La Covid-19 se ceba con los municipios costeros de la Comunitat Valenciana en pleno verano

48 dels 57 municipis del litoral de la Comunitat es troben en risc alt i extrem per coronavirus

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cierre playa Cullera
cierre playa Cullera
La Covid-19 continúa evolucionando negativamente en la Comunitat Valenciana. Principalmente, los municipios costeros son los que más se están viendo afectados en plena temporada turística de verano, ya que 48 de los 57 municipios del litoral de la Comunitat están en riesgo alto y extremo de propagación de coronavirus. Para reducir la tendencia a la alza de los contagios, el lunes 12 de julio el TSJCV (Tribunal Superior de Justicia) validó una de las medidas de la Generalitat: un toque de queda selectivo para aquellas localidades con una incidencia superior a los 250 casos por cada 100.000 habitantes.Por el momento, este toque de queda está afectando ya a 32 municipios en los que está prohibido salir a la calle entre las 1 y 6 horas de la madrugada. El aumento exponencial de los contagios, principal motivo de la aplicación de esta medida restrictiva de movilidad, se está notando sobre todo en la costa. La llegada del verano ha propiciado que la población real de estas localidades se dispare y facilitara el incremento de las reuniones sociales (principal factor de contagio por coronavirus).Por el momento, las localidades costeras de la Comunitat Valenciana que peores datos registran y que permanecen actualmente bajo el toque de queda son Benicàssim, Puçol, El Puig, Alboraia y València. No obstante, existen otros municipios en máximo riesgo que han quedado fuera de la medida. Peñíscola, Oropesa, Castellón, Burriana, Nules, Valencia, Sagunto, Sueca, Cullera, Tavernes de la Valldigna, Oliva, Alicante, Xàbia, Teulada, Benissa, Calpe y Altea son algunos de ellos.En riesgo alto se encuentran a día de hoy 15 municipios del litoral con una incidencia acumulada de nivel alto, entre ellos Benicarló, Torreblanca, Moncofa, Dénia, Benidorm y toda la franja alicantina más al sur: la Vila Joiosa, El Campello, Alicante, Elche y Santa Pola.Por otro lado, en situación de riesgo medio por la incidencia se encuentran actualmente seis pueblos del litoral: La Llosa y Almenara, en Castellón, y, ya en Alicante, l'Alfàs del Pi, Callosa de Segura, Torrevieja, Orihuela y Pilar de la Horadada. Sólo un municipio costero presenta riesgo bajo de transmisión. Es Callosa de Segura. En situación de nueva normalidad permanecen, únicamente, Xilxes y Guardamar.A pesar de la situación en estos municipios, la Conselleria de Sanidad aseguró ayer por la tarde que no prevé ampliar la petición del toque de queda a más municipios de la región, lo que implicaría necesariamente una nueva consulta al TSJCV como la realizada el viernes. Sanidad notificó ayer 1.553 nuevos contagios, unos 600 más que al martes pasado. Desde la última actualización se han registrado 1.001 altas a pacientes. Además, se suman dos nuevas muertes, pero sólo una de ellas ocurrida en la última semana. La otra defunción está fechada en enero.

Pasaporte COVID en bares y conciertos

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, propuso ayer que el pasaporte COVID se exija para acceder a locales relacionados con el sector turístico y del ocio y garantizar, así, la mayor tranquilidad y seguridad de las personas que se encuentran en estos espacios. Una iniciativa que llega tan solo unos días después de que se haya limitado aforos, horarios e incluso cierres en algunas de estas actividades por el crecimiento de la pandemia en la Comunitat Valenciana.El titular de Turismo comunicó esta propuesta a la consellera de Sanitat Universal i Salut Pública, Ana Barceló, para que sea ella quien la traslade al Gobierno central y se debata sobre su aplicación, que para Colomer debería ser muy próxima.De aprobarse, se exigiría el certificado verde digital en el que se indica la inoculación de vacunas contra la COVID-19 para acceder a recintos culturales, conciertos, festivales, bares o restaurantes. Hasta ahora, se exige para entrar en otros territorios como turistas sin necesidad de realizarse una prueba PCR o de antígenos.En este sentido, Colomer destacó que podría ser un aliciente para vacunarse entre aquellas personas que han decidido no ponerse la vacuna o que dudan y que, al mismo tiempo, podría garantizar la seguridad en estos espacios y conseguir que se amplíen aforos.
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