“Veinte años, siete álbumes, miles de emociones…” así comienza la biografía de La Oreja de Van Gogh. Y es que han pasado dos décadas desde que un grupo de amigos se juntaron para tocar las canciones que más les gustaban. Poco a poco y ensayo tras ensayo se convirtieron en uno de los grupos con más éxito del pop español. Vascos de cuna, han conquistado las plazas y recintos en las que han actuado tanto en la península como en América, donde se han sentido como en casa. Álvaro Fuentes, bajista del grupo, cuenta las sensaciones que viven tanto dentro como fuera del escenario. Esta noche tocan en ‘Concerts de Vivers’ presentando su nuevo disco El Planeta imaginario donde afirma tener muy buen trato con el público.
Como presentación de esta gira, ¿Qué tiene de especial El Planeta imaginario?
Básicamente es la presentación del disco. Cuenta un poco lo que le ocurre a cinco chicos normales y corrientes de San Sebastián cuando se juntan y se convierten en LODVG. De repente se encuentran con viajes por el mundo y giras, aplausos, fans... Cosas muy excepcionales que ocurren a gente normal.
Llegaste en 1996 junto a Pablo, Haritz y Xavi y, a día de hoy, tras 20 años lleváis siete álbumes -aparte los directos y recopilatorios- y más de 10 premios a vuestras espaldas. Supongo que no es fácil aguantar tantos años en tan buen lugar, ¿cómo se lleva este éxito?
No es fácil, pero la verdad es que nosotros siempre pensamos que si estamos aquí es por las canciones, que son ellas las que hacen que un grupo o artista perdure en el tiempo, y ellas, nos han permitido llevar 20 años aquí. La sensación que tenemos ahora mismo es que estamos en el mejor momento del grupo porque cuando todo iba genial, nosotros éramos muy jóvenes, acabábamos de empezar y no sabíamos que era lo que significaban la mitad de las cosas.
Ahora lo que tenemos es una sana consciencia para tener mucha energía y ganas para seguir haciendo canciones, seguir con el grupo y que cada directo sea mejor que el anterior. Hemos aprendido a tocar durante estos años, porque cuando comenzamos estábamos muy verdes, pero sí sabíamos hacer canciones que era lo importante para nosotros. La base. Hasta aquí hemos llegado y esperamos seguir dando canciones a la gente mucho tiempo. Ha habido una evolución en todo.
Primera Fila fue un disco con lo que el sold out os siguió por todos los rincones de América, ¿cómo os sentisteis con está acogida?
El disco estaba preparado para esto precisamente, para trabajar en América, porque perdimos un poco nuestra posición allá cuando Amaia nos dejó, y hemos estado un montón de años intentando recuperar ese sitio por toda la gente que seguía pidiéndonos que llegáramos hasta ellos tocando, pero no lo podíamos hacer por las circunstancias en las que estábamos.
Este trabajo fue una idea conjunta con la compañía para hacer un disco americano en el sentido que se grabó con un productor mejicano, se hicieron colaboraciones con artistas de toda américa, desde Argentina hasta Méjico. La verdad es que nos ha permitido conocer muchísimos lugares de este continente en los que nunca habíamos estado y también sentirnos una vez más donde nos estaban pidiendo que estuviéramos.
¿Cómo fue la vuelta a España?
Fantástica, porque además nos gustó tanto el productor que lo fichamos para el próximo disco. Estamos encantados, creemos que es el disco más emotivo que hemos hecho jamás y estamos muy felices.
¿Qué sentimientos encontrados marcaron la salida de Amaia y la llegada de Leire?
No encontramos nada en especial con la salida de Amaia, fue una sorpresa que no nos esperábamos y fue un golpe bastante duro. Encontramos un poco el creer en nosotros mismos y en nuestra autoformación, por lo que decidimos de alguna manera confirmar nuestros argumentos tradicionales, toda la vida habíamos dicho que el grupo eran sus canciones y era el momento de reafirmarnos. Por lo que en vez de buscar una cantante nos pusimos a hacer un disco para sentir esas canciones y estar satisfechos. Pero había que cantarlas y nos faltaba la voz.
Quisimos montar un casting, pero no al uso. Decidimos hacer un casting en el que nosotros a través de nuestras redes sociales hicimos una convocatoria y la gente nos llamaba directamente. Nos encargábamos de recogerles en el punto donde habíamos quedado y llevarlos a nuestro local, la única prueba era cantar allí todos juntos. De esta manera conocimos a seis o siete personas y apareció Leire. De ella nos gustó, primero que era de Donosti y es una ventaja muy grande y, segundo tiene una experiencia muy dilatada como música, tiene un registro muy amplio ya no solo cantando sino interpretando, Leire tiene una energía y una fuerza increíble.
Esta idea de casting no le gustó a la discográfica ya que ellos querían que hiciéramos un programa de televisión, pero nos negamos, no iba con nuestra filosofía. En este momento la discográfica dejó de apoyarnos y comenzó la perdida de posesión en América.
¿Cómo definirías, actualmente, la cultura de la música con todo lo que le conlleva?
Por un lado, este es el momento de la historia en que más música se puede escuchar. Pero, para la industria musical es un momento más difícil porque están en plena transformación. Ya que las discográficas han vivido un cambio radical en el momento del auge de internet y las plataformas, ya que, comenzaron a adelantarse a cualquier exclusiva que una discográfica pudiera dar.
Nosotros tenemos un interés exclusivamente hipocorístico, somos unos enamorados de la Oreja, es nuestra criatura, nuestro proyecto de vida y nuestra ilusión es que siga haciendo canciones con las mismas ganas y energía que hemos tenido durante todo este tiempo y ahora decimos que es prácticamente el mejor momento del grupo, porque sabemos lo que hacemos, estamos tranquilos, tenemos perspectivas sobre las cosas, y todo eso se nota en las canciones, en la actitud del grupo en directo, en todo en general.
Las grandes giras suelen tener grandes escenarios ¿Cómo será el concierto de Valencia? ¿Qué esperáis de él?
Nosotros no esperamos nada en los conciertos, suele ser al revés, la actitud con la que vamos es que es la gente la que nos está esperando. Afrontamos los conciertos con un planteamiento, primero el repertorio, qué es lo que vamos a tocar. Claro está que canciones del disco que presentamos, pero también canciones históricas que nos han llevado hasta aquí como 20 de enero, La playa, Rosas…eso tiene que estar. Cuando un grupo hace le repertorio pensando en lo que le apetece tocar en vez de lo que le gustaría al público, mal rollo. Nosotros vemos los conciertos como una fiesta interactiva, no llegamos para tocar y que nos vean sino para tocar y que nos emocionemos recíprocamente acabando todos juntos en una fiesta.
Un álbum y una canción
El álbum El Planeta imaginario y la canción Irreversible.