La consellera de Hacienda, Economía y Administración Pública, Ruth Merino, ha puesto en valor la apuesta decidida de la Generalitat “por configurar un nuevo panorama fiscal, con el fin de dejar atrás una tributación excesiva e incluso opresiva en algunos casos para la ciudadanía, pero sin dejar pasar por alto el hecho de que las cargas tributarias estuvieran actuando como impedimento o freno a la atracción de inversiones o rebajando los índices de productividad”.
En este sentido, Ruth Merino ha indicado que la reforma fiscal que está poniendo en marcha el Consell “va a seguir evolucionando hasta alcanzar la meta de la equidad”, y ha detallado que ya se ha proyectado “la eliminación de los impuestos ambientales que estaban previstos para 2025”.
“Vamos a repensar la escala autonómica del IRPF porque somos conscientes que es la más baja en las rentas inferiores, pero somos paradigma y excepción, en comparación con otras autonomías, en los tramos más elevados”, ha explicado la consellera.
Del mismo modo, Ruth Merino ha añadido que en la ruta de hoja marcada por este Consell “está acabar con el impuesto de Patrimonio para ser más atractivos al establecimiento de grandes fortunas y contar con una economía más dinámica”.
La consellera de Hacienda ha realizado estas declaraciones durante la clausura del acto de presentación del informe ‘Panorama de la Fiscalidad Autonómica 2024 Comunitat Valenciana’ del Colegio Oficial de Economistas de Valencia, en el que se ha expuesto la normativa autonómica en impuestos cedidos y propios aplicables este año y se ha realizado una comparativa interterritorial.
Ruth Merino ha subrayado durante su intervención la importancia de la entrada en vigor de la bonificación del impuesto sobre Sucesiones “que ha permitido que en los dos primeros meses de 2024 un total de 29.871 ciudadanos ahorren 15,5 millones”, mientras que la bonificación de Donaciones, según datos provisionales, “ha permitido que en la Comunitat las donaciones hayan aumentado un 43 % en los dos primeros meses de 2024 respecto al mismo periodo de 2023”.
“Estos datos ponen de relieve que nuestra política pretende incentivar de manera voluntaria este tipo de operaciones, y aunque todavía no tenemos datos del impacto que van a suponer estas nuevas deducciones autonómicas, sí que hemos recibido una respuesta muy positiva por parte de los sectores involucrados”, ha señalado la consellera.
En este sentido, Ruth Merino se ha referido también a las nuevas deducciones autonómicas de tipo social que se han puesto en marcha en la campaña de la Renta 2023 “porque se demuestra que la vertiente social tiene cabida en la política fiscal, sin renunciar al gasto sanitario, que de hecho lo hemos aumentado en este primer presupuesto del Gobierno del cambio”.
Por último, la responsable de las finanzas valencianas ha recordado que la aplicación de todas estas medidas “sería mucho más ágil y sencilla si el Gobierno de España asumiera su responsabilidad y pusiera encima de la mesa la reforma del sistema de financiación autonómica, porque de lo contrario Sánchez y la ministra Montero seguirán consolidando la situación de injusticia e inequidad en la que se encuentran los valencianos desde hace lustros: sin la financiación que en justicia nos corresponde y con los impuestos más altos”.