El Museo Fallero de València sigue ganando músculo turístico. Ubicado en el barrio de Montolivet, el centro cerró 2024 con 112.111 visitas y un perfil cada vez más internacional: el 57% del público es extranjero. Eso se traduce en 64.117 personas procedentes de fuera de España, por 47.994 visitantes nacionales. Un dato que confirma tendencia y que coloca al museo en el radar de quienes viajan a la ciudad movidos por la cultura y la fiesta.
¿De dónde vienen? Francia, Italia y Estados Unidos lideran la lista, seguidos por Reino Unido y Alemania. Aun así, la diversidad sorprende: el museo ha recibido público de 120 nacionalidades, desde Bielorrusia o Corea del Sur hasta una única visita de Zimbabue y otra de Malasia. Un mosaico global que explica el magnetismo de las Fallas fuera de nuestras fronteras.
La ubicación también ayuda. A un paso de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y del Jardín del Túria, el museo se ha consolidado como parada natural en la ruta turística. Y la etiqueta pesa: las Fallas son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2016. Todo suma.
Datos clave, colección y cómo visitar el Museo Fallero de València
La visita, de unos 90 minutos, propone una inmersión muy directa en la fiesta. El recorrido reúne 172 ninots indultados —grandes e infantiles— salvados del fuego por voto popular. El más antiguo data de 1934 (“Iaia i neta”, de la falla de la plaza del Mercat Central) y la colección infantil arranca en 1963. No solo hay ninots. También se exhiben más de 120 carteles oficiales y accésits de cartelería desde 1929, además de los cuadros de las falleras mayores desde 1995. La actualidad no falta: ya se pueden ver los ninots indultados de 2025, el cartel oficial de este año y el retrato de la fallera mayor de 2025.
El tirón internacional tiene nombres y números. En 2024, Francia aportó 17.132 entradas; Italia, 9.618; Estados Unidos, 5.022; Reino Unido, 4.722; y Alemania, 3.964. La larga cola la completan países de todos los continentes. Señal clara: la narrativa de las Fallas —sátira, arte efímero y pólvora— conecta con públicos muy distintos.
El museo también mira a su base social natural: las comisiones. A partir de octubre vuelven las visitas personalizadas y gratuitas para fallas de València. La dinámica es sencilla y efectiva: miembros de la propia comisión reciben formación previa y luego guían al grupo por la colección, con especial atención a sus ninots indultados o a las falleras mayores de su sector. La experiencia dura unos 90 minutos y requiere reserva previa en [email protected]. En ediciones anteriores se sumaron unas 45 fallas.
En definitiva, un museo que explica las Fallas desde dentro y que se ha convertido en ventana al mundo de la fiesta más internacional de València. Si quieres entender por qué cada marzo la ciudad late distinto, aquí tienes una visita que lo cuenta sin atajos.