En una costa rocosa con más de 200 kilómetros de longitud, se esconden numerosas cuevas y grutas que se adentran en el mar. Se trata de lugares de leyenda donde el mundo real queda silenciado, mientras el Mediterráneo parece suspirar a la tierra. Estos tesoros naturales se encuentran a lo largo del litoral en la Comunitat Valenciana e invitan a aquellos amantes de los deportes acuáticos a perderse entre su belleza salvaje.
De hecho, son un destino muy ambicioso para la práctica de espeleología o las rutas en kayak, con las que se pretende escapar de las altas temperaturas este verano. Además, cuentan con un gran atractivo y es que muchas de ellas se encuentran a tan sólo una hora de la ciudad de València. Por tanto, no hay excusa: elige cualquier gruta o cueva marina que te proponemos a continuación y pasa una jornada divertida y en plena naturaleza este mes de agosto.
Cova dels Arcs, en Benitachell
En la hipnótica cala del Moraig, se encuentra la entrada a una dimensión paralela, en la que la belleza geológica se une a la marina: la Cova dels Arcs. Perteneciente al municipio de Benitachell, se trata de una oquedad que el mar ha ido creando muy lentamente y a la que se puede acceder desde tierra firme.
Si el mar está tranquilo, será imprescindible asomarse a observar el brillo de la luz del sol sobre el agua a través de sus arcos y de un gran agujero en su parte superior. La Cova dels Arcs es una de las formaciones rocosas más admiradas por el color turquesa de sus aguas, que la convierten en un paraíso para los amantes del snorkel.

No obstante, es posible que tras algún temporal en la zona, el acceso a la cueva sea difícil, por lo que será recomendable informarse en las oficinas de turismo de Benitachell sobre la idoneidad de esta aventura y evitar, así, correr riesgos.
Cova del Llop Marí, en Jávea
Azul y mágica, así es la conocida como Cova del Llop Marí, nombrada de esta manera en honor al animal mitológico creado por el dios Neptuno. Situada en el municipio alicantino de Jávea, esta formación geológica se compone de un entramado de galerías submarinas conectadas entre si, cobijando a los miles de peces, crustáceos y plantas típicas de la Costa Blanca. Un espectáculo de vida y color que será irresistible para aquellos aficionados a los deportes acuáticos.

Esta bella cavidad marina, que en el pasado fue utilizada como guarida de piratas y pescadores, se encuentra muy cerca de la Cala de la Granadella, en las estribaciones del Cabo de la Nao. Por tanto, el acceso a la cueva se recomienda hacer a través del equipo marítimo pertinente, como kayak o paddle surf, ya que la senda por tierra es bastante peligrosa si uno no cuenta con una amplia experiencia senderista.
Cova del Riu Blanc, en el Poble Nou de Benitachell
Oculta de miradas indiscretas bajo los acantilados del Poble Nou de Benitachell, se encuentra uno de los lugares más fascinantes de la geografía alicantina. Popularizada en redes sociales como la Cova del Riu Blanc, se trata de una espectacular cavidad marina que, hasta hace poco, solo era conocida entre los buceadores expertos y pescadores de la zona.
Aunque se suele identificar como una oquedad en el mar, noes así. En realidad, esta cueva es un espacio que dejó libre la Falla del Moraig al desprenderse de una enorme lámina de roca caliza de la que formaba parte. Con el derrumbamiento, se creó esta gran hendidura de varias decenas de metros de profundidad, que ha formado una especie de piscina en su interior.

Además, posee un gran hueco en su parte superior, con lo que se abre a un cielo que permite la entrada de luz solar, especialmente durante los meses de verano. Para acceder a esta cueva, es recomendable utilizar una tabla de paddle surf, kayak o, incluso, nadar. Sin embargo, esto último solo es posible cuando el mar está en calma.
Cova Tallada, en Jávea
De nuevo, el municipio de Jávea se convierte en uno de los destinos obligatorios cuando se trata de visitar paisajes de gran belleza y valor ambiental. Así, esta localidad de la Costa Blanca alberga una de las cavidades marinas más impresionantes de toda la Comunitat Valenciana: la Cova Tallada, que goza de una ubicación privilegiada por pertenecer a la Reserva Marina del Cabo de San Antonio.
Se trata de un espacio con una gran historia detrás. Desde el siglo XVI, esta cueva fue utilizada como cantera de piedra tosca, aunque estudios recientes han demostrado que en su interior también habitan restos de la época musulmana, lo que indica que fue visitada u ocupada en los siglos XI-XII. Y es que este lugar, de unos 40 metros de altura, se divide en diferentes salas, en las que algunas el agua del mar no penetra.

A través de las dos ventanas en la pared que se abren al mar, los visitantes podrán encontrar un fondo turquesa de aguas calmadas, protegido por una lengua de roca que lo aísla y permite practicar todo tipo de deportes acuáticos de una forma segura. El acceso a la cueva se puede realizar desde Jávea y Dénia, tanto por tierra (a pie), como por mar (kayak o piragua).