Los aeropuertos valencianos se quedan pequeños: Alicante y Valencia vuelan hacia el colapso

Colas interminables, atascos y falta de asientos: así colapsan los aeropuertos de Valencia y Alicante sin ampliaciones

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Aeropuerto de Valencia ubicado en Manises
Aeropuerto de Valencia ubicado en Manises

Ni asientos suficientes, ni espacio en los accesos, ni personal para atender al creciente volumen de pasajeros. Esta es la realidad diaria en los aeropuertos de Valencia y Alicante-Elche Miguel Hernández, dos infraestructuras que llevan meses operando por encima de su capacidad técnica sin que lleguen las inversiones prometidas para su ampliación. A pesar de que las cifras de pasajeros baten récords mes tras mes, pero las infraestructuras no dan abasto.

Durante el mes de junio, el aeropuerto de Valencia movió 1.079.810 pasajeros, un 8,9% más que el mismo mes del año pasado, y gestionó 8.277 vuelos. Alicante-Elche registró aún más tráfico, con 1.921.706 pasajeros (+8,4%) y 11.730 operaciones (+7,1%). De hecho, en el acumulado del primer semestre de 2025, Manises ha registrado 5,6 millones de pasajeros (+11,1%) y más de 44.700 vuelos (+9,3%). Alicante-Elche supera los 9,2 millones de pasajeros (+10,3%) y los 58.400 vuelos (+10,6%). Son datos de crecimiento sostenido que, sin embargo, contrastan con unas infraestructuras que apenas han variado en la última década.

Situación en Valencia

En el aeropuerto de Manises, los problemas empiezan ya en los accesos. Las colas de taxis se mezclan con vehículos particulares en la zona de Salidas, una distribución que ha generado un punto negro de tráfico y malestar entre los profesionales del transporte. Desde la Federación Sindical del Taxi de Valencia denuncian que las instalaciones donde esperan los conductores están en un estado “tercermundista”, sin sombra y sin baños adecuados.

Dentro del aeropuerto, el panorama no mejora. Los viajeros se enfrentan a colas en los controles de seguridad, a pesar de que estas zonas fueron ampliadas en 2023. La falta de asientos provoca que muchas personas esperen sentadas en el suelo, sobre todo en momentos de gran afluencia. Además, según el comité de empresa, el personal no da abasto. La plantilla es insuficiente y la carga de trabajo se ha disparado.

Terminal de l'Aeroport de Manises (València)
Terminal del Aeropuerto de Manises

Mientras tanto, Aena ha iniciado algunas pequeñas mejoras para intentar paliar el desbordamiento. Por un lado, se ha ampliado la sala VIP (que pasa de 187 a 220 plazas), se han instalado nuevas fuentes de agua y se han colocado bancadas para personas con movilidad reducida. También, se ha adjudicado la construcción de una terraza con espacio comercial. Medidas que, sin embargo, no solucionan el problema real, la falta de espacio y de personal.

La problemática en Alicante-Elche

En el caso de Alicante-Elche, la falta de una segunda pista es el gran cuello de botella. Pese a haber cerrado 2024 con un récord de 18,3 millones de pasajeros y haber iniciado 2025 con un incremento del 12,7% hasta abril, el plan de ampliación presentado por Aena no contempla esta infraestructura clave. Las autoridades locales, como la Diputación de Alicante o la Cámara de Comercio, advierten que sin esta segunda pista, el aeropuerto puede colapsar en los próximos años.

Tampoco hay avances en la conexión ferroviaria directa, lo que lo convierte en una de las pocas grandes infraestructuras aeroportuarias de España sin tren. El acceso en transporte público se limita a autobuses o vehículos privados, lo que incrementa los atascos, las emisiones y el malestar de los usuarios.

Riesgo económico

Según estudios del Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana y de la Cámara de Comercio de Alicante, la ausencia de ampliación en Manises podría suponer pérdidas anuales de hasta 933 millones de euros hasta 2030, además de la pérdida de cuatro millones de pasajeros por año y hasta 17.500 empleos. En Alicante-Elche, la falta de una segunda pista podría impedir la llegada de dos millones de turistas anuales, con una pérdida económica de 920 millones de euros solo en ingresos turísticos. El PIB regional dejaría de crecer en más de 785 millones de euros si no se actúa con urgencia.

Aena continúa asegurando que trabaja en el diseño de los proyectos de ampliación, pero lo cierto es que, a día de hoy, no existe ni calendario ni presupuesto aprobado para su ejecución. Todo sigue en “fase de estudio”. Esta parálisis ha generado un creciente malestar institucional, sobre todo después de conocerse que el Gobierno central destinará 3.200 millones de euros a la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat.

Desde la Generalitat Valenciana se considera que esta situación representa un nuevo agravio territorial. Las autoridades autonómicas reclaman al Ejecutivo central que acelere las actuaciones pendientes en la Comunitat Valenciana y no condene a dos aeropuertos estratégicos a la obsolescencia.

La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Marián Cano, ha subrayado que las ampliaciones de ambas terminales "deben ser una prioridad inmediata" para garantizar la competitividad del turismo y la economía valenciana". En este contexto, Cano ha insistido en que las cifras de junio "reafirman la importancia estratégica" de ambas infraestructuras para la Comunitat Valenciana. 

Solo así podremos seguir dando servicio a los millones de visitantes que recibimos cada año y seguir creciendo como destino turístico y logístico

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