Que mejor regalo para la afición que celebrar el regreso a Primera en casa. Mañana el Levante tiene la primera oportunidad real de lograr tocar el cielo ante el Oviedo. Si logra sacar los tres puntos, matemáticamente será equipo de Primera por quinta vez en su historia. Desde el club buscan mantener la calma pero a nadie se le escapa las ganas que todos tienen de comenzar con los festejos.
El Real Oviedo no será un mero convidado de piedra a la fiesta granota, seguro que los de Fernando Hierro demuestran como ya hicieran en la ida (2-0) que no conceden regalos a nadie pues los tres puntos también le son vitales para su objetivo, entrar en los puestos de playoff. Tal y como señalaba Juan Ramón López Muñiz en la previa del partido, "es un buen equipo, con un juego muy claro, una buena delantera, que rentabiliza muy bien los goles que marca y que últimos meses es muy difícil marcarle y crearle ocasiones. Tenemos mucho respeto a nuestros rivales porque todos tenemos las mismas posibilidades. Tenemos que cuidar los pequeños detalles porque son los que te dan puntos en segunda división".
Por su parte, el conjunto granota buscará el triunfo para brindarle a su afición el ascenso pero también para mantener invicto el fortín en el que se ha convertido el Ciutat de València. A pesar de que tanto los jugadores como el cuerpo técnico está concentrado en el partido, desde la Delegación de Peñas y el propio club buscarán convertir la jornada del sábado en una auténtica fiesta desde primera hora de la mañana.
El equipo quiere sentirse arropado por los suyos por lo que a partir de las 10:30 horas se podrá acceder a Grada Central para alentar al equipo y luego despedirlo desde el párking. Los peñistas y abonados están invitados a la paella para 500 personas que se cocinará mientras se disfruta de la animación en la sede de la Delegación para vivir la previa del partido en un ambiente 100% granota. Será a partir de las 16:15 horas cuando está programado el recibimiento al equipo en el Ciutat.