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Un partido importante para Voro y el club dentro de esta crisis interminable. El Espanyol llegó a Valencia para subir puestos en la clasificación, entre escalones de Europa y un descenso que solo afecta a equipos como el Osasuna y los mismos blanquinegros.
El Valencia empezó con un ritmo vertiginoso en Mestalla, con Nani arriesgándose a cada pelota, Carlos Soler tomando todas las pelotas y Santi Mina incisivo. El Espanyol, por su parte, se escondía atrás con el espíritu de Quique Sánchez Flores.
Efectivamente, fue el portugués y Dani Parejo quienes estimularon a sus compañeros para combinar y subir, lo que a los 18’ terminó con un gol de Montoya tras una jugada colectiva muy rara en el Valencia de esta temporada.
En adelante el Espanyol subió sus líneas, pero el Valencia mantuvo la calma y se mostró decidido a abultar o mantener el marcador. Recién a los 35’ llegó el equipo visitante con tiro de Álvaro, pero nada peligroso a un Alves que tuvo mucho menos actividad que Diego López.
El segundo tiempo, el más difícil para los valencianistas durante esta era, partió con el equipo volcado en el campo del Espanyol y consiguiendo un par de córners, pero también amarillas para Soler, Parejo, Gayà y Munir, lo que por momentos desequilibró al equipo.
Los de Quique generaron juego aprovechando el nerviosismo de los locales tras la seguidilla de tarjetas, pero nada que sacrificara el marcador favorable. Mientras, Voro decidía cuidar a Munir y sacarlo para dar un puesto a Cancelo, que siempre otorga vértigo.
A los 73’, tras un tiro de falta que se produjo por una falta a Nani, Santi Mina marcó luego de que Diego López despejara un tiro que se convertía en gol. El 2-0 inédito brillaba y al mismo tiempo el mal arbitraje de Sánchez Martínez, que elegía poner otra amarilla, ahora a Diego Alves, tras un desorden en una esquina del campo.
A los 40’ el Espanyol llegó hasta Alves y este, que atajó en primera instancia, no logró aguantar el remate de Gerard Moreno que dibujaba el 2-1 a cinco minutos del final. De manera que en los últimos minutos, en los difíciles últimos minutos y en el añadido de tres el equipo blanquinegro tuvo que soportar la presión de siempre a estas alturas. Y lo logró.
Con esto, el valencianismo disfruta este domingo de invierno un bonito triunfo en Mestalla; el primero desde El Molinón en octubre pasado y el segundo en Mestalla en esta temporada.