El Consell Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC), ante la finalización de su mandato, en aplicación de la Ley 2/2024 de 27 de junio de la Corporació Audiovisual de la Comunitat Valenciana S.A, considera necesario hacer un breve balance de los retos y los hitos.
En el año 2016, todo estaba para hacer. Los medios de comunicación públicos valencianos, después del cierre de RTVV en 2013, eran inexistentes y en la actualidad son una realidad. Cuando se aprobó la Ley 6/2016, ahora derogada, la intención del legislativo fue dotar la ciudadanía de unos medianos públicos plurales, independientes y rigurosos que garantizaron la vertebración y la cohesión territoriales, a través del fomento de la cultura valenciana y de la lengua propia.
El Pleno de Les Corts eligió, ahora hace cerca de 9 años, los primeros miembros del Consell Rector, en cumplimiento de la Ley 6/2016. Desde entonces, el Consell Rector ha sido el máximo órgano de la Corporación y el responsable del cumplimiento de los objetivos generales de servicio público y principios de programación establecidos para la Corporación y sus sociedades, así como de la buena administración y gobierno de estas, con el objetivo de garantizar unos medios de comunicación públicos y en valenciano.
En estos años, la Corporación ha contado con un Consejo de Informativos, necesario para velar por la independencia, la veracidad y la objetividad de los contenidos informativos, que se ha regido por un reglamento elaborado con la participación de los trabajadores y trabajadoras. Así mismo, el Consejo de la Ciudadanía ha permitido introducir la representación social y la voluntad de tener unos medios de todos y para todos. Por otro lado, la aprobación y seguimiento de un Libro de Estilo abierto y coral, ha cumplido con el objetivo de garantizar la independencia profesional y los contenidos de calidad, según los principios de las buenas prácticas con criterios deontológicos y éticos propios del periodismo contemporáneo. El carácter participativo se ha consolidado con la presencia en este Consejo Rector de representantes del Consejo del Audiovisual de la Comunidad Valenciana, de los trabajadores y de las trabajadoras de la casa, y también del Consejo de la Ciudadanía. Este mecanismo de participación democrática en la gestión de los medios públicos lo contemplan las sociedades más avanzadas, garantistas del derecho de acceso y de una representatividad plural. Nuestros medios no tendrían que ser una excepción.
Conviene no olvidar que la reapertura de À Punt coincidió con un cambio de paradigma tecnológico y de consumo audiovisual, en el que los medios de comunicación contemporáneos ya empezaban a funcionar en un nuevo ecosistema transmedia en el marco de la multidifusió digital y con un consumo muy fragmentado. Esto nos ha obligado a hacer un esfuerzo adicional para abrir la mirada al consumo de todas las plataformas y no centrarnos únicamente en el consumo de la televisión tradicional.
En cualquier caso, la gestión de la Corporación y de su Sociedad ha planteado algunas dificultades durante estos años. Prácticamente desde el inicio de las emisiones, desde la presidencia de este Consejo Rector se posó de manifiesto simplificar el organigrama para superar algunos problemas, a fin de conseguir una gestión más ejecutiva y eficiente, que hubiera supuesto una mejora de las relaciones laborales y de la producción propia. De hecho, las tres personas que han ocupado la presidencia han reiterado que la existencia de dos entidades no aportaba ningún beneficio.
El coste de los medios de comunicación públicos valencianos en 2023, según el informe anual del Consejo del Audiovisual, ha sido únicamente de 13,36 euros por habitante, frente a los 34,18 euros de la media del gasto en el conjunto de España. Esta infrafinanciación, y la carencia de voluntad política de los gobiernos de la Generalitat Valenciana, son causa todavía de la inexistencia de un convenio colectivo y de la puesta en marcha de un plan de estabilización. El proceso selectivo y de oposiciones, comenzado demasiado tarde por motivos ajenos a la CVMC y ahora parado por la entrada en vigor de la nueva ley, ha imposibilitado la consolidación de una plantilla de profesionales, que lleva años en condiciones precarias. Por lo tanto, hará falta que el próximo contrato programa contemplo en sus objetivos el ajuste adecuado para corregir estos desequilibrios.
Desde el Consejo Rector también queremos aprovechar esta breve valoración para destacar la importancia del Archivo Audiovisual de RTVV - À Punt, un patrimonio esencial en la construcción de la memoria social valenciana, que necesitará de una atención especial para continuar garantizando su correcta conservación y digitalización. De hecho, la continuidad y la estabilización de su personal tendría que ser un objetivo insoslayable de la Generalitat Valenciana, atendido el servicio que presta permanentemente de digitalización y de apoyo al flujo de continuidad de los contenidos radiotelevisivos de À Punt.
Continuamos pensando que la verificación informativa, la calidad, la independencia y la pluralidad a los medios públicos, son la garantía de una democracia fuerte. Es responsabilidad de toda la sociedad que a nuestros medios audiovisuales se pueda ver, leer o escuchar información veraz, objetiva, contrastada y desde puntos de vista diferentes y complementarios. Los medios públicos tienen el deber de trabajar contra la preocupante desinformación actual mediante las técnicas de verificación oportunas. Por eso, siempre hemos intentado trabajar en plena sintonía con el que establece el Reglamento Europeo de Libertad de los Medios de comunicación.
En este sentido, el Consejo Rector reivindica, una vez más, la magnífica cobertura informativa de la DANA por parte de À Punt, basada en los principios de imparcialidad e independencia que siempre hemos defendido. Tanto la dirección como todas y cada una de las personas que han participado en la gestión informativa de la catástrofe y sus consecuencias, han tenido un "comportamiento modélico", según el análisis hecho por el Consejo de Informativos de À Punt. Además, el retorno y la empatía social de la ciudadanía valenciana respecto de esta cobertura informativa, ha supuesto unas cifras de récord de audiencia, tal y como varios medios de comunicación públicos y privados han reconocido, cosa que ha convertido nuestro medio de comunicación audiovisual en un referente del que tiene que ser un servicio público.
Para acabar, desde el Consejo Rector de la CVMC queremos agradecer a la sociedad valenciana la oportunidad que nos ha brindado de poner en marcha un servicio público de comunicación audiovisual, así como a la plantilla y a todas aquellas personas colaboradoras para hacerlo posible, con el deseo que continúo y que dispongo de los recursos necesarios. Un servicio público que disponga de los mecanismos de gestión adecuados para garantizar la independencia profesional en el marco de la pluralidad informativa. Un servicio general que cuenta siempre con el apoyo y compromiso de la Administración para consolidar un medio de comunicación audiovisual valenciano propio del siglo XXI.