La explanada del Ayuntamiento de Paiporta ha acogido este martes el acto institucional por el 8M, Día de la Mujer, dentro de la programación promovida por la Concejalía de Igualdad. El acto ha contado con la participación de una batucada, de las trabajadoras y trabajadores municipales, de representantes del Consell de la Dona y de la nueva agrupación de mujeres migrantes, así como de miembros de la corporación y el gobierno municipales.
En los parlamentos, la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, ha afirmado que «en el Siglo XXI, ser mujer todavía supone desventaja para toda la vida» y, a pesar de que la sociedad ha avanzado, «milenios de desigualdad no se deshacen en dos siglos». Ante los movimientos que «niegan el feminismo, las desigualdades, y que cuestionan la legislación en materia de género, no podemos dar ni un paso atrás».
«No es justo que las mujeres continúen cargando con todo el trabajo extraordinario cuando acaba la jornada laboral; los hombres tienen que dar un paso adelante y responsabilizarse de toda esa carga que, todavía hoy, soporten en gran parte todas las mujeres», ha concluido Albalat.
La concejala de Igualdad de Paiporta, Esther Coronado, ha reivindicado que «el 8 de Marzo no tendríamos que celebrar nada, sino recordar, reflexionar y reivindicar que la igualdad entre hombres y mujeres no existe en todos los ámbitos, sin complacencia por todo el que hemos llegado a tener, sino como recordatorio del que nos queda por hacer».
Para Coronado, «las instituciones tenemos que dar ejemplo y facilitar las condiciones que impulsen cambios sociales, tenemos el deber de dar un servicio ágil, adecuado y personalizado para ayudar a las mujeres que sufren las embestidas de una sociedad patriarcal». El feminismo «es abolicionista de la prostitución, del género, y rechaza completamente los vientres de alquiler; es un movimiento en marcha, una lucha que sirve y que es imprescindible, con una trayectoria de 300 años trabajando por una sociedad más justa y equitativa», ha afirmado la regidora, que ha concluido que «juntas somos invencibles, y no pararemos hasta ser libres».
El abolicionismo de la prostitución, la brecha salarial, la violencia machista y obstétrica, económica y laboral y un recuerdo para las mujeres ucranianas que sufren la barbarie de la guerra han sido otros de los temas abordados en este acto institucional, que ha contado por primera vez con la agrupación de mujeres migrantes.
Sus portavoces han abogado por el feminismo como la expresión de «la fuerza de las mujeres del Norte, del Sur, del Este y del Oeste, de todos los ámbitos y culturas, que compartimos luchas por los derechos de todas y todos». Las mujeres dicen «no a una sociedad patriarcal, machista y racista».
Por todo esto, desde el Consell de la Dona han exigido «una educación pública libre de valores patriarcales, que promueva la igualdad en las aulas y la educación afectiva-sexual sin estereotipos de género, así como acabar con el androcentrismo en la ciencia, las artes y la cultura; poner la vida en el centro, valorando los cuidados como trabajo, y asumir igualitariamente las tareas de cuidar».