El arqueólogo y forense Miquel Mezquida se entrevistó la semana pasada con el alcalde de Simat de la Valldigna, Víctor Mansanet, para proceder a la identificación de dos maquis (guerrilleros), Bautista Soler Ripoll y Miquel Tonda Pérez, asesinados por el régimen franquista y enterrados en el cementerio municipal de Simat de la Valldigna. Esta visita se engloba dentro del programa que se está desarrollando por parte de la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática.
Los restos de los dos guerrilleros antifranquistas están inhumados en el suelo del cementerio sin ningún tipo de identificación ni lápida. De manera general, las víctimas de la dictadura, durante esa época, no recibían sepultura en nichos como ocurrió en los miles de asesinatos después de la guerra y soterrados en fosas comunes.
Los dos maquis simateros fueron fusilados en el cementerio de Gandia y sus cadáveres fueron trasladados a Simat para soterrarlos.
El alcalde de Simat de la Valldigna, Víctor Mansanet, considera «justo y necesario recuperar no solo los restos, si no la memoria y la lucha que hicieron estas personas contra la barbarie fascista impuesta a partir de 1939». En 2018 ya se exhumaron los cuerpos de tres vecinos del municipio de la fosa común 128 del cementerio de Paterna, donde fueron asesinados entre 1939 y 1941 junto con 34 republicanos más, la mayoría de los cuales reposan en fosas comunes en Paterna, Gandia y Alzira.
Mansanet adquirió desde el primer día que ostentó la alcaldía «un compromiso con las víctimas del franquismo para que recuperen la dignidad como luchadores por la libertad y la democracia y, al mismo tiempo, para que se reparen sus nombres». «No habrá justicia hasta que los asesinatos por el franquismo reciban la reparación que los corresponde y se reconozca oficialmente la tarea que hicieron en defensa de la legalidad republicana, la Constitución y la libertad», declara Mansanet.