El "devorador de recursos" del AVE repercute en la calidad de Cercanías

Des d'Indignats amb Renfe assenyalen que l'alta velocitat s'emporta el 80% de les inversions malgrat representar el 3,1% dels usuaris

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Es una situación general en todo el Estado pero particularmente grave en la Comunitat Valenciana. La falta de inversiones a la red ferroviaria de la Comunitat desde Madrid, sumado a la "inversión desproporcionada" en pro de la infrautilizada Alta Velocidad Española (AVE), genera cada vez más rechazo y organización entre los usuarios de Rodalia y Media Distancia. "Se deja de lado por un modelo de ferrocarril insostenible, un devorador de recursos", apunta Samuel Martínez, portavoz de la asociación Indignats amb Renfe.

El estado de Renfe en la Comunitat Valenciana está en 'actualidad dilatada'; los retrasos, cancelaciones, falta de personal o averías son problemas comunes que, como atestiguan las redes sociales, se suceden a diario. Sin embargo, ha tomado aún más actualidad desde que la semana pasada, el viernes, la policía identificara a una usuaria que protestaba por un nuevo retraso.

Una mujer, tras diez minutos de retraso de la línea entre València y Moixent, comenzó a realizar ruido para protestar contra las continuas deficiencias del servicio. La Policía Nacional de la estación procedió a identificar a la usuaria; sin embargo el resto de personas, también conocedoras de las deficiencias, rodearon a la policía para impedirlo. Desde Indignats amb Renfe se anima a la protesta; pitar o hacer ruido con elementos cercanos cada vez que se retrase o cancele un tren. Eso sí, señalando que la "incompetencia de los gestores" no recaiga en los trabajadores.

El mismo Conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, aseguró en una entrevista a València Extra entender el por qué de este tipo de quejas. "Tenemos que hacer una reflexión como sociedad y como país", aseguró. Sostuvo que las fuertes inversiones en la Alta Velocidad han traído ventajas, pero también "inconvenientes" que "se ven ahora". Es, precisamente, uno de los argumentos de Martínez: "En 2018, el 80% de las inversiones se fueron al AVE, y sólo el 20% a cercanías y medias distancias". Esto en un contexto en el que los usuarios de la Alta Velocidad representan sólo un 3,1%, mientras que los del servicio de cercanías el 96,2%. "Unas inversiones, totalmente, desproporcionales", asevera.

Uno de los ejemplos de inversiones y mantenimiento de la red ferroviaria de la Comunitat Valenciana está en la línea C5, de València a Caudiel. Los trenes, con una antigüedad aproximada de 40 años, todavía funcionan por combustión -no son vías electrificadas, con catenarias-, con un sistema de ventilación que no impide que el humo de la combustión entre dentro de los vagones. Unos trenes que se confrontan, incluso, con las políticas medioambientales y la Agenda 2030 que España y la Comunitat han suscrito.

El pasado miércoles, desde el gabinete de España se anunció una futura reunión con su homólogo estatal, José Luís Ábalos, para tratar la problemática con los cercanías. Una de las posibles soluciones, que el diputado de Compromís, Joan Baldoví, ya ha pedido en el Congreso, es la transferencia de las competencias a la Generalitat. Algo que tanto España como el President de la Generalitat, Ximo Puig, creen que podría ser positivo pero "acompañado de las inversiones necesarias", es decir, junto a una dotación pactada.

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