Pablo Atchugarry plantea una reflexión sobre nuestro futuro en uno de los espacios más emblemáticos de València: la Ciutat de les Arts i les Ciències. Siete esculturas dialogan entre ellas en diferentes ubicaciones en la que es la primera exposición pública del escultor uruguayo en València.
‘Atchugarry. Hacia el futuro’ se presentó oficialmente al público el pasado 25 de abril, en un acto que reunió al presidente del Consejo de Administración de CACSA, Santiago Lumbreras; la directora general de la Ciutat de les Arts i les Ciències, Ana Ortells; el cónsul general de Italia en Barcelona, Emanuele Manzitti; el comisario de la exposición y Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Elche, Kosme de Barañano; la directora nacional de Cultura de Uruguay, Mariana Wainstein; y el propio escultor.
Desde entonces, miles de valencianos, valencianas y visitantes han podido contemplar el universo creativo de Atchugarry a través de siete piezas de diferentes materiales y mensajes. Es la muestra más significativa del artista, hasta la fecha, en España, y la primera de ellas en espacio público.
Siete esculturas emergen en la Ciutat de les Arts i les Ciències
La Ciutat de les Arts i les Ciències de València vuelve a convertirse en un escaparate de la escultura aprovechando diferentes espacios, desde sus propios recorridos hasta sus lagos. En este caso, las piezas se ubican en los exteriores del complejo, la mayoría en la entrada y lago frente al Museu de les Ciències, pero también frente al Hemisfèric o rodeando el Palau de Les Arts. Sus colores, formas y materiales han captado la mirada de las miles de personas que cada día visitan la ciudad.

La exposición se presenta en esta escenografía muscular, de tensiones estructurales, como grandes esqueletos animales que cobijan espacios enormes rodeados de charcas o 'basins' de agua, produciéndose un bello contraste entre arquitectura y escultura convirtiendo la Ciutat de les Arts i les Ciències en un lugar único donde transmitir mensajes de poder, reunión y ensoñación. “Es muy emocionante presentar esta obra aquí, un lugar de encuentro al servicio de la comunidad”, reconoce el propio artista.
Así, 'Atchugarry. Hacia el futuro' está compuesta por siete piezas: ‘Armonía’, ‘Energía coralina’ y ‘Tiempo de vivir’, realizadas en mármol de Carrara; ‘La flor’, ‘Estrella de luz’ y ‘Viaje hacia los sueños’ esculpida en bronce; y ‘Hacia el futuro’, realizada en acero, tal y como ha detallado el propio artista.
Con estas obras, Atchugarry enfatiza la presencia de una “fuerza organizadora”, por un lado, con la desmaterialización de la masa (sea piedra, bronce o acero); y por otro, con el ordenamiento implícito de una formalización, de su visualidad casi abstracta. Los volúmenes contrastan y se compenetran según un ritmo y una sensibilidad que puede entenderse como música, hasta lograr una síntesis esencial.
De esta forma, el exterior de la Ciutat de les Arts i les Ciències se convierte en un lugar único donde la escultura y la arquitectura se unen, transmitiendo mensajes de misericordia, compasión y ensoñación. Todas estas figuras silentes insinúan en su secreto una poesía lírica en el marco de épica estructural de la gran arquitectura de Calatrava.

Según ha detallado la Ciutat de les Arts i les Ciències, esta exposición pública está comisariada por Kosme de Barañano, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Elche, y realizada en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA) en Punta del Este, Uruguay, y la Galería Contini de Italia.
Sobre Pablo Atchugarry
Pablo Atchugarry es un famoso escultor uruguayo conocido especialmente por sus obras en mármol. Tomando como inspiración la obra de Brancusi y Miguel Ángel, el artista trata la escultura como una extensión de los materiales que emplea, con referencias al Renacimiento y al Barroco, a la Grecia clásica y a períodos más antiguos o incluso extraeuropeos. Utiliza las lecciones que le ofrece la historia del arte para respaldar sus ideas reconociendo en ellas lo que siempre fue válido, para desembocar en la búsqueda de su propia verdad, donde forma y construcción se mezclan e interactúan, como plantea la propia muestra.
Nacido en Montevideo en 1954, se crió rodeado de arte y con tan solo 11 años exhibió por primera vez dos cuadros suyos en una exposición colectiva en Montevideo. Desde entonces, el escultor fue experimentando con diferentes materiales y mostrando su obra a través de exposiciones colectivas e individuales. Fue aproximadamente en los 80 cuando realizó su primera escultura en mármol, ‘La Lumière’, y descubrió en este el material su principal sello e inspiración para plasmar su universo creativo, donde sus esculturas se elevan hacia el cielo y dan sensación de movimiento.
“Las creaciones de Pablo Atchugarry están envueltas en un halo de misterio y no se entregan a primera vista. Hace falta un tiempo de observación para que la escultura se revele a medida que uno se mueve a su alrededor y que la luz viene a golpearla. Entonces uno puede dar rienda suelta a su imaginación e interpretarla como desee”, valora el historiador de arte Philippe Clerc.
