Jorge Rodríguez (Ontinyent, Valencia, 1979) fue Presidente de la Diputación de Valencia durante el primer año del Botànic. Tras saltar el Caso Alquería, tuvo que dimitir y dejó el partido PSPV. Decidió mantenerse como alcalde de Ontinyent pese a la campaña de acoso y derribo del PSPV. En las elecciones de 2019, todo el pueblo mostró su apoyo contundente en las urnas con una más que mayoría absoluta del nuevo partido de Rodríguez "Ens Uneix" y dejando sin ninguna representación al PSPV. Tras las últimas elecciones municipales de 2023, Jorge Rodríguez revalidó la alcaldía y curiosamente, un día después salió la sentencia de la absolución del Caso Alquería. Hemos hablado con Jorge Rodríguez de lawfare, del fuego amigo, de los retos que afronta Ontinyent y también de la nueva etapa del partido comarcal en la Diputación de Valencia.
Recientemente se ha archivado la causa contra Mónica Oltra, en la que te has posicionado muchas veces abiertamente, ¿qué opinas al respecto?
En primer lugar, me alegro muchísimo, creemos que era hora de que terminara esta injusticia y creemos que este tipo de situaciones deberían abrir la mirada de los partidos hacia una reflexión amplia sobre si estamos o no cumpliendo con los códigos éticos de los propios partidos , que normalmente vienen a marcar línea roja en el momento de la apertura del juicio oral, pero que a la hora de la verdad se dejan llevar por la situación y acaben defenestrando a mucha gente válida.
Después también una reflexión muy humana, una de las cuestiones que yo más he echado de menos cuando he vivido una situación parecida ha sido el apoyo humano, especialmente el apoyo de gente que hasta ese día era casi íntima tuya, y que después huyó de ti como si tuvieras la peste. Hay que tener en cuenta que detrás de un cargo público, lo importante es que hay una persona. Cuando he oído alguna vez lo de “el partido está por encima de las personas”, entonces estamos perdidos, porque los partidos somos agrupaciones de personas, y si éstos pretenden estar por encima de la gente, a mí sin duda no me interesa y no creo que a la población tampoco le interese.
Por tanto, cree que ahora es cuando aflorarán todos los oportunistas que en su momento le dieron la espalda a Mónica, como también lo he vivido, y la reflexión que yo hacía entonces cuando vuelve a sonar el teléfono ya tu cabeza no dejes de escuchar la canción de Manolo García “Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité”.
Al final no sólo es la cuestión política, sino también la personal, ¿en tu caso qué se pierde?
Muchas veces lo digo, casi casi existe una muerte civil, que en mi caso pudo ser atenuada por el apoyo que tengo la suerte de recibir de mi ayuntamiento y de mi pueblo. Después, sobre todo, se pierde la presunción de inocencia, debido a que mucha gente da por sentado que no eres “trigo limpio”. Y desde el punto de vista humano, lo positivo es que te deja muy claro quién está en ti y quién no. Hay una canción de Joan Manuel Serrat que dice “bienaventurados los que están en el fondo del pozo porque reconocerán a sus amigos” y yo muchas veces me referenciaba a esa canción que me ha servido para darme cuenta de quién es amigo y quién no , y lo asquerosa que es la lucha de poder, sobre todo del poder por el poder.
¿Qué es peor el fuego de la oposición o el fuego amigo?
Siempre el fuego amigo, es lo que no te esperas. La frase de Churchill “estos son mis adversarios, mis enemigos están en el partido”, muchas veces los que sufrimos circunstancias así, en las que más nos decepcionamos es que gente que te está diciendo que cree en ti y en la tuya inocencia, a la hora de la verdad no es capaz de decir esto públicamente, ni de mostrar un mínimo gesto de cariño y, ya no por la cuestión política, yo en mi caso tenía muy claro que debía dimitir como presidente de la diputación y lo hice de forma inmediata.
Pero, a parte de eso, la cuestión personal es la que muchas veces se deja de lado, la cuestión que al final eres una persona que estás sufriendo y que sale apoyo emocional muchas veces lo echas de menos.
¿Cuál fue tu reacción cuando el pueblo se aglutinaba en la calle para saludarte después del éxito de las elecciones municipales?
Una emoción y un brutal agradecimiento. Yo fui detenido un miércoles, salí de la Ciudad de la Justicia el jueves y el viernes había más de 2000 personas recibiendome, en un momento en el que toda la información que había en los mmcc era negativa y, por tanto , la gente estaba casi haciendo un acto de fe.
Que hubiera tanta gente capaz de dar la cara, que creyera en mi inocencia cuando toda la información que hasta ese momento era negativa, para mí fue, desde el punto de visto anímico, un gran apoyo y, desde el político, la tabla de salvación, lo que me permitió seguir dando la cara.
Como he comentado en más de una ocasión, para que mi futuro se decida en una “mesacamilla” en Valencia o en Madrid, que la elijan los ciudadanos y ciudadanas de Ontinyent con su voto y, si deciden que me he de ir, me iré porque democráticamente me han desalojado y no porque alguien lo decida desde Valencia o Madrid.
Piensas que si tu sentencia absolutoria hubiera salido antes de las elecciones, ¿Ens Uneix aún hubiera arrasado más?
Sí, estoy plenamente convencido. Al final, son 5 años y medio de desgaste y por mucho que la gente pueda empatizar contigo, llega un momento en que también tiene el derecho de tener dudas. Esto, indudablemente, genera cierta desconfianza. Nosotros perdimos 5 concejales, pasaremos de tener 17 a tener 12 y yo estoy convencido de que el resultado hubiera sido otro.
Luego, para mirarlo en positivo, siempre he pensado "si la sentencia hubiese salido dos días antes de las elecciones, nos hubieran dicho que el resultado era fruto de la sentencia", pues de esta forma al menos se puede decir que esto no influyó. Sin embargo, esto no quita que yo esté convencido de que el resultado hubiera sido otro.