El Ayuntamiento de Picassent ya ha adquirido un dron para convertirse en un elemento de control y vigilancia pero también con un carácter disuasorio para evitar los robos al campo y a las casetas, el que en definitiva supone seguridad y tranquilidad. Se trata de la llegada de una ayuda tecnológica que sin duda será una manera más para poder controlar el término, sobre todo ahora que empieza la cosecha al campo y con ella los posibles robos al campo y a las casetas.
El regidor de Seguridad Ciudadana, Salva Morató, señaló que "Picassent se convierte en un municipio líder, si pensamos que son media docena las localidades que disponen de un aparato por las tareas de vigilancia". Además, el regidor apuntó que "si el dron siempre es una ayuda, podríamos decir que en Picassent tiene todo el sentido, dado que la ancha extensión de nuestro término, de cerca de 90 kilómetros cuadrados, lo convierte en una superficie inabarcable, únicamente con recursos humanos".
Los trabajos previos fueron la formación de los pilotos y las pruebas de vuelo, una cuestión ya superada con éxito, que ha dado unos resultados sorpresivos y a la vez positivos. De hecho, su alcance, la geolocalización y las imágenes en alta definición pueden reemplazar puntualmente de manera efectiva un helicóptero en casos de localización, aunque para el rescate de emergencia es imprescindible disponer del helicóptero. Morató ha subrayado que "el Ayuntamiento tiene un convenio con la Generalitat mediante el cual el dron estará a disposición en casos de emergencia como por ejemplo rescate en incendios, desbordamiento de ríos, derribos, terremotos, inundaciones o cualquier situación que lo pueda requerir". En este sentido, el regidor se pregunta "quién puede poner precio a la vida?", en referencia a la posibilidad de poder rescatar personas como por ejemplo el caso del niño con diversidad funcional que este verano se perdió en una excursión a Navalón y desgraciadamente no pudo ser encontrado y murió. "De hecho, en todo el mundo, los drones se han convertido en unas herramientas fundamentales en zonas de riesgo y han ayudado a salvar vidas, de hecho permite el acceso a cualquier lugar de una manera eficaz y rápida, al tiempo que se reducen los gastos”, explica el edil.
En cuanto a la inversión, hablamos de una inversión total de 27.000 euros, si atendemos al precio del aparato, que se sitúa en 15.000 euros, a los que hay que añadir los 12.000 euros del contrato con la Universitat Politècnica de València, que tiene como objetivo desarrollar la legislación actual, sobre todo en cuanto al área de influencia del aeropuerto de Manises, que en el caso de Picassent se ve afectado. El responsable municipal argumenta que, si hablamos de robos "en menos de un año el dron estará amortizado, dada la gran cantidad de delitos al campo, que vienen a sumarse a los efectivos humanos".
En cuanto a las grabaciones, hay que destacar que por ahora son consideradas como pruebas en un hipotético juicio a raíz de la comisión de una falta o de un delito, una vez determinado por donde se puede volar y por donde se puede grabar. De hecho, "es una apuesta por las nuevas tecnologías que suponen una mejora en la seguridad ciudadana, que ya ha obtenido el informe positivo de la Junta Local de Seguridad en cuanto a la seguridad y la privacidad, dos cuestiones prioritarias", añade Morató.