Así será el Centro Raimon de Actividades Culturales en Xàtiva

Pondrá en valor los elementos históricos del Real Monasterio de Santa Clara

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Futuro Centro Raimon de Actividades Culturales
Futuro Centro Raimon de Actividades Culturales

Este viernes ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Xàtiva la presentación del proyecto ganador para el diseño del Centro Raimon de Actividades Culturales que se ubicará en el entorno BIC del Real Monasterio de Santa Clara, y en la cual han estado presentes el alcalde de Xàtiva Roger Cerdà, los arquitectos de los estudios ganadores Ramón Esteve y Carlos Campos y la arquitecta coordinadora del proyecto Anna Boscà.

«Las virtudes principales del proyecto ganador son la sencillez y la concreción. La intervención que se plantea es totalmente respetuosa con el edificio actual y pretende sacar a la luz la apasionante historia del Monasterio de Santa Clara. Esta intervención conseguirá que este sea un centro cultural de referencia dentro del territorio valenciano. La elección fue por unanimidad del jurado que, además, hizo especial hincapié en la magnífica propuesta gráfica del mismo», ha manifestado el alcalde de Xàtiva Roger Cerdà, quien ha hecho mención también al resto de proyectos, «porque el jurado lo ha tenido muy difícil debido a la gran calidad técnica de todos los trabajos, y por eso hay que agradecer el esfuerzo de todos ellos». 

La propuesta para el nuevo centro Cultural de Xàtiva pondrá en valor los elementos existentes, recuperando las características históricas de la arquitectura tanto desde un punto de vista espacial como constructivo y artístico. El proyecto pone especial atención a las dimensiones y proporciones espaciales, a la materialidad constructiva, iluminación, sistemas estructurales, revestimientos y elementos ornamentales de diferentes épocas.

Los arquitectos Ramón Esteve y Carlos Campos han explicado las líneas maestras del que será el futuro CRAC. «Este edificio tiene unas consistencias de mucho valor pero también intervenciones que lo han desvirtuado, por lo que nuestro objetivo era reconstruirlo para devolverle todas las capas de historia acumuladas», ha expresado Ramón Esteve, quien ha indicado que «uno de los puntos fundamentales es la recuperación del claustro. Para tal fin se ha hecho un estudio desde el punto de vista paisajístico y de vegetación para mantener y recuperar las especies históricas, para crear un microcosmo y conectar la ciudad entre la calle Moncada y la Alameda».

Por su parte, Carlos Campos ha dado a conocer la ubicación que tendrán los diferentes espacios dentro del edificio, y ha explicado que el proyecto se ha planteado manteniendo el acceso principal a través de la calle Moncada, articulando la parte histórica, pero también con otra conexión a través de la Avenida de Selgas para poder conectarlo. «El edificio va a mostrar todo el contenido histórico, poniendo en valor todos los elementos, y aunándolo con la actividad urbana. «Cada uno de los usos se adecuarán en el espacio existente, con características especiales. El acceso principal se mantendrá, y servirá también como espacio administrativo y como tienda y acceso al conjunto principal».

En la iglesia está prevista la colocación del auditorio, con accesos tanto desde el interior como del acceso desde la calle Moncada, haciendo primar la arquitectura del espacio. A la parte superior (de coro), se ubicaría la sala de ensayos. «Entendemos que es el mejor lugar dado que las condiciones acústicas serán las mismas que las que tendrá el espacio del auditorio», ha explicado Carlos Campos. La cafetería se ubicará en la panda sur, con una pieza que se incorpora exteriormente sobre el espacio del claustro, jugando con el agua como elemento y recordando el aljibe que existía en ese punto.

El resto de la planta baja, con espacios más pequeños, servirán para ubicar la exposición permanente. «Es un cambio radical de la imagen que tiene actualmente, con la visualización de dos de los elementos principales: el arco diafragma y el escalera hexagonal con un indudable interés histórico y artístico».

En la primera planta se encuentran espacios amplios en los cuales se pretende recuperar toda la estructura de madera de la cubierta, teniendo en cuenta que el falso techo se encuentra en unas condiciones difíciles de recuperar. Todo el espacio se plantea para la exposición modular, al tratarse de espacios que permiten la reestructuración en áreas más pequeñas dependiendo del uso concreto que se vaya a dar en cada momento. Por otro lado, la última planta se destinará a la sala de lectura y al archivo, debido a su orientación al norte que permite una iluminación más uniforme.

«Los elementos históricos son los protagonistas de la intervención. Todo lo que podamos aprovechar tendrá prioridad y protagonismo, como por ejemplo los azulejos de cerámica existentes en el edificio, que se redistribuirán en el espacio. Jugaremos con texturas y con la materialidad existente», ha explicado Ramón Esteve.

La propuesta apuesta por la restauración de la parte sur del claustro, puesto que el actual se construyó a mediados del siglo XX y no obedece a criterios de restitución histórica ni formal, para recuperar las características más importantes de cada uno de los momentos históricos. Además, también se dotará al conjunto de una instalación geotérmica para el funcionamiento de una bomba de calor con el objetivo de obtener un elevado rendimiento estacional que favorezca el ahorro energético para la climatización del edificio.

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