Después de varias semanas con un ambiente suave para noviembre, la Comunitat Valenciana se prepara para un giro brusco del tiempo. La semana del 17 al 23 de noviembre estará marcada por la llegada de una masa de aire muy fría de origen polar que hará caer los termómetros de forma notable. La AEMET ya habla de un episodio de frío anómalo para estas fechas, algo que no se veía desde principios del otoño pasado.
Aunque el cambio no se notará de golpe, desde el martes sí empezarán a sentirse las primeras sacudidas del aire frío. En buena parte del interior peninsular, las mínimas bajarán de los 0 ºC y las máximas quedarán claramente por debajo de lo habitual. En algunos puntos de la meseta, de hecho, se espera que el mercurio no llegue ni a los 10 ºC durante el día.
En el Cantábrico y Baleares, donde la inestabilidad persistirá, podrían registrarse chubascos intermitentes y cielos bastante cerrados. El resto del país vivirá un episodio más seco, pero con heladas intensas y un ambiente que recordará que el invierno está mucho más cerca de lo que indica el calendario.
A esta bajada de temperaturas se sumará el viento. La formación de una zona de baja presión sobre el Mediterráneo central redirigirá los vientos fríos del norte y noroeste, que entrarán con fuerza en el país, afectando a nuestra región. Entre jueves y sábado, las rachas podrían ser fuertes o muy fuertes, sobre todo en zonas expuestas, lo que acentuará aún más la sensación de frío.
La nieve llega al norte… pero no a Valencia
La entrada del aire polar también dejará nevadas en distintos sistemas montañosos del norte. En los Pirineos, la Cordillera Cantábrica y algunos sectores altos de la Ibérica, los modelos apuntan a un episodio de nieve relativamente generoso para esta altura del otoño, con acumulaciones considerable.
En Valencia, como es usual, el escenario será bien distinto. La pregunta clásica “¿nevará en Valencia?” vuelve a sonar estos días, pero la respuesta sigue siendo no, o al menos es muy improbable. El aire llegará muy frío, sí, pero también muy seco, lo que deja las probabilidades de precipitación prácticamente a cero. A eso se suma que el viento de noroeste tiende a calentarse ligeramente cuando baja hacia el nivel del mar, lo que termina de desbaratar cualquier opción de que aparezca nieve en la ciudad o en el área metropolitana.
Lo que sí llegará sin duda es el frío intenso. En València se espera un notable descenso de las mínimas y unas máximas que se quedarán cortas para lo que suele ser el clima de la fachada mediterránea. Y con el viento soplando con fuerza, la sensación térmica será aún más baja de lo que marquen los termómetros. Sin ser un temporal extremo, este episodio servirá como un primer aviso serio del invierno. Tras varias semanas con temperaturas casi primaverales, el contraste será evidente.