El diputado de Compromís y presidente de la Comisión de Educación y Cultura en las Corts Valencianes, Jesús Pla, ha registrado una propuesta para que el parlamento valenciano manifieste su apoyo a la candidatura del toque manual de campanas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO. Además, la misma propuesta también incluye que las Corts insten al Consell a considerar la ciudad de Albaida como Capital Valenciana del Toque Manual de Campanas.
"El toque manual de campanas constituye uno de los valores culturales más apreciados del patrimonio valenciano. De hecho, está declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial, Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Y es candidato al reconocimiento por parte de la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad porque se ha transmitido, de manera oral y de una generación a otra, la tradición de un oficio que ha conservado, desde tiempos inmemoriales, el sistema valenciano de tocar campanas, unas técnicas de toque y unos toques que son patrimonio sociocultural", ha explicado.
Según Pla, "el toque tradicional de campanas en Albaida es una práctica viva, transmitida de generación en generación por sus antepasados. En ella, no solo han legado el saber de tocar campanas y los toques, sino también les ha transmitido la importancia de cuidar y conservar el campanario y las campanas para salvaguardar este antiguo conocimiento".
"Esta práctica cultural la desarrollan, desde finales del siglo pasado, los herederos de los campaneros históricos, Campaneros de Albaida, los cuales han trabajado y trabajan voluntariamente para materializarla y son los protagonistas y guardianes de este valor etnográfico singular y los que le dan al toque manual de campanas la visibilidad que le corresponde como el bien patrimonial que es".
Por otro lado, el diputado de Compromís ha señalado que "en la comarca de la Vall d'Albaida encontramos el único pueblo valenciano donde se ha mantenido el toque manual de campanas de manera diaria e ininterrumpida. Es el caso de Albaida, donde desde la llegada de las tropas cristianas a la puerta de la Vila, portadoras de pequeñas campanas, allá por 1245, tal como se refleja en el Libro del Reparto, estas nunca han dejado de comunicar todo lo que pasa. Pero la singularidad más importante de Albaida es que las campanas siempre han sido tocadas a mano por campaneros y sacristanes y nunca han sido mecanizadas o electrificadas, de forma que este se ha erigido en un signo de identidad del pueblo. De hecho, el toque manual de campanas tiene un lenguaje propio, que ha pasado a formar parte del paisaje sonoro de la ciudad".
"Se trata de un paisaje cultural sonoro, inequívoco y ancestral, que se repite año tras año y que hay que mantener, proteger y salvaguardar para las futuras generaciones. Pues las campanas, tocadas por campaneros, son instrumentos artísticos y musicales; medio de comunicación civil para defunciones, alarmas, o fiestas, entre otros; y medio de convocatoria religiosa que, desde el tiempo de Jaume I, marca, como el pulso del coro, el ritmo de la vida y de la muerte en Albaida", ha concluido el diputado de Compromís, Jesús Pla.