La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Marián Cano, ha denunciado que la decisión de no de prorrogar el cierre de las centrales nucleares afectará directamente a la central de Cofrentes, a su comarca y a decenas de miles de puestos de trabajo, además de repercutir en todos los ciudadanos de la Comunitat, “que deberán pagar un precio más alto por la energía debido a decisiones ideológicas que ignoran las necesidades reales de nuestro territorio”.
Durante la clausura de la jornada “El futuro de la Energía Eléctrica: Clave para la Competitividad Empresarial”, Cano ha defendido la necesidad de alargar la vida útil de la central de Cofrentes como “una decisión de sentido común en defensa de la seguridad del suministro, el empleo, la competitividad de las empresas valencianas y la soberanía energética de la Comunitat”.
“La continuidad de Cofrentes, siempre bajo los más altos estándares de seguridad, es esencial para nuestra autonomía energética y la competitividad de nuestras empresas”, ha explicado. La Comunitat Valenciana, ha subrayado, “no puede permitirse perder autonomía energética ni competitividad industrial por decisiones que anteponen la ideología al bienestar de las familias y al futuro económico”.
Cano reclama una transición energética “realista y responsable”
La titular de Energía ha insistido en que “Cofrentes es una infraestructura estratégica que garantiza un suministro eléctrico estable, libre de emisiones y fundamental para nuestra industria”, y ha reclamado al Gobierno central “realismo y responsabilidad” en la planificación energética, y una transición energética que combine las energías renovables con otras tecnologías “para dotar de la máxina seguridad al sistema”.
En este sentido, ha incidido en que la Comunitat “no puede permitirse dejar de tener esta fuente de energía”, y ha recordado que sin Cofrentes la Comunitat Valenciana debería importar el 74 % de la energía que consume, “lo que nos pondría en una posición de debilidad manifiesta”.
La consellera ha puesto en valor “la apuesta y esfuerzo” realizado por el actual Consell en materia de energías renovables, recordando que desde el primer momento “hemos legislado para eliminar trabas y simplificar procedimientos que permitan acelerar la instalación de potencia de origen renovable”.
En este sentido, ha mostrado el compromiso del Consell para situar a la Comunitat Valenciana “en el liderazgo energético”. autorizando en estos años “veinte veces más potencia que en la década anterior”.
No obstante, ha destacado, “queda camino por recorrer” y, en ese proceso de instalación de diferentes fuentes de energía renovables, “es vital contar con Cofrentes, porque en la actualidad suministra el 50 % del consumo de la Comunitat”.
En este sentido, Cano ha calificado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), como “un listado de buenas intenciones”, y ha subrayado que los objetivos que establece dependen de factores externos y que “lo único seguro es el cierre de las nucleares”.
“No se concibe que dejemos una fuente de energía estable, segura y económicamente viable antes de haber alcanzado la respuesta a si tenemos fuentes de energía suficientes y almacenamiento para gestionarlas”, ha señalado.
Protección ante conflictos geopolíticos
La titular de Energía ha destacado que “la energía es un bien imprescindible para el desarrollo” y además de garantizar el acceso, es “fundamental” proteger su precio de los conflictos geopolíticos, como los que afectaron a Europa durante 2022 con la guerra de Ucrania.
La consellera ha pedido “ser pragmáticos y no dogmáticos” y ha advertido sobre los errores cometidos por otros países como Alemania. Cano, en plena sintonía con las recomendaciones europeas, ha defendido que el acuerdo de cierre nuclear firmado en 2019 debe ser revisado, ya que “el mundo no es el mismo que cuando se planificaron los cierres nucleares”.
Para la consellera, si todos los países europeos, salvo España, están revisando o ampliando la vida útil de sus centrales nucleares, tal vez deberíamos preguntarnos si somos nosotros los que estamos equivocados.
Por ello, ha defendido que el cierre de estas centrales ha de adaptarse al cumplimiento real de los objetivos de potencia y almacenamiento, para evitar “una dependencia del gas y de los ciclos combinados que nos lleve de nuevo a una fragilidad y falta de competitividad como la de 2022”.