Opinión

Misma política, mismos errores

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Cuando en noviembre de 2015 Mariano Rajoy proclamó que “aplicaremos sólo la ley pero toda la ley”, en referencia al pulso soberanista yrupturista planteado por el Parlament de Catalunya, muchos pensamos que por fin se había dado cuenta de que el problema de Cataluña sólo tiene una solución, que es la del diálogo y el estricto cumplimiento de la ley.

Entendí en su momento, que dada la gravedad de los hechos que se están produciendo en Cataluña, “con toda la ley”, Rajoy se refería a laaplicación del artículo 155.3 de la Constitución. Pero no, esta semana se ha demostrado que la ley con la que el Gobierno de Españapretende aplacar los ánimos soberanistas, no es más que la Ley General de Presupuestos.

Y es que el anuncio de la lluvia de millones en inversiones para Cataluña nos vuelve a mostrar la escasa talla política de Rajoy, quienpiensa que puede solucionar un problema enquistado como es el del soberanismo mediante el anuncio de una serie de promesas que seguramente, como es habitual en el presidente del Gobierno, después no cumplirá. Ha caído en el mismo error de anteriores gobiernos de pensarque se puede atajar vía presupuestos generales del Estado una situación a la que no se ha llegado de la noche a la mañana, sino quees el fruto de una hoja de ruta claramente definida por el nacionalismo durante años basada en la manipulación de la educación, la cultura y los valores democráticos.

Pero la cuestión es que no solo no soluciona el problema, sino que consciente o inconscientemente, está creando uno nuevo, o quizádiecisiete problemas nuevos. Incurrir en semejante discriminación al prometer a un territorio lo que sistemáticamente está negando a otros,no puede considerarse más que como una torpeza política. Esta decisión adoptada por Rajoy sólo va a conseguir dar alas a los nacionalismos periféricos, justificar el “Madrid nos roba” y dar cobertura a los desvaríos del president Puig cuando habla de crear el “problema valenciano” y la vicepresidenta Oltra al hablar de “montar el pollo”.

Además el Sr. Rajoy olvida algo fundamental, y es que los fondos de que dispone el Estado para invertir, son de todos los españoles, y suobligación es distribuirlos e invertirlos en base al principio de igualdad y de no discriminación de los ciudadanos en función del territorio donde residan, obligación que ha incumplido de forma flagrante, como hemos visto con el maltrato y la discriminación que losciudadanos de la Comunitat Valenciana sufriremos si se confirman las inversiones que vamos a recibir, según se recoge en el anteproyecto del ley de Presupuestos Generales del Estado.

El gobierno del Sr. Rajoy con su errática política no nos está poniendo las cosas fáciles a quienes cada día en sede parlamentariadefendemos la necesidad de que se respeten los principios de igualdad y solidaridad entre comunidades autónomas, quienes consideramos que los ciudadanos están por encima de los territorios y todos por tanto tenemos derecho a unas mismas prestaciones y servicios. Esperábamosmás de un Gobierno y un Partido Popular que sin el menor sonrojo se autoproclaman como renovados, pero está claro que por desgracia, para los valencianos, la vida sigue igual.

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