Ciudades aisladas, establecimientos como bares, restaurantes e incluso bibliotecas, cines y teatros cerrados a cal y canto. Esta era la situación que vivían muchos territorios asiáticos como la ciudad china de Wuhan, donde empezó el primer brote de coronavirus y se aplicaron todas estas medidas y restricciones para evitar nuevos contagios, las cuales muchos de nosotros las tachábamos de "exageradas" e incluso de "agresivas". No venia con nosotros eso de aislar ciudades, restringir las salidas a la calle e incluso sancionar a la gente que sin causa justificada ni justificante se desplazara de una ciudad a otra.Si nos llegan a decir una semana antes que esta iba a ser la situación de España en pocos días, muchos de nosotros hubiéramos soltado un "bah, que dices" como muestra de incredulidad, porque claro, a España no llega ese virus. Aunque a sorpresa de muchos, si, ha llegado y esta es la situación de nuestro país actualmente: fronteras cerradas, varios confinamientos, dispositivos de desinfección de calles, la gente en cuarentena y pánico en los supermercados en los cuales no paran de vaciarse los estantes de papel higiénico y latas y latas de conserva.[related:galleries:1:{orientation:vertical}]España es actualmente el cuarto país del mundo en número de contagios de coronavirus, solo por detrás de China, Italia e Irán. Hasta hace unos días, el cuarto puesto lo ocupaba Corea del Sur, pero el país asiático ha conseguido reducir radicalmente el número de contagios y se ha convertido en un ejemplo de cómo afrontar una crisis sanitaria de esta magnitud.Corea del Sur llegó a registrar el pasado 29 de febrero 909 casos en un solo día y ha conseguido reducir los nuevos contagios masivamente hasta registrar este lunes 16 de marzo solo 74 casos. En cifras totales, el país asiático se sitúa en los 8.400 casos y se sitúa en el sexto país con más contagios después de Irán, España y Alemania. Actualmente, España se sitúa en el cuarto puesto solo por detrás de China e Italia, y de momento las cifras van aumentando. En cifras totales, a día de hoy, 19 de marzo, España ha registrado un total de 13.716 casos, lo que supone un aumento de unos 2.500 nuevos contagios respecto a ayer.Se trata del incremento bruto más importante hasta la fecha, el porcentaje de subida es del 18%. El número de muertos es de 598, 107 más que el día anterior. Además, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) permanecen 774 personas y hay 5.717 hospitalizados, lo que supone el 42%. Por último, 1.081 han sido dados de alta, en torno al 8%, aunque en la Comunidad de Madrid es casi el doble porque la transmisión comunitaria en esta autonomía comenzó antes.
Como bien dice el analista y periodista gallego Diego Sánchez, la apuesta coreana es "buena, bonita y barata". Buena, porque funciona. Bonita, porque se apoya en la tecnología y la medicina, no en la represión y, barata, porque su coste económico es mucho más bajo que el de un cierre total de fronteras y aislamiento. "En clave de política pública, el pequeño país asiático ha dado la réplica al gigante comunista, articulando su propia solución al problema del coronavirus de forma inteligente, innovadora y liberal", apunta Diego Sánchez. Pero realmente, ¿en que consiste la apuesta coreana a la que muchos se refieren como un "milagro"?
Ninguna región o ciudad aislada
Estos últimos días, muchos de nosotros, y más especialmente aquellos que tengan mas o menos mi edad, entorno a los veinte años, estaremos viendo esta situación como si de una película se tratara, como si estuviéramos en un capítulo de la serie británica Black Mirror o como si de un apocalipsis zombie se tratara, pues muchas personas se están lanzando a comprar comida y más comida. El hecho de aislar ciudades como Igualada en Cataluña, personalmente, no me había rondado por la mente nunca, ya hora vemos que es u a realidad. No obstante, mientras en Europa se cierran fronteras, y como he dicho antes, en España aislamos ciudades para evitar nuevos contagios y controlar aquellos que ya contienen el virus, la apuesta coreana ha optado por no aislar ninguna ciudad o región. De este modo, Corea del Sur solo ha impedido el acceso de aquellos ciudadanos procedentes de la provincia china de Hubei, el lugar donde se originó el virus. Ni siquiera se ha visto obligado a clausurar Daegu y la provincia en la que se encuentra, Gyeongsang del Norte, principal foco del país y que acumula casi el 90% de los contagios del total nacional.
Por otra parte, en Corea del Sur no ha sido necesario establecer ninguna prohibición como si que se ha hecho en países europeos como España. Tal y como cuenta la agencia EFE según el testimonio de una mujer coreana que pide no ser identificada, "el ayuntamiento de su ciudad pidió a la gente el 20 de febrero, cuando apenas se descubrió el brote, que solo salieran de casa si era estrictamente necesario y eso ha hecho y sigue haciendo la inmensa mayoría de ciudadanos desde hace casi un mes".Entre las medidas que decidieron las autoridades coreanas cabe destacar el aplazamiento del inicio del curso escolar, que aún no había comenzado cuando surgieron los primeros casos, y adoptaron medidas como geolocalizar de manera anónima a personas infectadas en una aplicación de móvil, para poder comprobar dónde se encontraban los mayores focos, es decir, que la tecnología pinta juega un papel muy importante en esta "guerra" contra el COVID-19.
Transparencia de las autoridades
Si una cosa cabe destacar de todas estas medidas adoptadas de manera brillante por parte de las autoridades y del conjunto de la sociedad surcoreana es, sin duda, la transparencia de las autoridades sanitarias, lo que ha contribuido a crear un clima de colaboración general. De este modo, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades Contagiosas de Corea (KCDC) es ahora mismo un referente gracias a la cantidad de información detallada que publica día a día. Estos datos que se publican diariamente lo que hacen es ayudar a que los expertos y ciudadanos comprendan un poco mejor la evolución de la pandemia, lo que les ayuda a implicarse de una forma más activa.Las nuevas tecnologías también están desempeñando un papel clave en la gestión de la pandemia. El sistema de alertas nacionales para teléfonos móviles avisa a los ciudadanos cuando se ha detectado un caso en su zona y enlaza a información detallada sobre los últimos lugares por los que pasó el contagiado. Esto no se hace para que la gente evite ir a esos sitios, que en cuestión de minutos son desinfectados, sino para que aquellos que los hayan visitado estén más alerta por si detectan síntomas.
Teconología punta
El Gobierno surcoreano ha puesto a disposición de la ciudadanía dos aplicaciones para teléfonos para hacer un seguimiento de todos aquellos síntomas de aquella gente que potencialmente podría estar infectada y podría propagar aún más dicho virus.La primera aplicación es básicamente, de uso
obligatorio para aquellos que llegan a Corea del Sur de otras zonas de riesgo como China, Hong Kong, Macao, Irán y prácticamente toda Europa. Además, esta app obliga a responder un cuestionario al día sobre si hay o no síntomas; de este modo, si los síntomas continúan, el paciente es remitido al sistema de atención telefónica que gestiona los tests para que se le haga uno más exhaustivo.La segunda app es como una señal de alerta para que los funcionarios públicos sepan cuando alguien que está en cuarentena por posible contagio sale de la zona de aislamiento. En este caso, la responsabilidad personal es fundamental, ya que esta aplicación es de descarga voluntaria.
Más de 230.000 tests
Otra de las medidas más importantes que ha adoptado el país surcoreano y que han podido contribuir a frenar el ritmo de contagio ha sido los análisis masivos. Según datos de las autoridades locales, en Corea del Sur, la cantidad de pruebas realizadas, han sobrepasado los 230.000 test en un país cuya población ronda los 51 millones de habitantes. Cabe estacar que más del 70% de esos análisis se han hecho a miembros de la secta cristiana Shincheonji, la cual es el origen del foco de la ciudad metropolitana de Daegu.Las instituciones en Corea del Sur también implementaron una concienciación muy temprana sobre prácticas higiénicas así como del uso de mascarillas, el teletrabajo, la necesidad de quedarse en casa si se tienen síntomas o la de aplicar el distanciamiento social. Todo esto son mensajes omnipresentes en calles, transporte público o medios de comunicación, que se han adoptado por toda la sociedad surcoreana de manera unánime.[related:galleries:2:{orientation:vertical}]Esta capacidad no solo tecnológica sino también de unión colectiva no ha surgido de la nada. Corea del Sur lleva años invirtiendo en tecnología y más reciente en biotecnología. Según la empresa multinacional de medios de comunicación Bloomberg, el gasto en investigación y desarrollo representa alrededor del 4,5% del PIB, situándose a la cabeza de los países de la OCDE, que promedian un 2,37%. Ademas dado el papel que juegan compañías como Samsung o Hynix en la vida del país, los surcoreanos están altamente capacitados para la tecnología, con nueve de cada diez personas en internet y el 95% utilizando teléfonos inteligentes.Modelos que nos sorprenden y al mismo tiempo nos envidian pero que, sin duda, la visión eurocentrista e incluso individualista, nos hace vivir de espaldas al gigante rojo.
