Animal Crackers es una película de animación de Hollywood realizada en Paterna (València) que se dio a conocer en 2017 en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy. Cuenta la historia de una familia que hereda un circo y una caja mágica de galletas con formas de animales que convierten en animal a quien las ingiere. Tres años después, la producción da el salto a Netflix, donde se estrena el próximo 24 de julio. Jaime Maestro, codirector de la cinta —junto con Tony Bancroft (Mulán) y Scott Christian Sava (Casper)— y ganador de un Premio Goya y de un Cristal Annecy, explica qué significa el proyecto para él y qué implica el estreno en la plataforma de streaming, donde podrá llegar al público de casi 200 países.
¿Qué ha supuesto y supone para ti este proyecto?
Para mí es como un camino muy largo, porque esto empezó alrededor de 2013. Y, claro, que culmine en Netflix es una pasada, para mí y para toda la gente que ha trabajado en el proyecto. Es la primera película que he codirigido, y me di cuenta casi desde el principio de que no tenía nada que ver hacer un largometraje con hacer series, cortos o anuncios. Tiene una magnitud gigantesca, a nivel de infraestructura, equipo, exigencia y visibilidad. La repercusión que puede llegar a tener genera mucho respeto.¿Qué valor tiene para ti hacer cine en València?
Yo creo que traer una película de este tamaño a València era algo necesario, que culmina el esfuerzo que ha hecho todo el sector durante muchos años para que en València se haga un trabajo de esta magnitud. València siempre ha sido un referente en talento y animación, pero faltaba ponerle la guinda con un proyecto internacional. Igual yo he sido un poco el que ha conseguido recoger el esfuerzo de muchos que llevan desde hace décadas trabajando en este sector.¿Cuál ha sido la acogida que ha recibido Animal Crackers hasta ahora?
La acogida ha sido muy buena. En los pocos sitios donde se ha podido ver, como en China, fue una de las películas de animación más taquilleras del año, por encima de otras con presupuestos mucho más altos. Además, en el Festival de Annecy, que es el festival de animación más importante del mundo, la seleccionaron en Categoría Oficial hace tres años. Fue la única película española seleccionada en esta categoría aquel año.'En Netflix son muy conscientes de que el verdadero valor de una película es el equipo, y cuidan y respetan mucho al artista'
¿Qué supone el estreno en Netflix?
Para mí, supone la mayor visibilidad que se le puede dar hoy en día a una película. Desde hace unos años, la irrupción de Netflix ha supuesto un cambio de paradigma en el sector, porque se cuestiona hasta qué punto la distribución clásica es la mejor. La COVID-19 ha mejorado más todavía el posicionamiento de la plataforma. Para mí, la gran ventaja de Netflix es que apuesta por los creadores. Hasta ahora, teníamos que depender siempre de un agente de ventas o de un productor, un intermediario que suponía un obstáculo para nuestras películas. En cambio, al menos desde mi experiencia, en Netflix son muy conscientes de que el verdadero valor de una película es el equipo, y cuidan y respetan mucho al artista.'Considero que llegamos más lejos de lo que podíamos haber llegado con los recursos que teníamos'
¿Cuáles son tus perspectivas para esta película a partir de su estreno en Netflix?
Yo creo que va a gustar. Es una película independiente, con recursos y presupuesto limitados. Considero que llegamos más lejos de lo que podíamos haber llegado con los recursos que teníamos. Va a gustar mucho; sobre todo, a los más pequeños. Además, deja un marco imaginativo muy interesante para jugar con los niños después de verla.¿Cuáles son tus proyectos de presente y de futuro?
El estudio de animación La Tribu nace cuando termina la película. Desde entonces, hemos participado en dos películas: Red Shoes & The Seven Dwarfs, que se iba a estrenar cuando estalló la pandemia, y Wish Dragon, de Sony Pictures, que constituye un proyecto internacional que se estrenará próximamente. En paralelo, hemos estado arrancando otros proyectos, como nuestra primera película propia.
'Hemos demostrado que, pase lo que pase, la animación sigue'