nuestro, es del Ministerio, del Gobierno Central, pero nosotros hemos solicitado que nos hagan una cesión porque está abandonado. Además, está lleno de arena de la playa del Saler. Hemos solicitado esa cesión para poder invertir en su recuperación y abrir también las puertas para que la gente pueda visitarlo. De momento, el Ministerio nos está respondiendo bien, nos está pidiendo informes y documentos, pero no nos han dicho que no. Estamos trabajando en ello.

A veces, la gente no entiende la importancia que tiene la recuperación de la memoria histórica...

Yo creo que es una tarea muy necesaria, ya no solo por lo que hablábamos de que hay una ley aprobada y las leyes se tienen que cumplir, también tenemos que ser muy conscientes de cuál es nuestro pasado porque, en muchas ocasiones, es lo que nos permite no caer en los mismos errores. En este sentido, estaba todo por hacer, no había nada. Por ejemplo, cambios de nombres de calles, que son medidas que siempre son complicadas porque la gente puede vivirlas como una cosa no necesaria. Yo creo que al fin hemos estado muy bien, nos lo hemos tomado en serio, no lo hemos querido hacer de una manera impulsiva. Lo hemos hecho basándose en un trabajo, además codo con codo con la Universidad porque todo fuera muy correcto, y hemos querido que la transición sea muy amable, sobretodo para no generar esas molestias a los vecinos y las vecinas. Hemos estado un año con los dos nombres para que la transición fuera muy amable. Yo creo que para la importancia de la medida y la cantidad de calles que se han cambiado, creo que se ha trabajado muy bien y que la gente ha ido complementando, que también es una manera de avanzar.

Una pregunta casi obligatoria son las primarias, ¿Cómo las estáis viviendo?

Las primarias son un sistema evidentemente más democrático que otros, pero también son un sistema intenso que, bien, tendremos que valorar cuando pasen ahora, esta semana, no nos queda nada. Tendremos que valorar si en este sistema lo que se valora y se premia es el trabajo hecho o entran en juego otras variables que tendremos que analizar. Pero esto, hasta que no tengamos los resultados, no se puede saber.

De estar al frente otra vez de la Concejalía de Cultura, ¿Cómo te gustaría que hubiera evolucionado de aquí a cuatro años?

A mí me gustaría acabar un montón de proyectos que tenemos en marcha, que muchos incluso no hemos podido ni contar. Una de nuestras intenciones, por ejemplo, seria aproximar la cultura a los barrios, como estamos haciéndolo a través de actividades en las plazas y en las calles, pero lo estamos haciendo así porque en la ciudad no tenemos espacios culturales en los barrios. Siempre digo que cualquier pueblo, por muy pequeño que sea, de 500 habitantes, tienen su Casa de la Cultura, y en la ciudad de València, en nuestros barrios que hablamos de miles y miles de habitantes, no tenemos espacios públicos destinados a hacer actividades culturales para los vecinos y las vecinas. Esto es un proyecto que tenemos en marcha. Tenemos cuatro espacios proyectados en barrios como el Cabañal, como Orriols, como la zona de avenida del Puerto, o el Parque Central, que tenemos en marcha y será de las primeras que acabarán. Esos proyectos sí que me gustaría verlos nacer porque en el Ayuntamiento la administración es muy lenta, siempre lo decimos pero es verdad, y poder hacer, por ejemplo, la recuperación de un espacio para destinarlo a una Casa de la Cultura, puede comportarte toda la legislatura y parte de la siguiente. Claro, son proyectos que tenemos en marcha y que querríamos acabar, que no vengan otras personas y los eliminen porque nos han costado mucho.

Yo siempre digo que en esta legislatura hemos puesto los pilares de la casa, hemos puesto la cimentación, pero la casa hay que acabarla. En ese sentido, proyectos como estos son muy necesarios. También tenemos el Museu de la Mar, que es otra necesidad que creemos que tiene esta ciudad, una ciudad marinera. Siempre se ha dicho que vive de espaldas al mar, pero es verdad que hay una zona de la ciudad que siempre ha vivido el mar como muy propio y tampoco hay ningún espacio que explique esto. Y nosotros tenemos en marcha la realidad del Museu de la Mar, que lo haremos en tres sedes diferenciadas para de alguna manera también se genere un flujo de visitantes en toda la zona de los Poblados Marítimos.

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