La conexión de la Comunitat Valenciana con Catalunya, Murcia y, en especial, Europa, avanza ‘a base’ de licitaciones. Pese a retrasos acumulados, el comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, Josep Boira, se presenta optimista por las obras que están por llegar. A una decisión “trascendental” para el Corredor y “también para el sistema ferroviario español” del pasado julio, ahora hay que sumar dos nuevas licitaciones en la Estación de Castelló y del “Nudo de la Encina-Xátiva-València”.
Adif señaló, el pasado lunes, la licitación de la redacción de proyectos y ejecución de obras para el conocido “Nudo” al sur de València. Con un importe superior a los 6,8 millones de euros, inicia un proceso que debería estar acabado, si se cumplen los plazos, a inicios de 2023. “Son procesos muy largos”, señaló Boira en una anterior rueda de prensa. Se suman 116 km más al entramado con “fecha” para ser realidad del Corredor Mediterráneo.
20, 157 y 13 kilómetros
Estas obras abarcarán varios puntos esenciales no solo para el Corredor, también para las conexiones ferroviarias y territoriales de la Comunitat. Significará la transformación de un tramo entre València y Alacant que responderá, en un futuro, a la conexión de la Línea de Alta Velocidad entre ambas capitales. También se actuará sobre el conocido Nudo de la Encina y Xàtiva, y un tramo de 20 Km entre Almussafes y Font de Sant Lluís. Con esto, parte del corredor ya ‘tocará’ València por el sur, y se sumará al proyecto presentado en julio que lo dejará “a las puertas” por el norte.
El pasado 31 de julio Boira, en las oficinas del Comisionado, señaló la que es una de las principales obras para el avance del Corredor. Se trata del “cambio de ancho” de la vía de tren “del tramo Castelló-Vinarós y Vinarós-Vandellós”. Unos 157 kilómetros que marcarán un punto de inflexión, aseguró, en el sistema ferroviario; es la primera vez en 170 años que se decide sustituir un ancho de vía ibérico por el internacional.
Con el deseo de que estas obras se inicien “a principios de 2020”, Boira detalló que estas obras significarán un “salto cualitativo” entre la conexión de València y Barcelona. Ahora, también habrá una mejora en este sentido con Alacant. Esta conexión al norte y las obras “entre Xàtiva y La Encina”, ahora licitadas, darán al Corredor, asegura, “cierta perspectiva”.
El principal reto que motiva estas obras y que ha dificultado la construcción del Corredor Mediterráneo, además de ideológicas -por parte de anteriores gobiernos populares-, es el ancho ibérico. Una medida tradicional en España y Portugal de 1’669 metros, 233 milímetros superior al ancho Europeo y estándar. Un cambio que dificulta la conexión de la península con el resto del continente.