Después de una jornada larga y tensa, marcada por la preemergencia y la inquietud, anoche el Ayuntamiento ya anunciaba que el caudal estaba estabilizado en nuestra ciudad, lo que daba motivo al optimismo de cara a la madrugada.
En estos momentos, aunque quedan tronadas activas, el río baja muy despacio sus niveles, y el barranco de la Casella ya está por debajo de los 3 m, "hemos despertado con buenas noticias, el Río Júcar ha empezado a bajar y también lo hacen el resto de barrancos".
El alcalde de Alzira, Diego Gómez, ha insistido en la necesidad de reivindicar, junto con el resto de pueblos de la comarca, un Pla de Conca contra Inundaciones y reclamar las infraestructuras hidráulicas necesarias para que la comarca tenga un plan de emergencia.
Además hay que mejorar la información de caudales de los ríos y de los afluentes del Júcar y de la posible evacuación de agua. "Reclaman a escala estatal a la Delegación del Gobierno y la Confederación Hidrográfica del Júcar las infraestructuras necesarias para hacer frente a estos episodios, que desgraciadamente, cada vez son más frecuentes" asegura el alcalde Diego Gómez.
El alcalde también ha dado las gracias a los técnicos municipales, Policía Local, compañeros de corporación, Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos y Aigües de València que han estado pendientes de la seguridad de los vecino y vecinas de Alzira a lo largo de todo el episodio.