La Falla Plaza de Honduras está concienciada con el medio ambiente. Aprovechando la Capitalidad Verde Europea que ostenta València en 2024, esta comisión fallera busca repetir el hito que consiguió hace 10 años: financiar su monumento con un crowdfunding. Hace una década plantaron la primera falla con esta financiación de la historia, junto con una innovadora medición de la huella de carbono y una compensación parcial consiguiendo plantar 150 árboles. Para ello, esta comisión vuelve a unirse con el mismo artista que creó el monumento, José Luís Platero, así como con el estudio encargado del diseño, Socarrat Studio.
“Este año queremos rememorar ese doble hito histórico y además sumamos a la Capitalidad Verde Europea de València. Estamos muy orgullosos de haber sido la primera Falla en medir su huella de carbono y compensarla parcialmente hace 10 años. Después de ese hito, hemos seguido implantando medidas como las copas de cristal con nuestro nombre, reduciendo así el consumo con vasos de plástico”, señala el presidente de la Falla Plaza de Honduras, Sergio Villanueva.
Los dos aliados de esta comisión vuelven a ser José Luís Platero y Socarrat Studio. Platero recuerda con ilusión aquella hazaña hace una década y plantea para esta edición un monumento con materiales más ecológicos, como madera y pinturas especiales. “Haremos una ‘replantà’ y rendiremos homenaje a la Capitalidad Verde Europea”, afirma.
Por su parte, el director de Socarrat Studio, Vicente Sanfeliu, asegura que este año harán una ‘replantà’ simbólica de los 150 árboles que se plantaron en la Albufera en 2014. “Además, la comisión lanza nuevamente una campaña de micromecenazgo que abrirá la Falla a la participación de personas de todo el mundo, como ya lograron hace una década”, añade Sanfeliu.
La plataforma ya está disponible y lleva el mismo nombre que hace 10 años: Verkami, especializada en proyectos culturales, un proyecto para financiar esta ‘replantà’ y conseguir hacerla más grande. Para esta edición, la Falla recompensará la colaboración con un árbol pequeño de madera, que se podrá indultar o llevar a casa, o participar en un almuerzo o comida fallera para vivir la experiencia desde dentro.