Català asegura "cero colegios construidos" y olvida el centro en proceso que ella quiso hacer privado

La candidata popular esmente sobre districte únic, construcció de centres escolars i barracons en un sol acte

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La candidata del PP al Ayuntamiento de València, María José Català, se reunió el pasado martes con distintos representantes del sector educativo. Fue en el edificio de La Nau de la Universitat de València, en el que habló de una supuesta "imposición del valenciano", la vuelta al "distrito único" para permitir una libertad de elección de colegios que ya existe o de "cero barracones eliminados".

Critica, además, la "no construcción" de ningún instituto; olvida que el CEIP 103 de Patraix ya está en construcción y que ella, como Consellera, no llegó a construir pese a estar anunciado desde 2007. Desde su cartera, además, propuso adjudicarlo a empresas privadas para que construyeran con colegio concertado con una cesión de 75 años.

Entre las 'propuestas estrella' que presentó la candidata en materia de educación, está la gratuidad de la educación infantil de cero a tres años. Algo, sin embargo, que no pasa por la ampliación de la red pública de las llamadas 'Escoletes', sino por hacer uso de la red privada de escuelas. Defiende que es algo que es "muy importante" que sea gratuito "con independencia del modelo educativo público, privado o concertado que elijan los padres". Una medida que estima en un coste de 35 millones de euros.

Català ya ha mostrado en otras ocasiones su afinidad con la educación privada: como alcaldesa de Torrent cedió durante 35 años terrenos públicos a la Universidad Católica de València. La candidata ha asegurado que exigirá a la Generalitat no sigan con el Pla Edificant, con el que asegura que "han hecho dejación". Este plan es el método por el cual los ayuntamientos de los distintos municipios valencianos piden a la Conselleria todos los fondos necesarios para la construcción o mejora de los centros educativos.

"Cero barracones"

Para Català el resultado del Pla Edificant en València es "cero colegios públicos construidos y cero barracones eliminados", algo que es mentira. Olvida en estas declaraciones que el CEIP 103 de Patraix, una demanda vecinal desde hace dos décadas, se construye ahora después de que el PP lo prometiera en 2007. Durante su paso por la Conselleria de Educación, Catalá licitar la construcción a empresas privadas a cambio de un colegio público. Un trato que incluía un colegio concertado, no público, por un mínimo de 75 años.

Según señalaron desde Conselleria, a través del Pla Edificant hay en marcha "148 actuaciones en 94 centros escolares de la ciudad de València", lo que supone actuar en el 57% de los centros públicos de la ciudad.

En cuanto a los barracones, se han retirado y también se han puesto nuevos. "La diferencia", señalan desde Conselleria, es que "los barracones han pasado a ser instalaciones realmente provisionales". Durante esta legislatura se han construido en toda la Comunitat 23 nuevos centros escolares y otros 17 están en proceso. Los alumnos y alumnas que estudiaban íntegramente en barracones han pasado de 9.000 a 4.000. Los 13.000 alumnos que, tanto según el PP como por parte de Toni Cantó (Ciudadanos) estudian en barracones, es en realidad el número de alumnos cuyos centros cuentan con algún barracón durante obras de mejora.

Català también ha prometido, igual que prometía Isabel Bonig de cara a las Elecciones Autonómicas, instaurar de nuevo el llamado 'distrito único' para la elección de centro. Algo que, según asegura, respeta la "libertad de los padres en la elección de colegio de sus hijos". Sin embargo, no existe dicha limitación para la elección de centro. Con el sistema actual, cualquier familia puede solicitar la admisión en cualquier centro -de València, Comunitat o España-. Sin embargo, como demostró un estudio de la UV, el principal motivo de elección es la proximidad, por lo que entre los criterios de baremación se puntúa está proximidad -en el mismo distrito o colindante-.

En relación con esto, también ha asegurado que se están "quebrantando principios constitucionales" porque se ha "impuesto" el valenciano: "Una discriminación absoluta". La elección del sistema lingüístico de cada centro lo escoge el Consejo Escolar, en el que están representados tanto padres y madres como personal docente. Por tanto, las familias forman parte de la elección del idioma que, de esta manera, pasa a formar parte del currículum del centro. Un currículum que, respetando los mínimos legales de 25% tanto para valenciano como castellano, no se puede escoger, igual que no puede escogerse no dar matemáticas o inglés.

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