Con "la misma ilusión que el primer día", Miguel Chavarría, alcalde de Alboraya, afronta esta cuarta legislatura al frente del consistorio. Con la vista siempre puesta en mejorar los servicios y las ayudas que desde el Ayuntamiento se ofrece a los vecinos y vecinas, especialmente a los colectivos más vulnerables; Chavarría también tiene presente la ejecución de importantes infraestructuras que contribuirán a hacer más atractiva Alboraya, como un gran parque que conectará con el de Peixets; infraestructuras educativas para mejorar la calidad de la enseñanza; o la apuesta por la accesibilidad y la eficiencia en la localidad. De todo esto, y más, hablamos en esta entrevista.
Es la cuarta legislatura al frente de la Alcaldía de Alboraya, ¿cómo lo afrontas?
Con la misma ilusión del primer día. Hay muchos proyectos que en cuatro años se quedan por hacer, y más en una legislatura que ha estado marcada por la pandemia y que nos ha hecho frenar más de un año para atender lo que era importante en ese momento: preservar la salud pública y atender a los colectivos más vulnerables. Ahora es momento de poner en marcha, otra vez, toda la maquinaria. Además, cuento con la ayuda de los concejales de Compromís que aportarán un gran trabajo en las áreas de Cultura, Comercio, Medio ambiente y transición energética, Igualdad y Participación.
¿Cuáles son esos proyectos que se paralizaron y que empezarán a ver la luz a lo largo de esta nueva legislatura?
En primer lugar, hay que destacar que, para nosotros, lo más importante ha sido normalizar la deuda y que los servicios que damos a la ciudadanía no disminuyeran. Por ejemplo, hemos hecho una importante apuesta por los Servicios Sociales, en colaboración con la Generalitat y la Diputació de València, con ayudas de alquiler, de comida o de emergencia para hacer frente al pago de suministros, como la luz o el agua, que lo asumimos desde el consistorio. Además, hemos ayudado a comerciantes y emprendedores cuando más lo han necesitado con ayudas económicas.
Sin embargo, tenemos para Alboraya otras inversiones en materia de infraestructuras, como es el caso de la piscina de verano. El objetivo en esta legislatura es cerrar la fase 2 y 3 de la piscina que consiste en una piscina infantil y otra de juegos. Es un proyecto importante para nosotros en el que ya estamos trabajando desde el 14 de junio.
Así mismo, tenemos pendiente la remodelación tanto de la entrada al pueblo por Tavernes Blanques, como la remodelación de la plaza del Pueblo que, en este caso, requiere una inyección económica muy significativa porque incluye el desvío hacia las afueras de las acequias que atraviesan el pueblo evitando, así, inundaciones en épocas de fuertes tormentas. Y también queremos renovar la calle Miraculosa, donde está el consistorio, que se adoquinó en 1965 y la idea es mejorarla y que pase de ser una calle a una plaza peatonal, desviando el tráfico por las calles adyacentes.
Por último, tenemos el proyecto PAI Ronda Norte donde, además de la creación de una ronda que rodeará el pueblo por el norte, habrá espacio para un carril bici y la construcción de edificios plurifamiliares destinados, principalmente, al alquiler accesible, porque tenemos una gran demanda de jóvenes que quieren vivir en Alboraya. Hay que destacar que estamos negociando la posibilidad de que el proyecto incluya también una residencia de mayores privada.
Alboraya, además, tiene un gran atractivo turístico, ¿cuáles son los siguientes pasos para continuar potenciándolo?
Sí, de hecho nos han concedido el premio de Proyecto de Sostenibilidad de Turismo que supone casi dos millones de euros, gracias a actuaciones como la pasarela ciclista que conecta con Port Saplaya. Pero tenemos actuaciones pendientes en esta área, como la rehabilitación del chalet de la calle Miracle, que se convertirá en nuestra Oficina de Turismo; la creación de una nueva pasarela ciclista y peatonal que vaya por el camí de la Mar conectando, así, el núcleo del pueblo con las playas y con el anillo verde existente; o la rehabilitación de las motas hasta el final del Carraixet, ya que el objetivo es crear zonas verdes que desemboquen en un parque que se una con el parque de Peixets. En este punto, ya hemos pedido a la Confederación Hidrográfica del Júcar que nos ceda su uso.
Por último, quiero destacar un proyecto que consistirá en la incorporación de sensores en las acequias para detectar quién y cuándo se hacen vertidos, porque esto puede perjudicar a nuestras playas; además de apostar por las nuevas tecnologías para, a través de la web y de la app, dar a conocer nuestras rutas turísticas; y, por supuesto, iniciar todos los trámites para que la playa de la Patacona reciba la bandera azul.
Se ha hablado mucho la reducción del desempleo en Alboraya, ¿qué líneas habéis seguido?
Nosotros tenemos un acuerdo muy importante con Pactem Nord y, además, tenemos un muy buen grupo de trabajo que son las Agencias de Desarrollo Local que se preocupan de estar en contacto con la comarca y se encargan de gestionar los anuncios, las bolsas de trabajo, etc. Todo esto está funcionando muy bien y, por lo tanto, en Alboraya tenemos un índice de paro muy bajo.
También habéis hecho una apuesta importante en materia de eficiencia energética...
Sí, gracias en parte a las ayudas que nos han otorgado desde el IVACE (Institut Valencià de Competitivitat Empresarial), hemos podido poner en marcha acciones como la mejora del alumbrado en los polígonos industriales; la instalación de fibra para las empresas; el cambio a LED de toda la luminaria del pueblo; o la compra de coches eléctricos para los servicios municipales, como las motos de la policía que son 100 % eléctricas. En este punto, queremos hablar con el Ayuntamiento de València para ver si podemos aprovechar los autobuses híbridos de la EMT que ya no utilizan.
Además, no solo hemos instalado placas solares en los edificios municipales, como el Auditorio, la Casa de Cultura o las marquesinas nuevas del autobús; sino que estamos subvencionando al 50 % en cinco años a los vecinos que se instalan placas solares.
En definitiva, estamos muy concienciados en el tema de la eficiencia energética porque consideramos que es fundamental para ahorrar recursos y crear una ciudad más sostenible.
Otro de los programas estrella de la Generalitat y que ha ayudado mucho a los ayuntamientos ha sido el Pla Edificant...
Sí, con el Pla Edificant rehabilitamos los centros educativos Cervantes, Ausiàs March y el centro de Primaria de Patacona. Pero, además, tenemos pendiente una actuación muy importante para Alboraya, que hemos adjudicado recientemente en el pleno, que es la construcción de un nuevo instituto en La Patacona con una inversión de 12 millones de euros y con un plazo de ejecución de 18 meses. Sin duda, es una infraestructura más que necesaria para mejorar los recursos educativos públicos de nuestra localidad.
Las ayudas que recibís los ayuntamientos por parte de la Generalitat y la Diputació son esenciales para sacar adelante proyectos de gran envergadura, ¿hay una cierta expectativa para ver qué pasa con el cambio de gobierno?
La es verdad que sí. Hemos pasado de un modelo en el que se repartía el dinero a quién ellos querían a otro equitativo en el que se tiene en cuenta criterios como, por ejemplo, la población y, además, para llevar a cabo las actuaciones que cada municipio necesita. Nosotros confiamos en que todo lo positivo que ha hecho el otro gobierno, lo mantendrá el actual porque, al final, es beneficioso para la ciudadanía. Las instituciones tiene que dotar de fondos a los municipios porque, de lo contrario, a los ayuntamientos no nos queda muchas alternativas.
De aquí a cuatro años, ¿cómo te gustaría que hubiera mejorado Alboraya?
Principalmente, me gustaría que la gente de Alboraya continuara siendo amable, generosa y preocupada por su pueblo, eso es lo mejor. Después, tenemos proyectos para hacer a largo plazo, como infraestructuras educativas públicas en el casco histórico; hacer Alboraya más atractiva con la rehabilitación de viviendas y solares; que finalice el proyecto de reurbanización del espacio de las antiguas Bodegas Vinival en la Patacona, y que se transformará en un espacio sostenible con viviendas eficientes, carril bici y una ancha zona verde sin derribar este edificio tan emblemático; o presumir de las playas de Alboraya con ese gran parque verde, que estamos seguros que será un polo de atracción, porque hay pocos espacios de estas características en la costa. Pero, en definitiva, queremos que Alboraya mantenga viva su esencia de pueblo y de reunión vecinal.