L’ETNO añade a su muestra permanente el icónico portero automático de Fermax de los años noventa

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Entrega del interfono Fermax al ETNO (Abulalia)
Entrega del interfono Fermax al ETNO (Abulalia)

Fermax, empresa valenciana líder en la fabricación de sistemas de portero, videoportero, control de accesos y soluciones de conectividad para el hogar, ha donado su icónica placa de calle CityLine, uno de los productos más representativos de la marca, a la colección permanente de L’ETNO Museu Valencià d’Etnologia, el espacio cultural dependiente de la Diputación reconocido como Museo Europeo del Año por el European Museum Forum.

El diputado de Cultura, Paco Teruel, ha puesto en valor la importancia de la colaboración público-privada en el ecosistema empresarial valenciano, y ha destacado a Fermax como ejemplo puntero de “las empresas de nuestro entorno que generan riqueza y puestos de trabajo, con las que siempre debemos estar dispuestos a colaborar desde las instituciones públicas porque son fundamentales para el crecimiento y el bienestar de la sociedad en la que vivimos”.

Por su parte, el presidente y CEO de Fermax, Jeremy Palacio, ha expresado su gratitud por la distinción que supone para la firma colaborar con el mejor museo europeo del año: "Es un honor contribuir al patrimonio cultural de Valencia y de Europa a través de la donación de nuestra placa de calle CityLine a L’ETNO, un gesto que refleja nuestro compromiso con la innovación, el diseño y la preservación del legado tecnológico".

En la misma línea, Joan Seguí, director de L’ETNO, ha comentado respecto a la incorporación de la placa CityLine a su colección, que es “un símbolo de la evolución tecnológica y del diseño industrial en la sociedad valenciana contemporánea, y su inclusión en nuestra colección ampliará el compromiso de documentar y celebrar el progreso tecnológico, enriqueciendo la muestra permanente del museo con un objeto emblemático de nuestras ciudades".

CityLine 1991: 2,5 millones de unidades

La placa CityLine, diseñada por el visionario diseñador industrial Ramón Benedito en 1991, representa un elemento icónico en la historia del urbanismo en España. Con más de 2.500.000 unidades instaladas en todo el mundo, su masiva presencia en los portales de los edificios españoles y de otros países es un claro síntoma de liderazgo en el mercado. Ya en su lanzamiento, el diseño de esta placa fue reconocido con el premio Valencia Innovación al Diseño Industrial en 1991.

Fermax no solo es pionera en innovación, sino que también destaca como la única empresa de su sector que continúa fabricando en Europa, manteniendo sus principales centros de producción y su sede central en Valencia. La firma cuenta con siete oficinas comerciales en España donde genera empleo para más de 250 personas.

Esta implicación con la ciudad de Valencia ha sido fundamental en el crecimiento y la consolidación de Fermax como una marca de renombre internacional. "Desde nuestra fundación hace 75 años, Fermax ha mantenido un firme compromiso con la ciudad de Valencia, que es nuestro hogar y nuestra fuente de inspiración. Valoramos profundamente la relación con la comunidad y queremos que nuestro aniversario sea una celebración que se extienda a toda la ciudadanía y al tejido empresarial valenciano”, concluye Palacio. 

Con la donación de Fermax a L’ETNO no solo se conmemoran los 75 años de historia y liderazgo de la empresa valenciana, sino que también se reconoce su papel como un icono cultural contemporáneo, dentro de la labor del centro cultural por estudiar y preservar la cultura material e inmaterial de las sociedades. “La placa CityLine representa un testimonio tangible del impacto de la innovación y el diseño industrial en la vida cotidiana de las personas”, reafirma el director de L’ETNO, museo de la Diputació de València. 

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