El consistorio liderado por el alcalde, Jordi Mayor, presenta este lunes a debate y votación el presupuesto más alto y con menor índice de endeudamiento de la historia del municipio.
La cuadratura del círculo se completa con el séptimo año en el que se congelan los impuestos y, además, se vuelve a disparar la inversión social.
«Hemos rescatado de la ruina al Ayuntamiento de Cullera, hemos saneado las cuentas rebajando la deuda al menor índice histórico, disparado la inversión social por habitante y además hemos congelado los impuestos.» ha señalado la máxima autoridad local antes de la votación que este lunes saldrá adelante gracias a la mayoría gubernamental.
«Son unas cuentas positivas, para proyectar al municipio en 2022 y consolidar nuestros objetivos de gobierno y de ciudad», concluye el primer edil cullerense.
«Presentamos el presupuesto más social, más alto y más saneado de nuestra historia. Son tres afirmaciones categóricas que sólo por sí mimas hacen imposible que ningún grupo político pueda votar en contra de unas cuentas ejemplares que están pensadas para mejorar todavía más aún la vida de las personas», ha señalado por su parte el concejal de Hacienda, Juan Vicente Armengot.
34 millones
En total, las cuentas presentan una previsión de ingresos y gastos cercanos a los 34 millones de euros, la cifra más alta de todos los presupuestos anuales jamás manejados por el consistorio.
Además, a finales de este año se prevé que la deuda —el gran problema arrastrado por el consistorio— esté por debajo del 47%. «A finales de 2022, el índice estará por debajo del 40 %», prevé Armengot.
Aún así, «seguiremos con la deuda heredada de los años de la derecha con más de 1,6 millones de euros que deberemos dedicar a este concepto», advierte el responsable de Hacienda. No obstante, la reunificación de los «múltiples» préstamos «heredados del PP» nos permitirá un ahorro cercano a los 231.000 euros anuales, lo que servirá para reforzar partidas clave para el equipo de gobierno.
«Hemos pasado de una situación económica caótica a una normalización gracias a una gestión eficiente y responsable y al enorme esfuerzo ciudadano por salir adelante unidos y demostrar con orgullo que gobernar para las personas sin ahogar a las personas, es posible», finaliza Armengot.