Opinión

Viviendas turísticas bajo control

Guardar

El único requisito necesario para convertir una residencia habitual en un ‘apartamento turístico’ era presentar una declaración de responsabilidad dentro del Registro de Viviendas Turísticas. Una situación inaceptable porque dejaba a muchos apartamentos al margen de las normas municipales que, en el caso de València, establecen que deben estar siempre en plantas inferiores a las residenciales, con un total que no suponga más del 50 por ciento del edificio. Actualmente, sólo el 35% de los apartamentos cumplen con estos parámetros recogidos en el Plan General.

Con el objetivo de tomar las riendas ante un fenómeno que requiere de una regulación exhaustiva para evitar conflictos como los que se viven en Madrid, Barcelona o lbiza, los socialistas presentamos una enmienda a la Ley de Turismo, que acaba de aprobar Les Corts Valencianes. En virtud de este artículo, ninguna vivienda turística podrá inscribirse sin el informe favorable de compatibilidad urbanística por parte del Consistorio.

Sabemos que esta medida afectará al 70% de los apartamentos de uso turístico de la ciudad, pero es necesario para garantizar la identidad de nuestros barrios, la convivencia entre vecinos y turistas y la calidad de la oferta para situar València entre los principales destinos europeos.

Así, con esta nueva medida podremos regular y limitar las viviendas turísticas adaptándonos a las necesidades del barrio en el que se encuentren. Actualmente, el Plan General de Ordenación Urbana se encuentra en fase de revisión, lo que permitiría introducir modificaciones puntuales en zonas como el Cabanyal-Canyamelar.

En el caso de Ciutat Vella, ya se ha iniciado la suspensión cautelar de las recalificaciones para impedir la proliferación de hoteles y favorecer la llegada de vecinos. Una medida adoptada dentro del Plan Especial de Protección, en fase de borrador, que contempla requisitos como la autorización previa de la comunidad de propietarios o que se apliquen los parámetros del Plan General.

València todavía no sufre un problema de masificación de apartamentos turísticos, pero sí que estaban empezando a ser uno de los factores que afectan a la subida de los precios de alquiler, así como a la convivencia entre vecinos y turistas, en algunas zonas de la ciudad. Por ello, era necesario disponer de una herramienta que nos permitiera controlar este fenómeno antes de que se convirtiera en un problema.

Con la aprobación de la enmienda a la Ley de Turismo hemos actuado a tiempo para evitar que nuestra ciudad se convierta en una ciudad para visitar y no para vivir. El turismo, junto con la tecnología y la cultura, es un sector clave para el desarrollo de nuestra ciudad. Por ello, hemos de reivindicar la turismofilia pero sabiendo que sólo será posible si fomentamos un modelo sostenible, que permita que en nuestros barrios sigan viviendo familias, con ofertas de cultura y ocio equilibradas que garanticen la convivencia y el descanso.

Destacados