La concejalía de Bienestar Social, Sanidad y Salud Pública del Ayuntamiento de Paiporta ha puesto en marcha un programa para abordar uno de los problemas sociales de primer orden en las sociedades occidentales modernas, como es el de la soledad no deseada.
Este fenómeno afecta principalmente a personas mayores, pero también hay otros colectivos vulnerables a sus efectos, como son las mujeres, la población migrante o las personas con diversidad funcional e, incluso, en los últimos tiempos, gente joven. La fase inicial del proyecto se prolongará durante un año.
El Ayuntamiento tratará la problemática de las personas que se encuentran solas o desasistidas de una manera social y comunitaria, y no como un problema individual, puesto que la raíz de la soledad no deseada está en la estructura social actual de la civilización occidental, organizada bajo el paradigma de una economía neoliberal, individualista y competitiva, donde no siempre se atiende de manera
adecuada a las personas mayores, y donde se excluye a aquellos individuos que ya no son considerados 'útiles' por diferentes motivos.
Para el concejal de Bienestar Social, Rafa Gadea, "la soledad no deseada es un problema que hay que abordar desde la administración local puesto que, por nuestra tarea del día a día, sabemos que tiene consecuencias muy graves sobre la salud física y mental de muchas personas, que se ven aisladas por la sociedad". Gadea ha añadido que "en muchos países, abordar la problemática de la soledad no deseada es una actuación prioritaria para los gobiernos, puesto que tiene efectos positivos multiplicadores en las personas beneficiarias de estos programas y su entorno".
El proceso para iniciar este proyecto es fundamental para su éxito. Así, se ha configurado un grupo motor o grupo técnico que debe poner en marcha todas las actuaciones posteriores. Este grupose constituyó días atrás con presencia del concejal de Bienestar Social, Rafa Gadea, además de personal técnico municipal del área, de la Concejalía de Economía, Empleo y Comercio, y del Centro de Salud, que aporta su propio trabajador social.
Este grupo técnico motor creará posteriormente una mesa comunitaria con representación de entidades y colectivos sociales del pueblo, que serán elementos fundamentales en las actuaciones siguientes, puesto que su elementos esenciales que vertebran la sociedad y suponen grupos de trabajo en contacto directo con la ciudadanía.
La mesa, que quedará constituida antes de que finalice 2020, establecerá estrategias de sensibilización y difusión del programa para que llegue al público objetivo, conformado principalmente por gente mayor, pero también por los grupos vulerables referidos anteriormente.
La mesa también actuará y usará a las entidades y colectivos sociales y en el personal municipal como 'radar' para detectar posibles casos de soledad no deseada e intervenir sobre ellos. En este sentido, será fundamental el contacto, por poner un ejemplo, con el comercio local, puesto que las vendedoras y vendedores de proximidad conocen a fondo a su clientela y saben de las situaciones consideradas de riesgo.
Por último, la mesa comunitaria diseñará también las estrategias para hacer frente a la soledad no deseada, y pondrá a disposición de las personas sobre las cuales se actúe los recursos municipales que les pueden ayudar a superar las dificultades, como son el cursos y talleres del Centro de Formación de Personas Adultas (CFPA), los programas para el envejecimiento activo o las actividades deportivas del Servicio Municipal de Deportes.
Asimismo, también se plantea la posibilidad de crear nuevas alternativas, como podría ser una red de voluntariado para las tareas más diversas.