Almussafes propone un modelo de planta compacta ubicando la gigafábrica en los terrenos disponibles de Ford

La iniciativa pretende minorar la presión sobre los derechos económicos de los trabajadores mediante el ahorro en costes logísticos

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aérea ford
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El Ayuntamiento de Almussafes ha efectuado un llamamiento abierto a todos los miembros de la Alianza Valenciana de Baterías, a la Generalitat Valenciana y a otros posibles fabricantes como Volkswagen, para que consideren la opción de implantar una fábrica de baterías eléctricas en los terrenos que todavía permanecen disponibles en la parcela industrial donde se ubica actualmente la factoría de Ford en Almussafes. Esta parcela industrial de Ford en Almussafes resultaría preferible a otras ubicaciones al disponer aún de 750.000 metros de espacios libres y garantizar un ahorro de por vida a la factoría en costes logísticos, ahorro que el Ayuntamiento considera preferible a los ajustes en los derechos económicos de los trabajadores.

La propuesta se relaciona también con los planes de la compañía Volkswagen de implantar una gigafábrica en el territorio de la Comunidad Valenciana. El Ayuntamiento de Almussafes considera que la alianza empresarial entre Ford y Volkswagen para el futuro de la fabricación eléctrica tendría un cauce excepcional de oportunidad con la construcción de una gigafábrica adosada a Ford en los terrenos de su propiedad en Almussafes. Esta propuesta ya fue adelantada por el consistorio a lo largo de 2021 a Ford España, a la Generalitat Valenciana y al sindicato UGT, pero el Ayuntamiento la ha retomado ahora con motivo de la preocupación existente por la presión sobre los salarios de los trabajadores. 

Para el Ayuntamiento de Almussafes el futuro de la gigafábrica de baterías y el de la factoría Ford Almussafes no deberían articularse como dos dinámicas separadas, sino como un único objetivo estratégico y de acuerdo a una única hoja de ruta. Según esta visión, cuanto más se garantice la disponibilidad de baterías en un territorio determinado, más probable resultará para ese territorio captar la adjudicación de nuevos modelos de fabricación eléctrica. Y viceversa, cuanto mayor sea el volumen de producción de vehículos eléctricos en una determinada ubicación, mayor será el interés de los fabricantes de baterías eléctricas por implantarse en ese territorio para ampliar su cuota de mercado, su rentabilidad y la proximidad operativa a su cliente final. Por esta razón, a juicio del Ayuntamiento, considerar el epicentro industrial de Almussafes como foco prioritario de atracción de nuevas inversiones, sería el enfoque de doble efecto que más contribuiría a que el futuro de Ford y la posible captación de una nueva gigafábrica se reforzasen mutuamente. 

Según los datos obrantes en el sistema de información urbanística del Ayuntamiento de Almussafes, en cuanto a porcentajes de ocupación de parcelas y utilización de edificabilidad de actividades industriales, la parcela de Ford España se encontraría ocupada en la actualidad en menos de la mitad de su superficie legalmente disponible. Esta circunstancia implicaría la existencia de suelo industrial inmediatamente disponible en dimensión suficiente para implantar una estructura de fabricación de baterías a gran escala. Partiendo de la extensión de la parcela de Ford, que asciende a 1.999.965 metros cuadrados, y teniendo en cuenta la superficie máxima de ocupación legal de la misma, que según la ordenación urbanística vigente sería del 70%, la capacidad de ocupación legal de la parcela sería de 1.399.976 metros cuadrados. Considerando que su ocupación actual se sitúa en solo 656.453 metros cuadrados, se encontraría ocupado tan solo el 46,89% de la superficie legalmente ocupable de la parcela.

Respecto de la volumetría legal de la superficie de la factoría, la situación resultaría similar, pues quedaría más de un 40 por ciento de la misma por materializar. La volumetría ocupada actual es de 4.751.665 metros cúbicos. Siendo la volumetria máxima ocupable de la parcela de 7.999.863 metros cúbicos, a una ratio de 4 metros cúbicos por metro cuadrado. De acuerdo a estos cálculos, la volumetría efectivamente ocupada por Ford representaría tan solo el 59,40 por ciento de la volumetría ocupable según el plan general de Almussafes. 

Esta superficie y volumetría aún no materializadas implican, según el criterio del ayuntamiento, una extraordinaria oportunidad de implantación en Almussafes de una nueva fábrica de baterías eléctricas, siguiendo un modelo de fábrica de producción ultracompacta, caracterizado por su concentración espacial, sus ahorros climáticos, logísticos y su elevada sostenibilidad. La nueva fábrica podría llegar a obtener no solo una relevante ventaja de mercado, al beneficiarse de su inmediata proximidad a los casi 400.000 clientes potenciales que representan las unidades de vehículo que fabrica Ford anualmente en promedio. Se beneficiaría igualmente de uno de los sistemas logísticos más especializados de España en automoción y del tejido de proveedores más desarrollados de todo el sector. 

El alcalde, Toni González, muestra su preocupación por el hecho de que las negociaciones sobre el futuro de Ford acaben derivando hacia la dinámica de una subasta a la baja de los derechos de los trabajadores, existiendo muchos factores de oferta territorial que permitirían mejorar la cuenta de resultados de la multinacional con los enormes ahorros logísticos y económicos que derivarían de implantar una gigafábrica en los terrenos disponibles en Almussafes. Esta solución de aprovechar superficies y volúmenes que actualmente no desempeñan utilidad económica ni funcional alguna en la parcela de Ford Almussafes, además de establecer un modelo de conexión directa por conveyor entre el punto final de montaje de la batería dentro del vehículo eléctrico y el punto de la fabricación final de la misma, generaría un sistema de aprovisionamiento de baterías a coste climático y logístico cero. 

Esta ubicación de proximidad productiva podría facilitar un proceso más suave de evolución entre la actual fabricación industrial de vehículos de combustión hacia un sistema de movilidad eléctrica, minimizando los costes e incertidumbres empresariales de esa transición, incentivando un avance mucho más decidido e indoloro hacia los nuevos requisitos de fabricación que va a demandar la puesta en el mercado de nuevos modelos eléctricos. 

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