El puño y la letra de Brines traen a la Comunitat el primer premio Cervantes

La Generalitat posarà els mitjans necessaris perquè tots els hispanoparlants i amants de la poesia coneguen més i millor la seua obra

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"Somos un paréntesis entre dos nadas".
Así de simple, sencillo y conciso resume Francisco Brines las vidas humanas y su transcurso vital. Este es, al mismo tiempo, el verso que más sobrecoge al president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y con estas mismas palabras empezó el homenaje al poeta valenciano que ha traído a la Comunitat Valenciana, con su puño y letra, el primer premio Cervantes.

Licenciado en Derecho, Filosofía y Letras Románicas e Historia, Brines ha compaginado desde siempre su producción poética con su actividad como profesor en la Universidad de Oxfort. Su primer libro, Las brasas, apareció en 1959 y con él ganó el Premio Adonais. A partir de aquí, Brines se posicionó como uno de los grandes, en cuanto a la poesía hispánica, y todo un fenómeno en el territorio valenciano.

Palabras en la oscuridad, El otoño de las rosas o La última costa, son algunos de sus libros más conocidos y populares y con los que ha sido digno merecedor que premios como el Nacional de la Crítica, el Nacional de Literatura, el Premio Fastenrath de la RAE. Del mismo modo, a grandes rasgos, su obra poética al completo también merecía un reconocimiento y, en 1999, se le otorgó el Premio Nacional de las Letras Españolas.

El poeta valenciano, también Doctor "Honoris Causa" por la Politécnica de Valencia, guarda el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que reconoce la aportación literaria relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España, realizada por un autor vivo. Brines, que pertenece a la ‘generación de los cincuenta’, también llamada ‘generación de los niños de la guerra’, como Goytisolo o Matute, participó en la obra Encuentro con los 50, junto con otros miembros de dicha generación poética.

La poesia de Brines recurre a los melancólicos recuerdos en los que el poeta recuerda su infancia, desde una orilla apartada, ante la inminencia de un último viaje, viaja con un tono elegíaco de sus versos haciendo una poesía colorida, lírica, y encendida, como la tierra valenciana, y, con otra parte sensitiva, melancólica, bella y sensible.

Sin duda, el tema capital de la poesía de Brines es el paso del tiempo, la decadencia de todo lo vivo, la degradada condición del ser humano sometido a sus limitaciones, por lo que autores como Jaime Siles, jurado del Premio Reina Sofía, lo define como "un gran poeta metafísico". De aquí que El otoño de las rosas constituya "una de las cimas" de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX.

Ahora, el olivense Brines posee el Premio Cervantes, considerado el Premio Nobel de las letras castellanas y ningún político valenciano ha desaprovechado la ocasión para sacar su sentimiento y orgullo por este reconocimiento, ya que se trata del primer Premio Cervantes que recae en la obra de algún artista valenciano.

Para Brines, como dice en sus poemas, "lo importante es la poesía, sea como sea" y a su reconocimiento, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, también valenciano, recordaba que "viento, luz y arena recorren los límites de sus versos" y "con la mirada azul cedida por el Mediterráneo de su Oliva, se trata de un Premio Cervantes merecido a quien ha sido capaz de desplegarnos la esperanza donde 'está la luz despierta'".

La pandemia no ha obstaculizado el reconocimiento a Brines, y por ello, la Generalitat Valenciana organizó el acto-recital Francisco Brines '10 días para el primer Cervantes valenciano', esta misma semana. Por ello, el president de la Generalitat, Ximo Puig, aseguraba que "es un orgullo para nuestra tierra y para nuestra cultura ser asociados a la voz de Paco Brines", y por ello la Generalitat va a poner los medios necesarios para que "todos los hispanohablantes y todos aquellos que aman la poesía conozcan más y mejor su obra".

La Generalitat, que ya marca el galardón como "una suerte de inmortalidad solo al alcance de los poetas", permitirá convertir a Francisco Brines en la "máxima referencia literaria" para cerca de 600 millones de hablantes en español, y al respecto, el jefe del Consell, Ximo Puig, aseguraba que "no hay gran evento más perdurable y fecundo para la cultura valenciana que obtener el primer Premio Cervantes".

"Dicen que se escribe para no morir nunca del todo", explicaba Puig, pero el president "convencido" de que la voz de Paco, por débil que suene en ocasiones, "es la más joven, robusta y duradera". Así pues, pasará el tiempo pero la voz de Paco seguirá hablando a las futuras generaciones, ya que frente a la poesía, la humanidad "somos un paréntesis entre dos nadas", como dicen los versos de Brines.

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