El Pleno del Consell ha aprobado el decreto por el que se aprueban las bases reguladoras y el procedimiento de concesión directa de ayudas dirigidas a bibliotecas, archivos, librerías y distribuidoras del sector del libro afectados por las consecuencias de la riada del pasado 29 de octubre de 2024.
Estas ayudas cuentan con un presupuesto de un millón de euros con cargo a los presupuestos de la Generalitat que se concederán hasta el mes de junio de 2026.
El objetivo es compensar los daños materiales y las pérdidas económicas consecuencia de las inundaciones, así como garantizar la recuperación y normal funcionamiento de los servicios culturales esenciales vinculados al libro y al patrimonio bibliográfico.
En este sentido, pueden ser beneficiarias de estas ayudas las bibliotecas y archivos de titularidad pública de los municipios afectados por la riada, así como las librerías y empresas distribuidoras del sector del libro con sede o actividad en estos municipios.
Del total de ayudas, 600.000 euros se destinarán a financiar gastos corrientes, como reposición de fondos bibliográficos, limpieza, acondicionamiento de espacios, reposición de mobiliario, equipos y suministros esenciales.
Los 400.000 euros restantes se destinarán a gastos de inversión, entre los que se encuentran los derivados de la reparación de infraestructuras, la adquisición de equipamiento técnico y tecnológico o las mejoras estructurales necesarias para la reanudación de la actividad.
Las ayudas se conceden en régimen de concesión directa, ya que concurren razones de interés público, económico, social y humanitario que así lo justifican. Entre ellas, se encuentra la necesidad de restablecer servicios culturales esenciales, puesto que las bibliotecas y archivos públicos afectados desempeñan un papel clave en la preservación del patrimonio cultural, el acceso a la información y el fomento de la lectura.
Asimismo, es necesario garantizar por parte de la Generalitat el acceso a la lectura y la preservación del patrimonio cultural y, en este sentido, las librerías y distribuidoras son actores estratégicos para la distribución de libros y la dinamización cultural. Además, se pretende proteger el tejido económico y cultural del sector del libro, por su impacto social y comunitario.
También hay que tener en cuenta que la tramitación de una convocatoria pública ordinaria retrasaría la llegada de la ayuda, comprometiendo la recuperación de servicios y actividades esenciales que se vieron afectados por la riada.
Con todo ello, la concesión directa permite una respuesta ágil, coordinada y proporcional a la magnitud de los daños, evitando dilaciones que podrían agravar la situación de emergencia cultural y económica.