Xavi Castillo: “Mucha gente considera que lo que hacemos no es teatro inteligente”

”Hazte Oír és una farsa”

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Xavi Castillo es la cara visible de Pot de Plom, una compañía que lleva muchísimos años haciendo reír a valencianos y valencianas, así como consternando a quienes se incomodan con su arte. Con su tono satírico ha cautivado a un público que día a día sigue fiel a su estilo.

Muy cercano a la postura de Bertolt Brecht, en esta entrevista exclusiva el actor habla de cómo cada actitud en el teatro es también política y la forma en que el género satírico le acomoda como etiqueta a la hora de definir su trabajo.

Pot de Plom ha presentado en el Escalante Els Viatgers del Temps a principios de este mes. ¿Qué te provoca enseñar un concepto esquivo como el tiempo a los más pequeños?

Nosotros lo que hacemos es como un cómic, es más un lenguaje de un tebeo en forma de teatro. Hay una parte muy didáctica que es donde hablamos a través del a historia del País Valencià, donde de alguna forma los chicos se quedan con esos personajes. El tema de viajes espacio-temporales ellos lo tienen muy absorbido porque hay mucho material infantil y serie de dibujos donde se habla de ese tipo de viajes. El concepto de viajes en el tiempo es un clásico de la literatura, del cine y del mundo televisivo, entonces es una cosa bastante habitual.

Els Viatgers del Temps Pot de Plom EscalanteLa obra se ha conformado como una excelente forma de aprender sobre la historia de València. ¿Tienes algún personaje preferido que para ti haya sido esencial en el pasado local?

En este espectáculo hay muchos personajes esenciales. Nosotros hacemos una limitación con respecto al tiempo. Cuando haces un espectáculo para el Escalante el especáculo tiene que durar una hora, entonces todo lo que queríamos contar en este espectáculo, sobre el tiempo, sobre los procesos históricos, da para una serie larga de televisión, como El Ministerio del Tiempo. Estamos hablando de la conquista de Valencia, de la expulsión de los moriscos, de las germanies, de la Batalla d’Almansa. Todos estos son pinceladas que salen en el espectáculo.

Hay una escena que es muy divertida sobre Jaume I El Conqueridor y hay una broma muy puntual sobre Rita Barberà, que también es una parte importante de la historia de València para bien y para mal (risas).

Pot de Plom ya tiene 25 años y eres conocido. ¿Eres capaz de separar tu figura de trabajador-actor y tu persona?

Es una faena. La compañía de teatro es el oficio, yo soy Xavi. El teatro que hacemos es muy popular, entonces la gente te personaliza todo lo que hacemos con Xavi Castillo, evidentemente, y firmo todas las declaraciones, los sketchs y las obras que hacemos. No es cuestión de mezclar personajes ni nada. Para mí el teatro es el teatro y mi vida personal, mi vida personal. No es eso de que el personaje te lo llevas a casa, eso es otro mundo artístico que tampoco es el de la compañía. Nosotros vamos ofreciendo historias, vídeos, espectáculos infantiles, pero no estamos tan implicados a nivel de personajes. No soy el Capitán Moro ni Rita Barberà.

Es un oficio como otro cualquiera.

Los monólogos e improvisar es tu forma sobre el escenario. ¿También en la vida cotidiana?

Lo que sí se mezcla con la vida cotidiana es que le estamos dando vuelta a todo lo que está pasando… cómo le podemos meter caña. Sí que hay una forma de ver lo que está pasando. El día a día nuestro es ver cómo hablamos de los autobuses, de los transgéneros, antitrans, cómo hablamos de lo uno y de otro.

Eso es parte de nuestro oficio. Hay mucha parte de improvisación, pero también mucha parte de oficio. Durante muchos años hemos hecho esto, hemos intentado sacarle un poco de punta a la actualidad. Entonces ya se convierte en una forma de hacer. Hay otra parte que es de improvisación y otra de oficio. Son pequeños guiones que hacemos y funcionan bien con el público.

Tú y tu compañía sois conocidos por su sátira ácida e inteligente. ¿Te agrada esa etiqueta?

La etiqueta de teatro satírico sí me mola, porque realmente lo que hacemos es sátira, es teatro satírico y político. Muchas veces nos hemos hecho bromas de cuando se habla “no, no quiero hablar de política en el espectáculo”. Eso es mentira. Tu actitud vital, la forma en la que tú haces las cosas, aunque hables de una obra de Lope de Vega tu actitud es política. De alguna forma transmites lo que está pasando. Entonces la etiqueta de teatro satírico la aceptamos perfectamente, hacemos humor y tiramos por la sátira.

Lo de humor inteligente ya es relativo, eso es muy subjetivo; mucha gente considera que lo que hacemos no es teatro inteligente, es teatro bruto, sucio, Otra gente dice que sí. La sátira es directa y muy clara sobre el momento político y las barbaridades que pasan ahora.

Hazte Oír, tristement famosa como organización por tema del autobús y por supuesto el PP en los tiempos de Canal 9, han intentado censurarte. ¿Qué me puedes decir al respecto?

En Hazte Oír hicieron una campaña hace años para impedir que actuara en una población en Banyeres de Mariola. Hicieron una campaña de recogida de firmas, decían que yo insultaba a la Virgen, cuando el espectáculo era otro. Ellos recogieron firmas y montaron toda una campaña mediática en contra del espectáculo. Evidentemente no consiguieron nada más que el teatro estuviera lleno, el resultado fue que estaba todo el pueblo allí. Era una campaña orquestada por Hazte Oír y apoyada evidentemente por la Iglesia. Ya los conocemos hace tiempo. Lo de Hazte Oír es una farsa, una asociación subvencionada por el ministro. La gente está pidiendo públicamente que se le retiren las subvenciones. Son el KKK pero con otras caras.

Lo del PP ya es la historia de la compañía. Nosotros siempre hemos hecho teatro y el mismo. A empezar a meter a personajes políticos y potentes, aparece Rita, apareció el Camps, empezaron a hablar de los grandes eventos, convertimos los grandes eventos en espectáculos satíricos. Con todo esto el PP comenzó a hacer sus campañas en contra de nosotros.

El voto y la censura unas veces eran más directas y otras más indirectas. A veces un concejal te decía que no, a veces simplemente impedían a una asociación para que nos contratara. El tipo de censura y vetos ha sido de muchas formas. Hemos tenido desencuentros con curas, con políticos. Eso ha sido la historia de la compañía. Todavía siguen habiendo pueblos en donde no podemos pisar el teatro.Xavi Castillo entrevista Pot de Plom

Estamos en Fallas, tú eres de Alcoi. ¿Qué significa para ti este tiempo de fiestas?

Yo he pasado mi infancia y juventud en Alcoi, donde están los Moros y Cristianos, que también aparecían al principio en plan de risa, como el Capitán Moro.

Yo venía de visita las Fallas de València con mi madre y hermana. Hay una serie de elementos cómico-festivos en las Fallas que también nos han dado juego para hacer espectáculo. Hay personajes como la fallera mayor que también han aparecido en los espectáculos. De hecho, la semana que viene en el Micalet haremos un espectáculo al respecto. Ahora las vivo más cerca porque estoy en Picanya, pero no soy nada fallero.

Pero pasa en todas las fiestas populares: hay una parte rancia donde tú puedes la parte de sátira, en los Moros y Cristianos, en las comparsas, en las Fallas. Hay una parte más rancia relacionada siempre con la parte más conservadora y católica. Pero también hay un mundo fallero que no va por ese lado, como la Falla Arrancapins, otras fallas que llevan líneas populares, que en origen eran así. Siempre como ha pasado históricamente en este país, la Iglesia lo recoge y lo convierte en una gran exaltación de la Virgen. Originalmente no era así.

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