El Ayuntamiento de Ontinyent está trabajando con los medios de comunicación locales en la elaboración de un protocolo de tratamiento informativo de los suicidios. Se trata de una de las acciones incluidas en el Plan Municipal para la Prevención de las Conductas Suicidas 2020/2021, que la concejala de Política para las Personas, Paula Soler, explicaba que "atiende una problemática que es global pero que también nos afecta localmente. En Ontinyent, según los datos con los que cuenta la Policía Local, hay constancia de 87 tentativas y 6 suicidios consumados en el periodo 2017-2019, a los que habría que añadir los casos sin intervención policial", señalaba.
Para la elaboración del protocolo se cuenta con la participación activa de miembros de La Asociación ADIEM para la defensa e integración del enfermo mental; de la Federación de Salud Mental de la Comunidad Valenciana y de los medios de comunicación locales, junto con la concejalía de Política para las Personas y el departamento de prensa municipal. El trabajo que está llevándose a cabo incluye el análisis de la problemática en la ciudad y la presentación y tratamiento de un documento baso elaborado a partir de las recomendaciones de la OMS sobre tratamiento informativo del suicidio. Este documento servirá como punto de partida para la elaboración del protocolo, teniendo en cuenta las reflexiones y planteamientos del grupo de trabajo para su aplicación al ámbito local.
El impacto de los medios de comunicación al informar sobre los suicidios; las fuentes de información; la información sobre el suicidio en general o sobre un suicidio específico o el uso adecuado de las palabras y expresiones son algunos de los aspectos que se han tratado con el apoyo de los técnicos de ADIEM y la Federación de Salud Mental.
Además del protocolo (que se prevé presentar en una fecha alrededor del día de la Salud Mental, en el mes de octubre) el Plan Municipal para la Prevención de las Conductas Suicidas 2020/2021 incluye otros aspectos como la creación de un reglamento de actuación ante posibles casos de suicidio o intento; acciones de formación específica a los diferentes sectores profesionales implicados; el impulso a una campaña en redes para atender y dejar de estigmatizar la conducta suicida; o la intervención en lugares estratégicos y espacios donde son más frecuentes las conductas suicidas, como por ejemplo los puentes de la ciudad.