A comienzos del siglo XX, el dibujante de viñetas norteamericano Rube Goldberg, empezó a desarrollar una idea que lo haría inmortal en el imaginario popular. Sus dibujos, difundidos por todo el país en los diarios, mostraban unos inventos peculiares: máquinas extraordinariamente sofisticadas que funcionaban con la reacción en cadena de una serie de elementos, cada paso más inverosímil que el anterior y que acababan ejecutando una tarea muy sencilla, por ejemplo, limpiarte la boca con una toalla mientras tomas el almuerzo.
Sus creaciones atravesaron fronteras y pronto en cada país hubo publicaciones que imitaban estos artefactos. En España, por ejemplo, se pudieron ver ‘Los grandes inventos de TBO’. Hoy, varias décadas después, es fácil encontrar en YouTube recreaciones reales de estas máquinas, las cuales nunca habían liberado su potencial mágico. Hasta ahora.
"La máquina de Rube Goldberg" es la nueva producción del Escalante-Centre d’Arts Escèniques, una creación del reconocido mago valenciano Nacho Diago que supone un hito en la historia del teatro de la Diputació de València, por ser la primera vez que se impulsa un espectáculo de ilusionismo.
“Es una muestra del espíritu del Escalante, de la curiosidad infinita por explorar nuevas maneras con que llegar al público, y es un privilegio hacerlo de la mano de un creador tan genuino como Nacho Diago”, apunta la diputada de Teatros, Glòria Tello. “Es un montaje sorprendente que cautivará a todos los públicos, por su mensaje y por la excelencia de su equipo artístico”, destaca la directora del Escalante, Marylène Albentosa, quien también subraya la vocación del teatro de integrar “todas las manifestaciones escénicas”, ha asegurado.
A Diago siempre le ha fascinado el funcionamiento de estos singulares widgets. Un día descubrió que tenían un padre tan famoso que había ganado un Pulitzer como historietista e indagó en su origen. “Rube Goldberg ofrecía con sus máquinas una metáfora de la vida, de las cosas tan complicadas y absurdas que hace para salir adelante”, razona Diago.
Así, los diferentes juegos de magia del espectáculo reflexionan sobre cuestiones como la consecuencia de nuestros actos, el destino, la suerte o la capacidad de decisión de los seres humanos. “Y a la vez que en este mundo también estamos para disfrutar, para pasarlo bien”, subraya el autor de la pieza.
Esas son las claves de un espectáculo para todos los públicos cargado de buen humor y que mezcla lenguajes como el teatro de objetos, la comedia de situación, la slapstick o la poesía visual.
Diago no estará a solas en el escenario; le acompañarán los intérpretes Joan Ballester, Santiago Martínez y Anna Kurikka. Y también estará la máquina –por supuesto– diseñada por la escenógrafa Blanca Añón, quien ha reinterpretado toda una tradición de artefactos rubegoldbergianos que han evolucionado en diferentes países. La máquina es también el gran secreto del show. Solo quién se acerque al teatro verá cómo funciona.
"La máquina de Rube Goldberg" se podrá ver en el Teatre Principal a partir del 5 de febrero, durante tres fines de semana consecutivos, con funciones sábados y domingos. Entre semana tendrán lugar las representaciones para público escolar.